La lujosa embajada de Colombia en París: ¿dónde realmente pasó Gustavo Petro su polémica desaparición?
Luego de que el excanciller Álvaro Leyva manifestara que el Presidente se habría desaparecido en París, han surgido varias versiones sobre su paradero. ¿Quién miente?
Que el presidente Petro durmió en el segundo piso de la lujosa casa que alberga a la Embajada de Colombia en París ha sido —hasta ahora— la mejor coartada oficialista de la polémica desaparición del jefe de Estado en junio de 2023, la cual volvió a la luz pública gracias a la explosiva carta del excanciller Álvaro Leyva.
Sin importar si es verdad o no, aquí le contamos cómo es la lujosa residencia parisina donde vive el embajador colombiano Alfonso Prada, una propiedad que ha estado al servicio de la diplomacia nacional durante varias décadas.
Por lo que Prada le dijo a la prensa esta semana, se sabe que la sede colombiana en la ‘ciudad de la luz’ es de tres pisos. Se imponen balcones de hierro forjado, ventanas altas y queda ubicada en el número 22 de la Rue de l’Élysée, en el 8º arrondissement y, de acuerdo con información oficial, tiene un área de 356 metros cuadrados.
La residencia diplomática de Colombia en París, donde —según la versión oficial— el presidente Gustavo Petro habría dormido durante su polémica desaparición en junio de 2023.
La vivienda, de piedra tallada, se encuentra a 200 metros del Palacio del Elíseo (residencia del presidente de Francia), los Campos Elíseos, tiendas de lujo como las de la Avenue Montaigne, el Ministerio de Europa y Asuntos Exteriores, la residencia del primer ministro, así como las sedes de embajadas como la de Suiza, Polonia, Canadá, el British Council, y el Museo Rodin. Con una antigüedad de aproximadamente 150 años, la propiedad fue adquirida por Colombia durante el gobierno de Misael Pastrana Borrero en 1978.
La Cancillería precisa que el primero en alojarse en la casa diplomática fue el entonces embajador Miguel de Germán-Ribón, reconocido no solo por su labor diplomática, sinó también por su importante trayectoria en el sector floricultor. De hecho, varias de las primeras plantas que adornaron el jardín privado de la residencia fueron traídas por él mismo. Este espacio verde, ubicado en la parte posterior del edificio, cuenta con 137 metros cuadrados y una salida directa a la Rue de Talleyrand, lo que resalta la elegancia y amplitud del inmueble.
Entre mármoles, jardines y arte colombiano, la embajada en la Rue de l’Élysée se convirtió en el inesperado escenario de uno de los capítulos más enigmáticos del mandato de Petro.
Quienes ingresan a la embajada, en el primer piso, se encontrarán con una suntuosa fachada de mármol que da paso a las salas de recepción, decoradas con chimeneas, obras de artistas colombianos, cuadros, plantas, flores, entre otros elementos representativos de la cultura autóctona de Colombia. Entre las obras destacadas en la residencia se encuentran «Naturaleza muerta con mano de Buda» del paisa Fernando Botero, «Hierro de cucharas» de Alejandro Lizarazo, y la escultura «Zigzag», donada por el maestro Hugo Zapata.
En el segundo nivel de la sede diplomática, de estilo haussmanniano característico del siglo XIX, se encuentran la cocina, varias oficinas y una terraza con vista al elegante jardín, entre otros espacios que conducen al tercer piso, donde están ubicadas las cómodas habitaciones destinadas al descanso del personal diplomático y sus invitados.
En medio de mármoles, esculturas y jardines de autor, la casa diplomática que hoy sirve de hospedaje a embajadores y altos funcionarios se convirtió en el inesperado escenario de una historia que aún genera más preguntas que respuestas sobre el paradero del jefe de Estado en uno de los momentos más enigmáticos de su mandato.
Mientras desde la diplomacia aseguran que Petro descansó entre los muros de piedra tallada de esta mansión del siglo XIX, su hija mayor insiste en que él pasó aquellos días con su familia. Entre el arte, los jardines y los rumores, la residencia parisina sigue albergando más incógnitas que certezas.
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