Los 4 Halcones de Trump: Congresistas Republicanos que Persiguen a Petro en la Nueva Estrategia de EE.UU.
Desde Nueva York, especial para Las2Orillas
Cuando hace apenas unos meses la relación entre Estados Unidos y Colombia se interpretaba —al menos formalmente— como una vieja alianza estratégica en América Latina, lo que ocurre hoy pinta otro cuadro: sanciones, amenazas de aranceles, insinuaciones de operaciones militares en territorio colombiano.
La existencia de un documento misterioso bautizado “la doctrina Trump para Colombia y el hemisferio occidental” que circula por los pasillos de Washington, fue confirmada con el hallazgo de una fotografía descubierta por la revista colombiana Cambio cuando uno de sus reporteros rastreaba en el portal oficial de la Casa Blanca. La manera como estaba ilustrada no podía ser menos inquietante: la imagen del presidente Gustavo Petro enfundado en un uniforme de presidiario.
En esa vorágine han emergido varios congresistas republicanos que han decidido convertir al presidente Petro en su gran blanco. Son los halcones — o, como les dicen en Washington, los “hawks” que hoy conducen la ofensiva contra el mandatario colombiano.
Aquí presentamos el perfil de quienes han vuelto a Bogotá un foco de atención en Capitol Hill, acompañado de lo que han dicho, lo que han hecho y cómo su empuje ayudó a desencadenar las acciones del ejecutivo estadounidense.
El senador Bernie Moreno de empresario a influyente Trumpista
En nombre más familiar de ellos entre las comunidades hispanas es el de Bernie Moreno, senador por Ohio. Nacido en Bogotá, en 1967, Moreno representa un curioso puente entre Colombia y Washington. ¿Qué ha hecho respecto a Petro.
En una carta al Secretario de Estado Moreno exigió que tres grupos armados en Colombia —las disidencias de las FARC “EMBF”, el “Gaitanist Self-Defense Forces” (Clan del Golfo) y los “Conquistadores de la Sierra Nevada” (ACSN) — sean designados como Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO) por Estados Unidos.
Fue identificado por medios como uno de los líderes de la campaña en Washington contra Petro, junto a otros legisladores republicanos, vinculando la “doctrina Trump” con el presidente colombiano.
En su último viaje a Colombia Bernie Moreno y otros políticos norteamericanos se reunieron con el precandidato presidencial Miguel Uribe Londoño
¿Por qué importa? Moreno combina raíces colombianas con influencia en el Senado. Su activismo contra Petro —vinculándolo con narcotráfico, con grupos armados y haciendo exigencias de sanciones— ha ayudado a endurecer el tono en Washington. Además, su origen colombiano añade simbolismo: “un colombiano que demanda sancionar al presidente de su país de origen”, resuena fuerte.


¿Qué ha dicho? Ha descrito los grupos a los que Petro abre oportunidad de diálogo como “terroristas que amenazan la seguridad de E.U. Tras la sánción del 24 de octubre de 2025 contra Petro y familiares «(por parte del Tesoro estadounidense) el artículo de El País cita que Moreno dijo “FAFO” (i.e., “Fuck Around and Find Out”) tras cumplirse la amenaza. El País English
La voz del pesada del representante de la Florida decidido a golpear a Petro
En las mismas estancias se mueve Carlos A. Giménez, representante por Florida, estado con una importante diáspora colombiana, y voz activa en política exterior hemisférica.
¿Qué ha hecho respecto a Petro? En múltiples tuits y declaraciones lo acusó de tener una “agenda peligrosa para Colombia y la región” y dijo: “Petro no representa sus valores.” En octubre de 2025 arremetió con insultos directos: lo llamó “payaso”, insinuó que consumía drogas y lo acusó de costarle caro al pueblo colombiano.
¿Por qué importa? Giménez aporta la voz estridente de la Cámara de Representantes en este frente. Su agresividad mediática amplifica la presión pública sobre el gobierno de Petro, y por su base electoral (Florida, con muchos colombianos) tiene un canal directo para traducir aquello en influencia política.
¿Qué ha dicho? “Gustavo Petro acaba de firmar su propia sentencia”, ha sido una de sus frases más efectistas. Ha ido mucho más lejos: “No necesitamos que nadie nos convenza de que Gustavo Petro es un drogadicto corrupto, patético e incompetente”.
Una cubana norteamericana que pasó de periodista de televisión a radical congresista Republicana
A sus voces se suma la de María Elvira Salazar, también representante republicana por Florida. Es una periodista de origen cubanoamericano que se convirtió en congresista por el sur de Florida. Tiene sensibilidad hacia los asuntos latinoamericanos y una audiencia hispana dominante.
¿Qué ha hecho respecto a Petro? En audiencia en la Subcomisión para el hemisferio occidental, denunció al gobierno Petro por “aprobar el crecimiento del narcotráfico” y “apoyar dictadores” como Nicolás Maduro. En octubre 2025 declaró que Petro “es lo peor que le ha pasado a Colombia en su historia reciente. Su proyecto no es de justicia social, es de poder, corrupción e impunidad para criminales”.
Ha criticado que las plantaciones de coca crecieran un 300 % bajo el gobierno Petro: “una vergüenza para el país”, ha dicho.
¿Por qué importa? Salazar representa un canal clave de la hispano-comunidad de Florida hacia la política exterior de E.U. y su discurso ayuda a construir la narrativa de “Petro como enemigo” dentro de ese segmento electoral y mediático.
Un republicano más conservador que el propio también tiene en la mira al Presidente de Colombia


De esta ‘antología’ no podía escapar Lindsey Graham, senador de Carolina del Sur y más republicano que el propio Trump, según dicen sus amigos. Se trata de un veterano político con gran influencia en asuntos de seguridad exterior y consejero cercano del presidente Donald Trump.
¿Qué ha hecho respecto a Petro? En entrevista del 26 de octubre 2025, afirmó que el presidente Trump le dijo que “planea informar a los miembros del Congreso, cuando regrese de Asia, sobre futuras operaciones militares contra Venezuela y Colombia”. Político
En mensaje en X afirmó que Colombia “será golpeada no sólo en sus narcotraficantes sino donde duele más: en el bolsillo”, anunciando aranceles y sanciones económicas contra el país como castigo.
¿Por qué importa? Graham no sólo habla: articula presión militar y económica de alto nivel. Su respaldo da tono de política de estado al caso colombiano y explica cómo la ofensiva dejó ser solo diplomática para volverse estratégica.
¿Cómo encajan en el “cambio de postura” hacia Petro?
Estas cuatro figuras conforman lo que podríamos llamar el núcleo duro del nuevo enfoque de Estados Unidos hacia Colombia bajo el paraguas de la llamada “doctrina Trump” (aunque no exista un texto oficial ampliamente difundido con ese nombre). Ellos han hecho tres cosas clave:
1. Construir la narrativa: Ha sido necesario definir a Petro como un problema, no sólo para Colombia, sino para los intereses de EE. UU.: narcotráfico, apoyo a dictadores, debilitamiento de la alianza bilateral. Giménez, Salazar y Moreno han ayudado con declaraciones agresivas que han mediatizado el conflicto.
2. Presionar al Ejecutivo: Al emitir cartas, tuits, declaraciones públicas, han creado una atmosfera en Washington en la que la Casa Blanca y el Tesoro sintieron margen político para actuar (ejm. sanciones del 24 de octubre 2025 contra Petro y su familia). APNews
3. Expandir las herramientas: No se quedan sólo en sanciones diplomáticas, sino que han abierto posibilidades de aranceles (Graham) y de acciones militares (Graham) — transformando la relación de cooperación en una de presión directa.
Así pues, cuando vemos que la administración Trump revoca visas, descertifica la cooperación antinarcóticos con Colombia, contempla un documento filtrado de “doctrina Trump para Colombia” y amenaza con aranceles y acciones militares — no es un accidente: es la conjunción de estos legisladores empujando un giro estratégico.
La campaña de presión contra el presidente Petro ya no es solo bilateral, es estructural: los halcones del Capitol Hill han logrado que Washington interprete a Colombia como un campo de batalla de la “guerra contra el narco terrorismo” mucho más que como un socio tradicional.
La pregunta ahora es: ¿responderá Bogotá con más concesiones, con retos diplomáticos o revertirá postura? Y, sobre todo, ¿hasta dónde llegará esta ofensiva norteamericana? A medida que los engranajes de esta “doctrina” se mueven, lo que está en juego es mucho más que drogas: es la soberanía, el comercio bilateral y la relación histórica entre dos países que destacaron su “alianza” por décadas.




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