José Amiro Gnecco: El Esposo de Vicky Dávila y Su Vida Alejada del Poder Familiar en Valledupar
José Amiro Gnecco no siguió los pasos de su padre, Lucas Gnecco, en la política; es oftalmólogo y vive en Bogotá, donde se casó hace 23 años con la precandidata presidencial.
José Amiro no tiene muchas cosas en común con su papá, Lucas Gnecco. Fue criado por su madre, la señora Alba Luz Martínez. A pesar de tener 49 años, la misma edad que su medio hermano, el senador José Alfredo Gnecco Zuleta, solo comparten a su padre, quien fue el querido hermano de Cielo Gnecco, la matrona política del Cesar, y tuvo hijos de diferentes mujeres: con una se casó y con la otra, la mamá de José Amiro, no.
Su matrimonio con Dennis Martha Zuleta, más conocida como Lilo, fue en Valledupar. Aunque ella proviene de un hogar humilde, nacida en el pueblo de La Paz, accedió a los círculos de poder gracias a su relación con Lucas, quien ya tenía una posición notable en la región. La hermana de Dennis Martha se casó con el cantante Jorge Oñate y así las hermanas Zuleta entraron en el mundo de la política y el espectáculo alrededor del vallenato. Fueron cuatro los hermanos Gnecco Zuleta: José Alfredo, Eddi José, José Eduardo ‘Lalo’ y Xilena María. El primogénito José Alfredo heredó la vena política de la familia.
La vida de la otra mujer de Lucas Gnecco, con la que tuvo una relación paralela, ha sido distinta. Su nombre es Alba Martínez. Fue con ella que tuvo a José Amiro, el esposo de Vicky Dávila, y a su hermana Eliana, pero su padre, Lucas, los encaminó por rutas distintas.
A José Alfredo Lucas lo quería convertir en su heredero político, y hoy es Senador de la República. Mientras tanto, su papá Lucas fue condenado por la Corte Suprema a cinco años de cárcel en 2022, por el delito de contrato sin cumplimiento de requisitos legales, debido a irregularidades en contratos por 700 mil millones de pesos. José Alfredo continuó sentado en su curul, representando al Partido de La U. Con la muerte de su padre, un año después mientras estaba detenido en la cárcel de Medellín, José Alfredo quedó como el único político activo de la rama de Lucas Gnecco.
Sin embargo, la vida de su hermano José Amiro ha sido bastante diferente. Para sorpresa de muchos en Valledupar, podría convertirse en el hijo más famoso y poderoso, debido a su relación con la precandidata presidencial, la periodista Vicky Dávila.
FOTO DE JOSÉ CON VICKIE DÁVILA
José Amiro, conocido también como José Gnecco, estudió medicina en la Universidad Javeriana de Bogotá y se especializó en oftalmología. A diferencia de sus medios hermanos, José Alfredo y Lalo, quienes regresaron a Valledupar tras graduarse en Estados Unidos, él nunca volvió a su ciudad natal.
En 2002, ya con 27 años, estaba haciendo su residencia en el Hospital La Samaritana al sur de Bogotá. En octubre de ese año, fue secuestrado por un grupo de hombres que lo sorprendió en su camino hacia el hospital a las seis de la mañana.
La noticia llegó a Valledupar, donde su madre Alba se encomendó a Dios por la pronta liberación de su hijo. Sin embargo, al no contar con el dinero solicitado por sus captores, tuvo que llamar a Lucas Gnecco pidiéndole apoyo.
Lucas recibió la noticia mientras cumplía una condena de tres años en el Batallón de la Popa por constreñimiento electoral. A José lo secuestraron las Farc. Nunca se supo cuánto pidieron para su liberación, pero la familia Gnecco vendió fincas, ganado y algunas propiedades para poder pagar por él. Las transacciones se hicieron con el consentimiento de su esposa Lilo Zuleta, quien administraba las finanzas de Lucas Gnecco. A su nombre está toda la fortuna, que incluye 18 propiedades distribuidas en Valledupar, Santa Marta y Bogotá, además de ser accionista mayoritaria en la empresa ganadera familiar Gnecco Zuleta y Cía, que también se dedica al transporte de carga y a la venta de inmuebles.
Los hijos que Lucas Gnecco tuvo con su esposa Lilo Zuleta
En el secuestro de José Gnecco nunca se involucró a la Policía y no se conocieron detalles sobre los verdaderos culpales del secuestro, que parecía indicar que no fue la guerrilla, sino enemigos de Lucas Gnecco, convirtiendo el secuestro de José en un misterio hasta hoy.
En 2008, seis años después de su secuestro y tras haberse radicado en Bogotá, José Gnecco conoció a Vicky Dávila.
Vicky Dávila estaba viuda; en octubre de 2001, había perdido a su esposo Juan Carlos Ruíz, también periodista de Canal RCN, quien falleció a causa de un tumor cerebral en el hospital San Ignacio de Bogotá. La cirugía no fue exitosa, y Juan Carlos permaneció días en cuidados intensivos conectado a un respirador que lo mantuvo vivo por 16 días. Tenía 30 años, Vicky 28, y su hijo Simón había nacido cuatro meses antes.
Vicky vivía con su hijo Simón, quien heredó el talento musical de su madre e incluso participó en la Voz Kids. Gnecco, como médico, se encontró con Vicky en Cartagena durante su trabajo en RCN Radio, en el programa Radiosucesos y en el noticiero de La Fm.
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Dávila tuvo poco trato con su suegro Lucas Gnecco. En los 23 años de matrimonio entre José y ella, han sido contadas las veces que visitaron Valledupar; no asisten al Festival Vallenato donde los Gnecco son los anfitriones de la élite política. Cuando lo han hecho, se hospedan en la casa materna de José Amiro, que queda alejada del barrio Novalito, donde Lucas vivió toda su vida y donde cumplió su prisión domiciliaria hasta ser trasladado a Medellín, donde falleció el 7 de julio de 2023.
Lilo Zuleta, Lucas Gnecco y el concejal Lalo Gnecco
Desde que Vicky Dávila decidió postularse a la presidencia, su esposo José la ha apoyado. Esta también es una experiencia nueva para él, quien nunca ha estado involucrado en la política familiar, ya sea con su tía Cielo o con las campañas de su primo Luis Alberto Monsalvo a la Gobernación del Cesar, ni con las de su medio hermano José Alfredo al Congreso o la de Lalo al Concejo de Valledupar.
Por ahora, mantienen la discreción que siempre les ha caracterizado. José ha sabido proteger su vida familiar del poder, el reconocimiento y la fama de su esposa como periodista, que la han catapultado como una de las fuertes aspirantes a las elecciones presidenciales de 2026. José Amiro continuará, como es habitual, operando ojos todos los días para que las personas puedan ver bien.
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