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¿Cómo te manipulan a través del lenguaje y las emociones? Parte (I)

¿Cómo te manipulan a través del lenguaje y las emociones? Parte (I)

 Homologado a una computadora, el hombre, al igual que estas, puede programarse y el lenguaje es la forma de hacerlo.

Por Maibort Petit

  Desde el discurso público es posible generar un conjunto de emociones dirigidas a controlar la conducta del ser humano, al fijar en el hombre creencias que tienen por objetivo la manipulación social. Así nos lo explica Carme J. Huertas, filóloga especializada en lingüística computacional y escritora, quien ha estudiado el proceso del conocimiento y la conducta a través del lenguaje, el cual se convierte en instrumento para establecer creencias y emociones en el hombre, logrando con ello su entera manipulación. 

  En su conferencia “Ingeniería lingüística: Cómo, desde el discurso público, se utilizan los mecanismos del lenguaje para la fijación de creencias, la generación de respuestas emocionales y la manipulación social”, la académica explica los mecanismos de la ingeniería lingüística, una sub-área de la inteligencia artificial que está conformada por la lingüística, la informática y la psicología, áreas del conocimiento que han sido estratégicamente separadas en el sistema educativo para evitar la formación de profesionales en el área.

 Huertas refiere que en la ingeniería lingüística convergen la matemática y la lengua que conforman una mezcla imprescindible de esta ciencia que no es más que el proceso del lenguaje a través de la tecnología y de la informática. La aviesa separación de estos en la educación formal ha llevado a que los equipos de ingeniería lingüística tengan que ser multidisciplinares, porque se requieren lingüistas, informáticos y psicólogos, estos últimos necesarios porque la finalidad de esta especialización es acercarnos al lenguaje natural.

  La especialista indica que desde el discurso público se utilizan los mecanismos del lenguaje para la fijación de creencias, esto para generar respuestas emocionales y, por ende, la manipulación de la sociedad. 

  La ingeniería lingüística, explica, sirve tanto para crear aplicaciones utilísimas como son los correctores de textos, los diccionarios en internet, los traductores, el reconocimiento de voz, la predicción de redacción pres ente en aplicaciones de la telefonía móvil, como para ideologizar a la sociedad y censurarla. Y es que esto es posible mediante la utilización de algoritmos y software, pues, explica, “el teléfono es tonto, lo que es inteligente es la inteligencia artificial que está generando un lenguaje natural o que pretende acercarse al lenguaje natural, a través del conocimiento del lenguaje”.

  Y entonces, Carme Huertas expresa: “Estamos en un momento de la historia único en el que se nos está manipulando a través del lenguaje. Alguien sabe que esto es tan importante que lo divide en la enseñanza obligatoria para que no tengamos especialistas que dominen ambos campos. Este lenguaje es tan importante, es la base imprescindible para inteligencia artificial. Estamos ante un mundo que no sabemos hasta dónde llegará (…) Se puede manipular todo desde la lingüística. Estamos ante un mundo donde todos los parámetros que conocemos, van a cambiar”.

Niveles neurológicos y lenguaje

  Carme Huertas divide su ponencia en cuatro bloques, a saber: Niveles neurológicos y lenguaje; Ingeniería lingüística; Cómo han logrado el nivel de obediencia; y Desprogramación.

  En esta primera entrega, nos referiremos a los niveles neurológicos y lenguaje, lo cual es fundamental comprender, por cuanto nos permite entender a través del lenguaje se manipula a la sociedad y cómo inducen creencias en la población.

 Advierte que, a diferencia de lo que se piensa, el hombre no analiza las palabras con la razón, sino que las procesa con las emociones. “Pensamos que somos mamíferos inteligentes, no es cierto, somos animales emocionales y quien sabe mover las emociones es quien tiene el control del poder. Entonces no somos animales inteligentes, lo siento, nuestras respuestas son viscerales y las toma el cerebro límbico mucho antes de que llegue la información al cerebro humano o lógico”, sentencia.

  Para explicar el proceso, se remite a lo expuesto por el psicólogo Robert Dilts, quien a través de un esquema que asemeja a un iceberg o a una pirámide, da a conocer como funciona el sistema.

  Una parte es consciente y la otra inconsciente, ubicándose en la primera las acciones del individuo, son los hechos, las reacciones del hombre, las cuales son controladas desde el inconsciente, es decir, las actitudes, las creencias, los valores, la identidad y la identidad transpersonal

  Alerta que para la inconsciente todas las creencias son ciertas, puesto que no se puede creer lo que no es, por ello tenemos reacciones antes hechos que son ficción, como el cine, de allí el sudor, el miedo, la aceleración del corazón que algunas películas nos provocan.

  Entonces, Huertas revela que la en la actualidad, la educación está sustentada en creencias, no en saberes. En la escuela se enseñan hipótesis, ideas que se venden como verdades, “cuando no son ni siquiera eso, son ideologías que si creemos estamos perdidos, porque para nuestro inconsciente todas las creencias son ciertas. Los procesos relacionales que hacen a partir de ahí nuestro cerebro irá a buscar sus referentes en las creencias”.

  La académica advierte que esto es fundamental entenderlo, pues de esta manera se mantiene a la sociedad ignorante de la realidad. De allí que quienes son “más reticentes a aceptar la verdad de toda la situación que estamos viviendo son precisamente las personas con formación universitaria, porque tienen toda la enseñanza introducida por intravenosa en el nivel de las creencias. Entonces, aunque quieran convencerlos no van a poder”.

 Refiere que, en lo atinente a la identidad transpersonal, la política se vale de grupos de pertenencia que buscan dividir a la sociedad.

  Al esquema de Dilts, Carme J. Huertas le hace adaptaciones para reflejar cómo a las categorías neurológicas explicadas por el primero, ella le suma las categorías gramaticales que le son equivalentes. 

 Alerta que la gramática no la inventan los lingüistas ni los gramáticos, sino que es la forma que tiene el cerebro de procesar la información.

 Refiere que la ingeniería lingüística busca “identificar el lenguaje natural para poder entrar en la mente, introducir mensajes que a nivel conscientes no se identifican, pero en el inconsciente, sí”. Es decir, procura entrar a través de las experiencias, de los valores, de las creencias y de las actitudes de grupos de pertenencia. 

 Ejemplifica con una conversación íntima en la que se utilizan el “Yo” y el “Tú”, mientras que con aquellos que se busca mantener distancia, nos valemos del “Usted”.

Los tres niveles del cerebro

  Carme Huertas refiere que el lenguaje es procesados a nivel mental, cerebral, pero advierte que el cerebro no funciona como una máquina perfecta unitaria, sino que existen tres niveles neurológicos claramente diferenciados.

  Estos niveles, a saber, son el del cerebro reptiliano, que tiene que ver con el instinto y la supervivencia; el cerebro límbico, encargado de las emociones y la percepción no consciente; y el neocortex también conocido como cerebro humano, encargado del raciocinio y la reflexión.

  Indica que el cerebro reptiliano es el más primitivo, el interno, el que se encarga de las funciones vitales y de los instintos, el cual funciona de manera automática. El hombre no tiene que preocuparse por la respiración o los latidos de su corazón, pues el cerebro reptiliano se ocupa de ello. 

 El cerebro reptiliano se desarrolla en la etapa intrauterina, en la gestación, la concepción y el parto.

 Luego, el cerebro límbico que funciona con las emociones y que utiliza un lenguaje de programación, de órdenes, de instrucciones que se ejecuta con archivos auto-ejecutables, es decir, que siempre se activa a una orden. Es el cerebro de las emociones y los impulsos que funciona con un lenguaje inconsciente. “Es rápido y automático, da respuestas relacionales y emocionales, entiende las ordenes y pone en marcha las funciones fisiológicas. Es el que hace que sudemos, que nos pongamos nerviosos, es el que organiza las respuestas del sistema endocrino y de todo el sistema nervioso.

  La etapa de vida en que este cerebro y este lenguaje se desarrolla es la infancia y la adolescencia. 

  Después tenemos el neocortex o cerebro humano, la corteza cerebral, el cual utiliza un lenguaje de compilación, equivalente a los lenguajes compilados que usa la computadora, donde al activar el Unicode, este icono da instrucciones y ejecuta programas complejos. Aquí el lenguaje es más elaborado, no son simples instrucciones como en el límbico.

  Este cerebro se desarrolla en la etapa adulta y es el único que es consciente, “es más lento, necesita ser procesado e interpretado y requiere un software que se llama lenguaje”. 

  Este programa puede entender instrucciones a través del lenguaje y procesa todos los procesos relacionales, la comprensión, el léxico, las experiencias, donde funcionan todos a la vez, al igual que las computadoras. 

 Huertas sentencia nuevamente: El lenguaje de computación, la lingüística computacional, la ingeniería lingüística, intentan imitar el lenguaje humano y no al revés. 

  En tal sentido, refiere que desde siempre la informática ha intentado imitar los funcionamientos del lenguaje humano para poder controlar, a través de este software, las actitudes, las emociones, las respuestas incluso viscerales por grupos de pertenencia. 

“El lenguaje informático está copiando el lenguaje natural y no al revés. Así que no es casualidad que se parezca, pues es exactamente lo que quieren, encargarse de nuestra mente a través del lenguaje. Por eso no quieren que nadie sepa cómo funciona, por eso no hay especialistas en el tema”, explica. 

  Carme Huertas refiere las similitudes existentes entre el lenguaje humano y el lenguaje de computación y explica que funcionamos de manera similar a las computadoras y podemos realizar simultáneamente varias actividades, es decir, ejecutamos al mismo tiempo varios programas de software.

  Lo grave, subraya Huertas, es que somos usuarios de un cerebro cuyo funcionamiento desconocemos por lo general, por lo que el hombre se encuentra a merced de quienes sí lo conocen, de los programadores.

  Refiere que el ADN tiene una estructura lingüística que reacciona al lenguaje y en razón a su similitud con una computadora, es susceptible de ser programado por otros, es decir, puede ser víctima de manipulación a través del lenguaje con que se le programa. Esto se logra mediante el manejo que se hace de las emociones y creencias. “Por eso les digo que no se puede convencer a las personas que se están creyendo lo que les explican por la televisión, porque a nivel de creencias, la decidibilidad está marcada por el programa emocional, por tanto, no pueden cambiar de opinión, aunque quieran”. 

  Finalmente, Huertas destaca que de allí que “alguien que se ha dedicado toda la vida al lenguaje de informática con programas de Microsoft está ahora interesado en el lenguaje de control a través del lenguaje”. En este sentido, hace mención al programa Big-Data de Microsoft Project Hanover, en el cual en la actualidad se trabaja “para no solamente dominar a la población a través del lenguaje como lo voy a mostrar, sino para generarse big data, enorme, de todos los datos, y poderlos procesar”.

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