¿Cuáles son las lecturas políticas después del 28 de julio?
Dentro de las lecturas que se suscitan luego del 28 de julio, el doctor en ciencias políticas Daniel Varnagy destaca la necesidad de la paz institucional que pasa por la verdad y la justicia. Fernando Spiritto, politólogo, dice que la legitimidad del gobierno quedó al desnudo y se reinvindicó el valor del voto
Varias son las lecturas políticas que arroja la cadena de hechos registrada en el país tras la jornada de las elecciones presidenciales del 28 de julio, el anuncio de resultados por parte del CNE, las denuncias de fraude hechas por la oposición, las protestas y la represión registrada en estos días.
El politólogo Fernando Spiritto expresa que aunque no se puede predecir lo que pasará en el país, hay algunos elementos que pueden ponderarse para la lectura y análisis.
«El chavismo vuelve a sus orígenes: Un movimiento, primero, y un gobierno autoritario y antiliberal que comenzó con un golpe de Estado que generó durante los años 90 incontables cosas negativas para el país y termina ahora con un fraude electoral puro y duro», indica Spiritto.
Agrega que el chavismo nunca ha respetado las reglas de juego democráticas y «ahora el chavismo-madurismo lo reinvidica».
Asevera que el fraude electoral es un delito muy grave porque significa un robo y la negación de la voluntad popular. Esa es la denuncia que hace la oposición, sector que rechaza que el CNE haya proclamado a Nicolás Maduro como mandatario reelecto para un tercer período tras informar que obtuvo 51% de los votos. En ese escenario, la unidad democrática asegura que tiene las actas que certifican el triunfo de González Urrutia con 70% de los votos.
Dentro de sus lecturas, el politólogo Spiritto cree que el poder está al desnudo y no tiene ningún rasgo de legitimidad como la que ostentó en el pasado. Señala que el gobierno abandonó el terreno de la democracia liberal «y ahora simplemente es una dictadura».
Agrega que la herramienta de la represión que se ha desplegado desde el gobierno en los últimos días no puede usarse para siempre: «Tarde o temprano se agota».
Desconfía del amparo que solicitó Nicolás Maduro ante el TSJ y de su oferta de entrega de todas las actas del 28 de julio: «Lo que sucedió de cualquier remiendo».
Del lado del oficialismo, se insiste en la denuncia de que está en marcha un golpe de Estado contra el pueblo y que se vulneró el sistema electoral. Esta denuncia es hecha por Maduro, dirigentes políticos y el Alto Mando de la FAN y avalada por el fiscal general designado por la extinta asamblea nacional constituyente, Tarek William Saab.
«Queremos continuar el camino que Chávez trazó, pero si el imperialismo norteamericano y el fascismo nos obliga, no me temblará el pulso para llamar al pueblo a una nueva revolución con otras características», dijo Maduro durante cadena nacional de radio y televisión la tarde del miércoles 31 de julio.
El CNE tiene las pruebas
Otro aspecto del análisis que hace Fernando Spiritto es que la carga de las pruebas para acabar con la incertidumbre política está en manos del CNE «porque ellos son los custodios de la data electoral y responsables de que se respete la voluntad del pueblo».
Acota que «el silencio abrumador» del ente comicial no requiere de muchas pruebas. «Y eso es algo que la comunidad internacional sabe».
Por su parte, Daniel Varnagy, doctor en ciencias políticas, afirma que la lectura sobre el momento actual se va observando en un contexto amplio. Afirma que en el país hay una tensa calma y que lo mejor para ambas partes es darle al proceso la transparencia que requiere.
«Esto ha pasado en la historia política venezolana muchas veces: entregar el poder en caso de no triunfar. No hay que verlo como una derrota sino como una oportunidad, para repensarse. El grupo perdedor puede por un rato replegarse, conceptualizarse, repensarse, tomar fuerzas», acota.
El 29 de julio, durante rueda de prensa, María Corina Machado aseguró: «Con las actas que nos faltan aunque el CNE le pusiera el 100% de votos a Maduro no alcanzaría. La diferencia fue tan grande, apabullante, en todos los estados de Venezuela, en todos los estratos, en todos los sectores, ganamos».
Daniel Varnagy puntualiza que más allá de los extremos legales, la toma de posesión del próximo período de gobierno será el 1 de enero de 2025. Sostiene que esa fecha da un margen de tiempo para que los argumentos de parte y parte se diriman.
«Un punto importante es el electrónico y se supone que el sistema electoral venezolano es el sistema más avanzado del mundo, las máquinas son inviolables y la transmisión de la data parece inviolable, también. Por esa razón es que una de las partes denuncia fraude porque se hizo un pronunciamiento sin la transmisión del 100% de la data, eso se dirime terminando de contabilizar y de totalizar», afirma Daniel Varnagy.
El investigador destaca que es necesario que haya paz en el país y señala que hay diferentes tipos de paz. En el caso de la paz de la verdad, Daniel Varnagy indica que tiene mucho que ver con la paz de la justicia.
Por su lado, la paz del silencio obligado es la paz de los sepulcros: «La sociedad venezolana busca la paz de la verdad y la paz de la justicia, y esto pasa por dilucidar claramente el resultado de las elecciones presidenciales».
Subraya que se requiere que el resultado sea creíble dentro y fuera del país.
Al mismo tiempo, el doctor en ciencias políticas indica que genera confusión que el poder electoral, que en la Constitución debería ser independiente, ofrezca un dictamen alejado de lo que la sociedad civil percibe como la verdad. «Pero, la confusión se genera porque vivimos en un sistema hegemónico y no con una clara separación de poderes».
Agrega que dado que la revolución bolivariana tiene una esencia militar y no civil. «Las decisiones finales de todas estas cosas están en manos de los militares», resalta.
Del voto y otras lecturas
Dentro de las lecturas que hace el politólogo Fernando Spiritto destaca la reinvindicación del voto en Venezuela.
«El voto tiene más valor que nunca. Algunas personas expresaron que la gente iba a perder la fe en el voto, pero creo todo lo contrario. Ahora el voto es visto como un instrumento de legitimación, de poder político. El pueblo venezolano entendió que el voto es su arma más poderosa y a mediano plazo es lo que permitirá el rescate de la democracia», subraya Spiritto.
Destaca también la lección de unidad para la oposición en torno a María Corina Machado y el candidato Edmundo González Urrutia, líder de la oposición. Spiritto indica que «esa unidad es la que le va a dar fortaleza y capacidad de negociación».
Spiritto insiste que la oposición democrática debe mantenerse unida.
Daniel Varnagy asevera que el votante opositor está en una pausa que califica como positiva porque mantiene su espíritu en alto y tiene optimismo. Está cauteloso y atento a las instrucciones del liderazgo opositor que seguramente ya están definidos, pero no han sido revelados.
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