Voces de una coalición que se acerca al poder
No hay duda de que la oposición democrática está entregada de lleno al trabajo político y electoral. Los diez partidos de la Plataforma más Vente Venezuela. De María Corina Machado para abajo, a veces juntos, a veces por separado. Con distintos niveles de integración, con organismos que se duplican. Aún en engranaje a dos meses de la votación. Nadie pone un pero al candidato presidencial, cuesta más admitir y digerir el peso abrumador del liderazgo de la ganadora de la primaria. Roberto Enríquez lo tiene claro: “La gente decidió que es la líder de esta etapa, al margen de lo electoral. Me ha demostrado temple y reciedumbre por lo que se gana cada día más nuestra confianza”.
Dirigentes de Copei, el Movimiento Por Venezuela, Pimero Justicia, más el político independiente Andrés Caleca, abordan el análisis político y electoral de la campaña en marcha. Se intentó hablar con voceros de AD y Causa R pero no fue posible. Un Nuevo Tiempo, Voluntad Popular, Encuentro Ciudadano, y Vente Venezuela han expresado sus puntos de vista en otras entregas de esta serie Rumbo al 28J.
Roberto Enríquez, abogado, de La Candelaria, nacido en 1968 -el 14 de julio, como la Toma de la Bastilla; no le viene mal-, preside el Copei legítimo (el ilegítimo es propiedad de Nicolás Maduro). Está muy contento con el crecimiento del partido en Apure, Amazonas, Guárico, Anzoátegui, Sucre, Nueva Esparta: «Una mejoría tremenda, estamos metidos a fondo, muy ilusionados».
Es un hombre equilibrado, lo que le permite decir que todos los partidos están remando para el mismo lado, cambiando las páginas del pasado por las del futuro. «Una lucha en unidad, para cobrar la victoria y que lo que venga sea paz y prosperidad y no conflictos».
Simón Calzadilla es el secretario general del Movimiento Por Venezuela (MVP), una de las tres tarjetas que postulan a Edmundo González Urrutia. Su partido nació en 2012 como un desprendimiento de Patria Para Todos (PPT), cuando Hugo Chávez pretendió que la «revolución bolivariana» tuviera un partido único.
«Rompimos y luego a los cinco días secuestraron la tarjeta del PPT». La primera de una seguidilla. En una asamblea lo eligieron secretario general de la nueva organización política que, ahora, se declara de centro, alejada de troncos ideológicos que «han sido algo nefasto». Calzadilla cree que la reinstitucionalización del país y restablecer plenamente la democracia exige un gobierno de unidad nacional: «unirnos en función de sacar el país adelante».
Andrés Caleca, economista y profesor, expresidente del CNE a fines de la centuria pasada, es independiente y en tal condición participó en la primaria del 22 de octubre, con el apoyo del MPV. Desde muchacho fue militante del Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), el partido creado de otra ruptura: en 1968 cuando el maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa lanzó su candidatura presidencial mientras AD, que ayudó a construir, elegía a Gonzalo Barrios. AD perdió por primera vez, tras los gobiernos de Rómulo Betancourt y Rómulo Gallegos. «Esta coalición opositora, de sectores variopintos, es una ventaja desde el punto de vista del entusiasmo pero es un problema desde el punto de vista de la organización del proceso”.
Juan Carlos Caldera es el representante de Primero Justicia en la Plataforma Unitaria. Merideño, nacido en 1973, abogado por la UCV, inhabilitado por la inhabilitadora Contraloría General. «El tiempo es justo -dice sobre el proceso electoral- pero lo que estamos viendo en las calles, se ve reflejado en los equipos organizados. El país está volcado». Caldera tiene claro el foco de lo que hay que hacer: la acreditación de los testigos que le permita a la alianza opositora estar presente en todas las mesas (cerca de 30.000) el domingo 28 de julio. «Los abusos que comenten no va a cambiar a nadie».
La coalición opositora es disímil. No tendría porqué ser un drama. La uniformidad y el pensamiento único están del otro lado. Durante 25 años se ha andado -a veces hacia adelante, a veces hacia atrás- con esa carga de visiones contrapuestas. La gran pregunta es cómo camina ahora.
Enríquez: “No hay que olvidar que esto ha sido muy aluvional. Estamos aún en etapa de engranaje, de ajuste. Hay que crear una gran sinergia pero hemos avanzado muchísimo. El acto de La Victoria (18 de mayo, primera presentación en un acto de masas del candidato González Urrutia) nos alinea a todos tanto en la parte política como en la estratégica y operativa. Esto no quiere decir que todo está perfecto”.
Calzadilla: “La integración de los partidos en torno a la campaña y las tareas de la campaña desde el punto de vista de la emoción y la participación es muy buena. Uno ve a todos los partidos de la Plataforma muy motivados y trabajando. Creo que falta trabajar más el tema de la articulación entre los partidos de la Plataforma, el Comando con Venezuela y Vente, en las regiones y a nivel nacional”.
Caleca: “Este esfuerzo por separado no conduce a ninguna parte. Los partidos se han integrado con mucha dificultad. No hay un comando plural. La oposición tiene que lograr, tiene tiempo pero cada vez menos, una coordinación de todos esos apoyos tan variados desde el punto de vista político. Y, por si fuera poco, tratar de incorporar a sectores organizados de la sociedad que van más allá de los partidos. Por ejemplo: federaciones sindicales, gremios organizados, los maestros, los abogados. Organizar a toda la sociedad para que su trabajo sea efectivo”.
Caldera: “La tarea fundamental de la Plataforma Unitaria es de coordinación y de discusión política. Nos reunimos sin falta todos los martes y, cuando es necesario, extraordinariamente. En la semana estamos tomando decisiones políticas. La construcción de la gran maquinaria electoral, integral, que no se agote en los niveles parroquial y municipal, es un esfuerzo unitario de todas las organizaciones. Y se chequea semana a semana”.
Una campaña atípica
El proceso iniciado el 5 de marzo, cuando el CNE y el gobierno anunciaron el cronograma electoral hacia el 28J, está concebido para mantener a Nicolás Maduro en Miraflores. Sin respaldo, sin emoción, sin dinero, sin respuestas. Un grupo, cada vez más reducido, manejando los resortes del poder para impedir que se exprese una nítida voluntad popular de cambio y de rechazo a un ciclo destructivo. La campaña avanza, milagrosamente, sobre una gran zanja de púas y zancadillas.
Caleca: “No hay televisión en la práctica, no hay prensa escrita, emisoras de radio cerradas por todas partes, líderes importantes, como María Corina Machado, ni siquiera pueden abordar un avión. Nada de lo que conocimos en Venezuela está presente en este momento. Tenemos además un candidato que el país no conocía hace apenas unos días. La única posibilidad de dar a conocer al candidato es a través de las redes sociales pero gran parte del país está sin acceso a internet, sin luz, y gran parte de la población está bajo los niveles de la pobreza, lo que le impide conectarse o tener un teléfono inteligente”.
Enríquez: “Todo ha sido un proceso bastante accidentado. No se pudo inscribir la candidatura de Corina Yoris. Solo logramos poner el nombre de Edmundo González para proteger la tarjeta, pero eso nos permitió llegar a donde estamos hoy. Manejamos otras candidaturas y tampoco se pudo. Luego el embajador González Urrutia tuvo que asumir la postulación, con el apoyo, por supuesto, de María Corina Machado, con el respaldo unánime de la Plataforma, y, con un dato que lo retrata muy bien, la consulta y apoyo de su propia familia. Detrás de todo esto está la decisión estratégica de mantenernos en la ruta electoral a pesar de todos los obstáculos”.
Caldera: “El desempeño del Registro Electoral ha sido deficiente. Respondió a una decisión política de coartarle el derecho a votar a millones de venezolanos. Dijimos que era insuficiente el número de máquinas que pusieron a disposición de ese proceso. Una cosa vergonzosa fue las horas de espera a la que tuvieron que someterse los venezolanos en el exterior. Soportar la operación morrocoy de los funcionarios consulares. Una cosa verdaderamente violatoria de los derechos humanos”.
Calzadilla: “El proceso electoral no fue convocado para la fecha que teníamos prevista (en más de medio siglo las elecciones presidenciales se realizaron en el mes de diciembre, no en julio como ahora). Nos inhabilitaron a la candidata ganadora, bloquearon la designación de Corina Yoris, exploramos otras candidaturas hasta que terminamos con Edmundo”.
El candidato, las tarjetas y las amenazas
Enríquez: “Entramos en una nueva etapa. Del Edmundo de los pendones y de las entrevistas, al Edmundo de la calle. Que lleva además un mensaje que a mí me parece fascinante, correcto. El mensaje del reencuentro, del respeto. La antítesis de lo que ha sido el mensaje del chavismo y de Maduro en estos años. Un mensaje de respeto al Estado de Derecho, de la convivencia. Me emociono porque estoy convencido que eso es lo que quiere el país”.
Calzadilla: “Edmundo González reúne el perfil de un hombre sosegado, de discurso pausado, que mide muy bien sus palabras. Tiene claro su papel en torno a esta coyuntura. Hemos visto en todas partes una gran emoción en torno a esa construcción de liderazgo que estamos llevando adelante. Todos podemos ser ganadores en este proceso electoral. Eso es algo demasiado significativo entiendo que con las elecciones queremos arribar a una transición política y pasar del actual régimen autoritario a la reinstitucionalización del país”.
Caldera: “Esta es una campaña de persecución, de amedrentamiento. Al país se le pasa por encima. Esa es la amenaza permanente. Por otro lado, no debemos caer en el triunfalismo, ni debemos perder tiempo. Hay que estar firmes en el activismo, en la formación electoral. En promover la tarjeta de la unidad”.
Caleca: “Pueden intentar cualquier cosa, antes y después de la elección. Sobre la tarjeta de la manito pende la espada de Damocles porque hay un recurso en el TSJ. Si les da la gana pueden eliminar esa tarjeta. Es un error llamar solo a votar por esa. Lo pueden hacer dos días antes de las elecciones y el voto por la manito no sumará. ¿Cuánto poder tiene Maduro para darle una pata a la mesa? Un nicaraguazo, ¿quién sabe? No tienen ninguna intención de entregar el poder. Ellos no están negociando nada. No vamos a una fiesta electoral. No son demócratas”.
Calzadilla: “Nosotros estamos en la promoción de nuestra tarjeta porque, al fin y al cabo, son tres tarjetas. Hay que aprovechar y defender institucionalmente porque en este país uno no sabe qué es lo que puede pasar. Es nuestro criterio y lo hemos planteado. Debe haber una campaña institucional que promueva las tres tarjetas”.
La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.
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