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Narcocultura, la nueva exportación de Latinoamérica

Narcocultura, la nueva exportación de Latinoamérica

Situaciones similares se viven bien al sur de la región. En Argentina existe la “cumbia narco”, con músicos que graban videos exhibiéndose rodeados de dólares, paquetes de cocaína y armas, mientras le cantan a las hazañas de los narcotraficantes. En Chile, por su parte, el “narcopop” surgido de los barrios más pobres de la capital del país es hoy la música más escuchada.

En Ecuador no dudan de que los propios cárteles financian esta industria musical. Allí, el narcotraficante más famoso, José Adolfo Macías Villamar (alias “Fito”, recientemente fugado de la cárcel), protagoniza desde la prisión el video de una canción que lo homenajea, “El Corrido del León”, donde incluso canta su hija.

En YouTube y otras redes como TikTok e Instagram, los corridos tumbados de Peso Pluma y demás artistas encuentran su público más numeroso. En esas plataformas, la narcocultura se expresa en otro fenómeno paralelo: el “alucín”. Se trata de una etiqueta que alude a “aparentar otra vida” y que acompaña los videos donde usuarios de todas las edades se exhiben con ropas de marca, autos de lujo, fajos de billetes y armas, muchas armas. Son personas comunes que adoptan una ficción, conscientes de que su realidad nunca será como ese “alucín”.

Acá aparece otro aspecto para analizar la expansión de la narcocultura: su grado de representación de la realidad. ¿Es así de “romántica” la vida de un narcotraficante? Responde América Becerra, académica mexicana que viene estudiando el fenómeno entre los jóvenes de su país: “Todas las expresiones de la narcocultura, llámense los corridos, la literatura sobre sicarios y traficantes, las películas y las series de televisión que hablan del narco, toman elementos de la realidad”, dice.

Pero aclara que “habría que considerar que la industria cultural, con el fin de hacerlos atractivos para los audiencias, agrega elementos de ficción. Pues el narcotráfico es un área de riesgo donde la muerte siempre está presente, y la riqueza y el poder no siempre se logran”.

Laura Alicino, investigadora de la Universidad de Bolonia, también trabaja sobre la influencia de lo narco en la cultura de masas. Para ella, “siempre ha representado una gran fascinación, tanto para los medios masivos como para otras formas de arte, como la literatura. Yo soy italiana y en la historia de los productos artísticos de mi país, las mafias están muy presentes. Por ejemplo, con el legado que ha representado y todavía representan películas de culto como ‘El Padrino’”.

Para el caso de nuestra región, destaca que “la violencia se ha vuelto la nueva marca del exotismo de América Latina. En este sentido, la violencia también puede ser una mercancía y la narcocultura se vuelve el brand”. Esto es evidente en el cine o en la música “por la naturaleza misma de estos medios, cuyo gran poder se encuentra en lo visual y entonces, en la capacidad de vehicular ciertos conocimientos de forma mucho más directa respecto de otros medios, como la literatura”.

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