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«El ejemplo barinés» terminó siendo un aliado de Maduro

«El ejemplo barinés» terminó siendo un aliado de Maduro

Sergio Garrido alcanzó notoriedad política nacional al convertirse inesperadamente en el dirigente que simbolizó el fin de 23 años de hegemonía chavista justamente en el terruño de Hugo Chávez, en el lindo y musical estado Barinas.

Ese reconocimiento lo obtuvo al ganar las elecciones reprogramadas del 9 de enero de 2022, tras la inhabilitación de Freddy Superlano, quien había derrotado a Argenis Chávez, hermano del fallecido presidente, menos de dos meses antes, en los comicios del 21 de noviembre de 2021.

En menos de una semana, Garrido recibió de parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) la credencial física que lo proclamó oficialmente ganador de las elecciones, asumió el cargo de gobernador ante el Consejo Legislativo y fue recibido por el presidente de la República, Nicolás Maduro, en Miraflores. Unos tres meses bastaron para que los votantes barineses y el país en general entendieran que, en sus manos, el cambio no afectaba los intereses de la privilegiada familia ni suponía un obstáculo para la supremacía oficialista.     

Hoy en día -cuenta a La Gran Aldea un dirigente opositor regional, testigo directo de su recorrido político desde los tiempos juveniles-, Sergio Garrido está convertido en un tipo muy cercano al oficialismo. Y en realidad, nunca fue un peligro para los Chávez ni para el PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela).

Las más recientes actuaciones públicas de Garrido permiten dar por válidas las observaciones de su paisano y excompañero de partido en los años mozos. Valga mencionar la solicitud que hizo el 21 de octubre de 2023, justo un día antes de la votación, a la Comisión Nacional de Primarias para que suspendiera el acto electoral opositor del 22 de octubre, que catapultó a María Corina Machado como la dirigente de mayor arraigo nacional. Y también las recientes declaraciones llamando a seguir “el ejemplo barinés”, dando por hecho que la líder de Vente Venezuela no podrá participar en los comicios previstos -aunque sin fecha- para este año.

El dirigente regional no tiene la menor duda de que el propósito del gobernador barinés es el de complacer a Nicolás Maduro en todos sus planes, incluido el de boicotear a la candidata opositora. “Él cumple el papel de opositor complaciente, como le conviene al ocupante de Miraflores. De este modo, obtiene beneficios y se gana la confianza del gobernante”, dice.

Sergio, en su círculo -revela el dirigente, muy informado de todo lo que se cocina en Barinas-, se expresa muy mal de María Corina. Y se ufana de que Maduro le hace confidencias. Asegura que le dijo: “Que María Corina se olvide de que va a ser candidata”.

– ¿La promoción del “ejemplo barinés” como opción se corresponde con las directrices que recibe del gobierno?

-Obviamente. Pero Sergio no tiene moral para hablar de “ejemplo barinés”, porque él nunca fue protagonista de lo que pasó en Barinas. Él se encontró con una realidad y ahora, en las primeras de cambio, el mismo día que el Tribunal Supremo decide sobre la inhabilitación, sale a hablar de “lo que hicimos en Barinas”, en momentos en que inauguraba la avenida Nueva Torunos, muy costosa y cuestionada, por cierto.

Entre circunstancias y carambolas

Desde su llegada a la gobernación, Sergio Garrido no ha dejado de sacar pecho con lo que se conoce como “ejemplo barinés”. Es decir, con la jugada que cerró el paso a la pretensión oficialista de mantenerse en el poder en ese estado emblemático a fuerza de inhabilitaciones. El proceso concluyó con su designación como candidato y con su aplaudida victoria. La oposición, después de 23 años, mandaba en Barinas.

Sin embargo, el dirigente llanero que relata para La Gran Aldea los andares de Garrido, considera que para entender mejor sus posiciones actuales y el papel que desempeña en la actual coyuntura política, es necesario recrear su recorrido partidista, lleno de carambolas y circunstancias providenciales, como la que lo llevó a ser el candidato de la oposición en esos comicios especiales del 9 de enero de 2022. Comienza por el principio:

“Sergio siempre ha sido un dirigente de segunda. Nunca tuvo un liderazgo en la oposición. Ni antes, ni ahora. No vayan a pretender. A los espacios que llegó, lo ayudaron las circunstancias. Fue secretario juvenil de Acción Democrática en la época en que yo milité en AD. Pero no por un tema de mérito, sino porque era muy amigo del secretario general, seccional Barinas AD de aquel entonces, Andrés Eloy Camejo”.

Cuenta que Sergio Garrido era la persona que le manejaba y lo acompañaba en las giras. Dice que, en aquellos momentos, había que bregar mucho para llegar al cargo de secretario juvenil. No obstante, el hoy gobernador gozó de esa posición sin haber sido nunca presidente de algún centro de estudiantes ni de ser un dirigente juvenil connotado. 

“Luego, con la crisis de los partidos, cuando cae AD y disminuye la exigencia, cuando se va todo el mundo, Sergio llega a ser secretario de organización seccional. Un dato: el secretario general del partido en la región era el mismo que lo había llevado a la secretaría juvenil, Andrés Eloy Camejo”.

De tercero a principal

En las elecciones municipales de diciembre de 2013 los chavistas reciben su primer aviso. El PSUV se presentó fracturado a los comicios debido a serias diferencias entre el alcalde de entonces y el gobernador, Adán Chávez. El oficialismo se la jugó con Edgardo Ramírez, pero el candidato de la Mesa de la Unidad, José Luis Machín, se alzó, sorpresivamente, con una simbólica victoria. A la sazón, Garrido, quien fue colocado de tercero en las listas opositoras, resultó electo concejal para el período 2013-2018.

“En medio de esa circunstancia, el hombre que iba de tercero en la lista, sin chance, sin opción de ser principal, queda como concejal principal cuando todos creían que iba a ser suplente. De su gestión no hay nada que recordar. Fue bastante gris. En el período 2016-2017 presidió el Concejo Municipal. Pero eso se debió a un acuerdo entre el G-4 para que cada año un partido ocupara la presidencia”.

Durante unos meses se queda sin ningún cargo de elección popular. Perdió con Simón Archila una elección interna en AD para ser candidato a diputado y se quedó por fuera. Vienen las primarias de la oposición del 2017 y AD impone como candidato a Julio César Reyes. Pese a tener el apoyo de todos los partidos opositores, el exalcalde chavista perdió con Freddy Superlano, abanderado de Voluntad Popular. La elección para gobernador la ganó Argenis Chávez, pero en el ínterin, el secretario general seccional de AD de todos esos años, Andrés Eloy Camejo, renunció y su cargo lo pasó a ocupar el siempre bien ubicado Sergio Garrido.

Desde entonces y hasta 2021 se queda al frente de AD en el estado. Para las elecciones regionales de ese año -siempre según el relato de la fuente de La Gran Aldea-, Garrido aspiraba a ser candidato para la alcaldía. Esa discusión la llevó a la Mesa de la Unidad, pero AD no lo propuso para nada. En ese momento, Aquiles Moreno era quien designaba candidatos y no lo mencionó para alcalde, mucho menos para gobernador.

“Entonces se produjo una disputa entre Primero Justicia (PJ) y Un Nuevo Tiempo (UNT). Él se aparta, se coloca en el medio, y pone como condición para no inclinar la balanza, que le den el primer puesto en el voto lista. Y se lo dan. De modo que, si alguien tenía algo asegurado en esas elecciones del 2021, ese era él. Salió elegido diputado de primero en el voto lista al Consejo Legislativo.    

El rocambolesco ejemplo barinés

Las elecciones para gobernador de ese 21 de noviembre de 2021 las ganó el abanderado de la Mesa de la Unidad, Freddy Superlano, quien superó a Argenis Chávez, candidato oficialista, aspirante a la reelección y hermano del finado comandante, el último de la todopoderosa familia en puesto de mando, por menos de 200 votos.

A partir de allí se produjeron los rocambolescos hechos que inspiraron la pieza que hoy lleva por título “el ejemplo barinés”, y en la cual Sergio Garrido pretende aparecer siempre en rol protagónico:

“Después de dos o tres días de protestas en la calle -rememora la fuente que narra esta historia-, el oficialismo reconoció la derrota, pero el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ordenó repetir la elección al considerar que Freddy Superlano estaba inhabilitado por presuntas denuncias de corrupción presentadas en la Contraloría General. La nueva votación fue fijada para el 9 de enero de 2022”.

“De seguidas, la MUD se centró en la búsqueda de un candidato para sustituir al inhabilitado. Escogió a su esposa, Aurora Silva de Superlano. No pudo ser inscrita por aparecer como inhabilitada en el sistema de postulaciones del poder electoral. Luego nombró al exalcalde de Barinas, Julio César Reyes. Fue rechazado por la misma razón. Simultáneamente se propagaron amenazas de inhabilitación de algunos alcaldes que estaban visualizados como posibles candidatos. El Gobierno estaba dispuesto a inhabilitar a todo el que tuviera liderazgo, a todo el mundo”.

“Cuando se dan cuenta del plan -precisa-, a algunos dirigentes se les ocurre escoger a un candidato que ya estuviera reconocido. Constataron que los diputados regionales ya habían sido proclamados y juramentados ante la propia Cámara Legislativa Regional. Era evidente que el costo de inhabilitar a un cargo ya incorporado resultaba más alto. Se fueron al voto lista, escogieron al primero, que era Sergio Garrido, como ya expliqué. Se fueron por él. Salió su número y hoy es el gobernador de Barinas”. 

-Pero hoy es visto como el hombre que puso fin a la hegemonía chavista en Barinas.

-No, vale. El que le ganó a los Chávez en Barinas fue Freddy Superlano. Él fue candidato por una circunstancia. Él no hizo nada. Él era un mirón de palo. Su único mérito fue ser el primero en la lista. Si no hubiese sido diputado, no habría sido candidato. Ahí,en ese momento, cualquiera hubiera ganado la gobernación.

– ¿Cualquiera? Pero él obtuvo en la segunda elección más votos que Superlano.

-Y Jorge Arreaza, un rival impuesto desde Caracas y sin ninguna afinidad con el estado, sacó más que Argenis Chávez, quien renunció a ser candidato luego de perder con Superlano. Lo que ocurrió fue que las inhabilitaciones aumentaron la participación. Ese rechazo produjo un incremento de votantes. En Barinas se ganó por el rechazo a la familia Chávez. Superlano ganó con la promesa de impulsar un cambio político. No ofreció construir aceras. Y con Sergio hay una gran decepción, porque la gente sabe que está a disposición del oficialismo.

Blandengue desde el principio

– ¿Por qué se ablanda?

-Él siempre tuvo una posición blandengue con el gobierno. Intentó ser ambiguo. Pero, desde el principio, a pesar de existir pruebas para denunciar a Argenis Chávez por corrupción, malversación y todo lo demás, no lo hizo. Una de sus primeras iniciativas consistió en hablar con el procurador, Fernando Monsalve, para que no presentara ningún tipo de denuncias contra Argenis Chávez. En su momento, se comentó que, a través de Julio César Reyes, su actual secretario de gobierno (no hay que olvidar que fue alcalde del chavismo durante ocho años), llegaron a un acuerdo para no perjudicar a la familia.

– ¿Y en este momento, vistas sus posiciones, ya no tan ambiguas, lo ubicaría en el grupo de los alacranes?

-No. Con los alacranes no tiene tanta relación. Su acercamiento es directo con el oficialismo. El puente con Maduro, con la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, y, sobre todo, con el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, se lo tendió Julio César Reyes. Su línea de acción la reveló en una de las primeras entrevistas que concedió tras su elección. En esa oportunidad, enfatizó ante Carla Angola su reconocimiento a Nicolás Maduro como presidente de la República. 

– ¿Qué busca con sus posturas en contra de la opción de María Corina?

-En principio, favores del gobierno. La facilitación de supuestos recursos para hacer gestión. En eso andan los cuatro gobernadores opositores. Por cierto, con Alberto Galíndez, gobernador de Cojedes, se entiende muy bien. Luego, que el gobierno pase por alto las denuncias de malos manejos que ya son públicas, incluidas las acusaciones de nepotismo. Sergio es un tipo miedoso, fácil de manipular, pero el poder lo ha embelesado. Con lo de María Corina salió maltrecho. Su posición tuvo un costo, por la paliza que le dio en el estado. Pero él está dispuesto a seguir esta corriente.

– ¿Está en el juego de Maduro?

-A Maduro le conviene tenerlo así, de perfil opositor, de media tinta. No lo ataca. Lo beneficia. Le conviene ese tipo de opositor. Le hace algún que otro favor económico, que es lo que todos buscan.

– ¿A qué apuesta Garrido?

-Sergio apuesta a la plata. Su proyecto es económico. Él sabe que llegó por carambola y quiere salir arreglado. Por amor a la plata es capaz de todo. Eso es lo que lo mueve. Esto es una lotería que el hombre se sacó y no quiere desaprovechar el momento. Está en lo de él.

La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.

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