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El mercado percibe con ambigüedad los riesgos geopolíticos

El mercado percibe con ambigüedad los riesgos geopolíticos

Panorama internacional

La anticipada represalia militar israelí, en respuesta al ataque misilístico de Irán de principios de octubre, ha controlado el sentimiento del mercado petrolero, que le asigna alguna probabilidad a que se afecten las instalaciones de producción y exportación de los iraníes. A pesar de que el ataque no se ha materializado hasta el momento de escribir, ya ha tenido efectos tangibles en la logística petrolera mundial.

Por otra parte, aunque el último huracán en el golfo de México, Milton, de categoría 5, causó daños considerables en el estado de Florida, no impactó en forma perceptible la industria petrolera. La macroeconomía global se mantiene en estado de observación, esperando el comportamiento de la inflación: con tendencia a la baja en Europa; pero, en EE. UU. un poco más terca que los deseos de la Reserva Federal. Mientras tanto,  en China, la economía sigue en estado de cuidado. Los precios del petróleo se mantuvieron entre 78 y 80 dólares por barril sin reaccionar al regreso de Libia a los mercados, ni a al incremento de los inventarios comerciales de crudo en EE. UU. 

Geopolítica

Toda clase de especulaciones se tejieron después de que el consejo de seguridad de Israel discutiera las opciones de respuesta al ataque con misiles de Irán, y que el ministro de Defensa, Yoav Gallant, dijera que la respuesta de la nación sería una sorpresa letal. Se mencionaba como posible fecha para el ataque el 7 de octubre, el aniversario de la incursión de Hamás en Israel; también se barajó el 12 de octubre, la más importante de las festividades judías, Yom Kipur, pero el ataque israelí sigue aun sin ejecutarse. 

La situación mantiene en vilo a los países con intereses en la región. La preocupación mayor se centra en que un ataque a las instalaciones petroleras de Irán, particularmente a la terminal de exportación de la isla de Kharg, que podría desencadenar un conflicto más amplio y llevar a Irán a tratar de interrumpir el flujo de petróleo a través del estrecho de Ormuz: 30 % de la producción mundial de petróleo fluye es exportada a través de ese canal de navegación.

EE. UU. mandó una flota de aviones de guerra a la región. Arabia Saudita cerró su espacio aéreo para evitar ser percibidos como colaboradores con un potencial ataque israelí. Rusia, en la persona de Putin, está haciendo contactos personales con jefes de Estado regionales después de reunirse con su homólogo iraní, Masoud Pezeshkian. A su vez, China, el principal o casi único receptor del crudo exportado por Irán, se preocupa por el potencial ataque al terminal de Kharg, y seguramente presiona por sus canales diplomáticos. 

Los funcionarios estadounidenses creen que Israel ha decidido sobre los posibles objetivos a lo que apuntarán en su respuesta al ataque de Irán, que estos funcionarios describen como infraestructura militar y energética iraní. No hay indicios de que Israel apunte a instalaciones nucleares o lleven a cabo asesinatos, pero los funcionarios estadounidenses enfatizaron que los israelíes no han tomado una decisión final. Por su lado, el gobierno iraní intensifica sus esfuerzos diplomáticos buscando que la presión de otros países conduzca a Israel a minimizar el alcance de su respuesta.

Después de semanas de intensa diplomacia, destinada a asegurar un alto del fuego entre Israel y los militantes de Hezbollah, luce que EE. UU. ha optado por un enfoque completamente diferente: dejar que el conflicto en curso en el Líbano se desarrolle. Ahora, los funcionarios estadounidenses han abandonado sus llamados a un alto el fuego, argumentando que las circunstancias han cambiado. El representante del Departamento de Estado, Matthew Miller, indicó que: “Apoyamos que Israel lance estas incursiones para degradar la infraestructura de Hezbollah para que, en última instancia, podamos obtener una resolución diplomática”. 

Por su lado, los rebeldes hutíes se mantienen, activos lanzando misiles hacia Israel, que fueron interceptados en el camino y continúan con sus ataques, algo azarosos, al transporte marítimo de la zona.

En el frente ruso/ucraniano, se reporta que Rusia lanzó el jueves una ofensiva a gran escala en la región de Kursk, rompiendo las defensas ucranianas, según fuentes tanto ucranianas como rusas. La aplicación ucraniana, Deep State Map, informa que las fuerzas ucranianas pueden haber perdido hasta 14,7 millas cuadradas de territorio en solo un día y advierte de un posible cerco a las tropas ucranianas en ciertas áreas. De continuar este ataque ruso, podría cambiar el balance relativamente estancado hasta ahora.

Fundamentos

La preparación para contrarrestar la represalia israelí ha alterado el funcionamiento del terminal de la Isla Kharg. La exportación iraní, en los últimos días, ha caído en cerca de setecientos mil barriles por día (700 MBPD) con respecto al mes anterior. Un volumen que prácticamente compensó, barril por barril, el retorno del crudo libio al mercado.

La invasión de Rusia a Ucrania ha provocado sucesivas oleadas de sanciones económicas occidentales; sin embargo, esto no ha afectado de manera importante la exportación de crudo y productos rusos. Rusia ha sido capaz de armar una flota “fantasma” dispuesta a transportar crudo ruso a sus principales clientes, India y China. Menos conocido es que los países de Europa Este continúan recibiendo y procesando crudo ruso, al igual que lo hace España, aunque muy discretamente. En estos momentos preelectorales, EE. UU. parece permitir esta inefectividad de sus sanciones, ya que ayudan a mantener el suministro mundial sin mayores sobresaltos.

Sin embargo, la producción rusa ha caído un 13 % desde antes a la invasión (enero de 2022), hasta unos nueve millones cien mil barriles por día (9,1 MMbpd).  Contrarrestar la declinación de sus campos ha sido cuesta arriba debido a las dificultades para sustituir por productos nacionales las importaciones sancionadas de equipo y servicios petroleros. Para disfrazar este efecto, justifican la caída con el cumplimiento de cuotas de la OPEP+.

En Libia, las facciones en disputa por el control del país alcanzaron un acuerdo y el crudo comenzó a fluir a los mercados, a un flujo estable de un millón doscientos mil barriles por día (1,2 MMbpd).

De acuerdo a la Agencia de Información Energética (EIA), los inventarios comerciales de crudo en EE. UU. aumentaron en cinco millones ochocientos mil barriles (5,8 MMbbls), en parte por menores niveles de refinación. La agencia también reportó un incremento de cien mil barriles por día (100 Mbpd) en la producción de crudo, aunque puede ser solo parte del ajuste periódico y cálculo del inventario. El poco efecto que esta información tuvo sobre los mercados, probablemente se debió a que estaba acompañado de una caída inusualmente grande de los inventarios de gasolina de seis millones de barriles (6,3 MMbbls). Baker Hughes reporta un aumento de una unidad en los taladros activos en EE. UU., pero sin cambio en la actividad en la cuenca del Pérmico, la más importante de todas; también reporta un aumento de 16 unidades en el resto del mundo.

Ha transcurrido casi un mes desde que el Banco Popular de China puso en marcha medidas de estímulo monetario. Los mercados financieros chinos y asiáticos reaccionaron favorablemente; sin embargo, el entusiasmo inicial dio paso a las preocupaciones sobre si el estímulo anunciado se ejecutaría y si sería lo suficientemente grande como para reactivar el crecimiento.

El sábado, 12 de octubre, del ministro de finanzas chino, Lan Foan, presentó el esperado anuncio de China sobre sus planes de estímulo financiero. El anuncio se limitó a reafirmar las intenciones del gobierno central, pero pocos detalles medibles que los inversores necesitan para justificar su continuada presencia en el segundo mercado bursátil más grande del mundo. Esta incertidumbre no representa una buena señal para la futura demanda petrolera china. De hecho, según las últimas cifras publicadas por Reuters, las importaciones de petróleo de China caen en septiembre por quinto mes consecutivo respecto al año anterior, una consecuencia de bajos márgenes de refinación y mantenimiento en refinerías. 

El Banco Mundial advirtió: “Durante tres décadas, el crecimiento de China se ha extendido beneficiosamente a sus vecinos, pero el tamaño de ese ímpetu ahora está disminuyendo”. El reciente apoyo fiscal puede impulsar el crecimiento a corto plazo, pero el crecimiento a largo plazo dependerá de reformas estructurales más profundas.

Comportamiento de los precios

La posible represalia de Israel sobre Irán y el potencial efecto colateral ha hecho que los precios del crudo retornen a niveles cercanos a los 80 dólares por barril; esto a pesar de varios empujes a la baja en los precios por eventos que amenazan la integridad de la demanda e, inclusive, señales de incremento en el suministro. El impacto de los riesgos geopolíticos están por ahora en control de la percepción del mercado.

A pesar de que los precios se erosionaron ligeramente el viernes, cerraron la semana con ganancias, al igual que la semana anterior, todo en función de las tensiones geopolíticas. Así las cosas, los crudos marcadores Brent y WTI, al cierre de los mercados el viernes 11 de octubre, se cotizaban en 79,04 y 75,56 dólares por barril respectivamente, mostrando un incremento de poco más de un 1 % con respecto a la semana anterior; un aumento modesto dado el potencial impacto de la tensión en el Medio Oriente.

Venezuela, sin progreso visible

La semana estuvo caracterizada por relativamente pocos sucesos relacionados con la resolución de la crisis política, y el mucho uso de los medios controlados por el régimen para distraer al país, con base en noticias escandalosas y la Navidad más extensa del mundo cristiano. El paso del tiempo acorta la estrecha la ventana para una negociación para la transición. Tanto Nicolás Maduro como Edmundo González afirman que se juramentarán como presidentes, el 10 de enero del 2025.

Algunos observadores opinan que Edmundo González, para efectos de efectividad política, está siguiendo la letra del infame documento firmado en la embajada española en Caracas, donde indicaba que tendría una actividad pública limitada. Se menciona, en apoyo de esa observación, el hecho de que el presidente electo no se dirigió a los asistentes en un reciente acto multitudinario en la capital española, ni ha viajado o dado ruedas de prensa en persona. Mientras, en Venezuela, María Corina Machado continúa en su campaña para mantener la esperanza de lo que para ella es el inevitable cambio político.  Por su parte, el canciller de la Unión Europea, Josep Borrell, y el jefe de la misión norteamericana a para Venezuela, Francisco Palmieri parecen estar de acuerdo que la presión internacional es fundamental en la resolución del conflicto.

En España se revivió el escándalo de la visita de la vicepresidenta Delcy Rodríguez al aeropuerto de Barajas, en el 2020, conocido como el “Delcygate”; más ligado a la diatriba interna en el país ibérico que a la política venezolana. El presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, en una evidente estrategia de distracción, volvió a exigir la ruptura de todo tipo de relaciones con España; una reiteración de una anterior resolución de la Asamblea Nacional a tal efecto. En esa ocasión, Rodríguez, Jorge, había olvidado que Venezuela depende en gran parte de la gasolina que trae Repsol, las divisas que vienen de Repsol, y que la cancelación de los numerosos vuelos entre los dos países, dejaría al país casi totalmente aislado. Para sosiego del régimen, Rodríguez, Delcy, en su capacidad de recién estrenada ministra de petróleo, rápidamente desactivó la bomba sembrada por su hermano y se reunió con Repsol. Le recordó a la compañía española que su gobierno acaba de extender los límites del bloque que Repsol opera en el occidente del país, y que dicha extensión incluía acceso a los mejores yacimientos de la cuenca del lago de Maracaibo. 

En el aspecto económico, la política sí ha tenido cambios. Tal como lo mencionamos la semana pasada, la combinación de anclaje cambiario y niveles elevados de gasto público, sin aumento de la disponibilidad de divisas, era una proposición insostenible. De manera que, en primera instancia, el gasto público fue reducido hasta donde da la cobija, en casi un 30 %. El viernes pasado, se devaluó el Bolívar con respecto al dólar oficial en un 3,4 %. El subterfugio utilizado por el Banco Central (BCV) fue la “subasta” a la banca de MM$ 30 a una tasa cercana a 40 bolívares por dólar en un proceso con un piso de 39 bolívares. Esto cerró la brecha entre el oficial y el paralelo a un 22 %, un 4 % menos que el día anterior.

También se restringió la liquidez por la vía de la eliminación de las rebajas aplicadas al encaje bancario, revirtiendo la tendencia a partir de julio de 2024 y que había permitido a la banca dar mayores créditos. En todo caso, se trata de solo medidas paliativas a una economía enferma de gravedad.

Operaciones petroleras

Las únicas empresas mixtas que han estado aumentando su producción son las operadas por Chevron y Repsol. Ni siquiera Maurel & Prom, generalmente mencionada en el mismo grupo, ha tenido un efecto marcado sobre la producción.

La producción en los primeros días de octubre promedió ochocientos cuarenta y seis mil barriles por día (846 Mbpd), ligeramente superior al cierre de la semana pasada. La distribución geográfica de la producción promedio se desglosa a continuación:

Occidente 193 (Chevron 89)

Oriente 139

Faja del Orinoco 514 (Chevron 110)

TOTAL846 (Chevron 199)

El nivel de procesamiento de las refinerías nacionales se situó en 187 mil barriles diarios de crudo y productos intermedios, con un rendimiento en términos de gasolina y diésel de 58 Mbpd y 71 Mbpd respectivamente. La demanda interna de gasolina se estima se sitúa entre los 120 Mbpd  y 140 Mbpd, por lo tanto, para satisfacerla el país depende de los trueques de petróleo por gasolina que ejecuta Repsol.

Las exportaciones de octubre se mantienen en línea a los planes de exportación del mes de 660 Mbpd, en parte para aliviar los abultados inventarios en el terminal de Jose.

La semana pasada informamos que Repsol había cargado 100 Mbpd de crudo con destino a España. En realidad, parte del volumen levantado, unos 45 Mbpd, fueron llevados a EE. UU., específicamente la parte utilizada para el trueque por gasolina, el resto del volumen se envió a España. 

 En el mes de septiembre, las deudas de PDVSA con Chevron y Repsol fueron reducidas en unos noventa millones de dólares americanos (90 MM$), de un total inicial de alrededor de tres mil millones de dólares (3 MMM$), entre las dos empresas.  

La empresa Jindal de India, que recientemente fue escogida como Socio B en la Empresa Mixta (EM) PetroCedeño, ha anunciado su retiro del proyecto. Aunque públicamente no se dieron razones para tal decisión, se presume que no llegaron a acuerdos en las negociaciones de los contratos aplicables al manejo de las operaciones. Recordemos que el retiro de TotalEnergies y Equinor de esa misma empresa estuvo asociado a diferencias con PDVSA en cuanto a la operación segura del “mejorador”, cosa que debe haber aparecido en el proceso de due diligence de la empresa india. Además, es natural que con el mayor riesgo país, producto de la incertidumbre política y jurídica, los inversionistas busquen rendimientos muy superiores para compensar los riesgos inherentes a invertir en Venezuela.

La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.

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