Yo quiero ser sustituto – La Gran Aldea
Estamos en el año 2054. No se asusten: Maduro ya no manda. Tom Greer, que a la vez es Bruce Willis, vive en un mundo perfecto. Por primera vez en años debe abandonar su hogar y salir a la calle. La mayoría de los humanos ha vivido a través de sustitutos desde hace una década y media. Cada quien controla a su sustituto desde la comodidad de su sillón casero, con el poder de su mente y el avance tecnológico. El mundo se ha vuelto más seguro porque gracias a los sustitutos -que combinan las fortalezas de las máquinas con la belleza del cuerpo humano, dice la promoción- se puede vivir la vida que siempre se imaginó, sin riesgo ni peligro físico. Pero hay un problema: se ha producido el primer asesinato en 15 años. El sistema soñado se puede derrumbar.
Hay diálogos interesantes, a pesar de que esta historia concebida en 2009 no contó con las simpatías del público. Tenía todo para imponerse en el gusto popular pero, qué cosa, fracasó.
“Nos enfrentamos a una situación sin precedentes, no podemos permitir que la gente crea que usar un sustituto es peligroso”, dice una voz.
“Sobre todo si es cierto”, le responde otra.
“Tienes suerte, estás vivo gracias a que se desconectó”, le explican a Greer, que es un detective con una vida sombría por haber pasado tanto tiempo sentado en aquel sillón de mandos.
“Quiero saber cómo se puede matar al operador a través de la señal de su sustituto”, pregunta con audacia.
“Si eso fuera posible se iría contra la esencia de los sustitutos”, le advierten de los riesgos.
“¿Cómo paro esto?”, insiste,
“Desconéctate, creo que va a pasar algo”, le dice una voz demasiado inconformista.
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Gracias al régimen, y aún a pesar de las carencias que aburridamente se critican, estamos en el futuro. Una legión in crescendo quiere ser sustituto. Yo también. Me imagino, por ejemplo, viviendo la vida de un candidato presidencial con muchas posibilidades de éxito. Lo dicen todos, nadie lo duda, la victoria está ahí mismito. Al contrario del desconcertado Tom Greer, hay que evitar desconectarse. El operador se queda en casita, oculto, nos nutrimos de su energía, de su emoción, de su fuerza. Y los votos, clarísimo. Lo demás son unos ajusticos por aquí y por allá. Puedo resultar muy potable. No soy un robot antisistema, no pretendo derrumbar nada, soy sensato, me he caletreado las instrucciones de los analistas imparciales: “aunque no son humanos, no hay que cortar cabezas, lo importante es seguir jugando. No se te ocurra desconectarte”. Caramba, ¿dónde puse el teléfono de María Corina?
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Esto es lo que hay. Las elecciones son el 28 –“el 28, el 28, el 28”, te acuerdas Eduardo-. Hay que competir aún “en las peores circunstancias”, se escribe y se escucha. Maduro, ya no es el superbigote, sino “el relojero”. El dueño del tiempo. Y nos da unos segunditos para inscribir la o las candidaturas. Está apurado y nos pone a correr. No hay prisa en cambio, en el caso de que perdiera, jeje, en entregar el poder: cinco meses y pico para pensárselo. El Registro Electoral a vuelo de pájaro, la campaña un suspirito, total Maduro ya ha dicho todas las sandeces posibles. Pero el 28 le ganamos. (Lo que no dejaría de ser belleza poética tomando en cuenta la fechita). Nos alivia, eso sí, que la Celac de Ralph Gonsalves -el “camarada Ralph”, lo llaman sus acólitos- garantiza la observación electoral.
Ahora me imagino, esta va de cuentos, que es una pelea de boxeo por el título mundial a 12 rounds. Estoy preparado para ganar en el último. Ese es el mío. Y será por KO porque a los puntos estoy liquidado. La pelea comenzó en enero 24. Primer round, inhabilitado (a), perdido. Segundo round, cronograma exprés y unánime, perdido o en vías de. Hasta los árbitros están en contra, los cinco. Los dos que miraban con simpatías – hacían tan solo un guiño- son los que bajan la línea de la unanimidad. Que tiene además cálida acogida entre los sustitutos, que son como esos sparrings que nunca se montan en el ring de verdad pero quieren que le levanten los brazos en el décimo tercer asalto. Fresquitos, peinaditos, sin arrugas como los robots biocibernéticos del mundo perfecto.
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Mi sustituto sueña en grande con ser candidato pero yo como operador, desde mi mullido sillón, entró en dudas. No llegó a desconectarme. Todo lo contrario. Llamó por Whatsapp -aún se llama así en el futuro- a un amigo en Buenos Aires, a otro en Bogotá, uno más en Vigo, un pana por los lados de Valencia, y mi interlocutor más asiduo de vacaciones forzadas en algún lugar de Canarias. Espero haber hablado con ellos y no con sus sustitutos. «Que sí , que hay que pelear”, me dice alguno. “Que hay que tramitar cuánto antes la sustitución”, viene de rebote desde la propia Caracas, en otras consultas. Creo recordar entre las cavilaciones una sentencia, ilusa entonces, de finales de octubre del supremo tribunal del régimen: “dejar sin efecto la primaria”. Los sustitutos vienen con una falla de origen: no están preparados ni tan siquiera para el pataleo.
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Este mundo, pues, se divide entre operadores y sustitutos. Algunos de los primeros se rebelan contra la realidad. No quieren ser unas máquinas. O eso se entiende. Me dan aliento, no a mi sustituto, claro está. La memoria aún carcomida por la realidad virtual tiene atisbos, fogonazos de voces que se resisten. ¿O será que las oigo mal?
El 27 de febrero la Plataforma Unitaria difundió una declaración sobre el cronograma electoral. Cinco punticos. A saber:
Dejar sin efecto (¡vaya!) las inconstitucionales y arbitrarias inhabilitaciones que desde el régimen se fabrican a su conveniencia.Activar megajornadas de inscripción y actualización del Registro Electoral, dentro y fuera de nuestro territorio, que permitan atender a los casi diez millones de venezolanos que tienen el derecho a inscribirse o actualizar sus datos.Iniciar de inmediato los trámites pertinentes para que la elección presidencial cuente con observación electoral internacional calificada e integral.Acordar un robusto protocolo de auditorías de todo el proceso electoral que dé garantías a todos los participantes del proceso en ciernes.Devolución inmediata de las tarjetas de las organizaciones políticas a sus legítimas autoridades.
Más que un enunciado de batalla. ¿Murió el 5 de marzo, que es fecha luctuosa? ¿No sería interesante, conveniente, un comunicado similar para decir las trampas contenidas en el cronograma electoral anunciado por el régimen? ¿O será que es tiempo perdido? ¿Le explicamos o no a los venezolanos que ese cronograma viene envenenado? ¿Sería desalentar el voto? ¿Lo dejamos para después del round 12?
María Corina sigue recorriendo el país, con olor y gritos de multitud, para seguir exigiendo elecciones libres y limpias. Es un estribillo repetido y, ahí sí no queda otra, hay que seguir repitiéndolo. Hasta el último minuto, hasta el último aliento. Va una digresión más: si el bueno de Mahatma Gandhi peleará en estas “circunstancias venezolanas” se moriría de hambre. Porque su ayuno tendría escasos acompañantes convencidos.
Pero los hay, sin embargo. Uno: Juan Pablo Guanipa, que una vez conocido el cronograma de programación robótica, dijo:
El anuncio del CNE deja claro algo: Maduro sabe que no lleva vida.Sabe que en unas elecciones medianamente decentes María Corina Machado le mete una paliza astronómica.Por eso es que la inhabilita y por eso es que anuncia las elecciones para el 28 de julio. El chavismo viola el espíritu del Acuerdo de BarbadosEn cinco meses no podemos depurar el RE completamente, inscribir a los tres millones de personas en edad de votar que no están en el RE, asegurar el voto de los venezolanos afuera o conformar una misión de observación internacional. El chavismo sabe que los venezolanos los queremos fuera del poder. Saben que queremos recuperar los años perdidos a los que nos condenaron. Por eso inhabilitan, por eso meten preso a cualquiera que se les oponga, por eso ponen esta fecha. Pero no importa la cantidad de trampas que nos quieran montar. Maduro, te vamos a sacar de Miraflores con votos este año. ¡Viva Venezuela Libre!
También Leopoldo López cuestionando las declaraciones del “mejor amigo de Maduro” el señor Lula Da Silva: “Unas declaraciones bastante groseras, una manera irrespetuosa que lo deja claramente del lado de la dictadura”. Nunca mejor dicho. Y frente a Lula, Lacalle Pou y Boric. Y hay que buscar más para denunciar la jugarreta electoral. Esto lo digo como operador, ya saben que mi sustituto anda un poco por la libre, como el de tantos otros.
También Roberto Enríquez: “Actuaremos con responsabilidad, exigimos que quiten la inhabilitación a nuestra candidata María Corina Machado con quien estaremos en permanente consulta junto a la unidad, para meterle las cabras en el corral y los votos por el pecho a los que pretenden burlarse del pueblo”. Enríquez habla firme, sin necesidad de gritos ni estridencias.
Después del 5 de marzo, adelanto de la fiesta en Elorza, ya para entonces todo debe estar finiquitado, auguran algunos o muchos, la siguiente fecha relevante fue el pasado 8 de marzo. Día de la mujer. Hay 19 presas políticas en Venezuela. La más reciente Rocío San Miguel.Andrés Velásquez no pasó por alto el momento. Pidió respeto e igualdad para todas las mujeres. Y “reclamamos junto a ellas el derecho político de María Corina Machado a ser candidata presidencial, derecho que hoy le niega la dictadura”. ¿No era una excelente oportunidad para ratificar que el 22 de octubre se eligió en una “primaria histórica” -¡cuántos lo dijeron!- a la candidata unitaria de la oposición?
También hay operadores, o sustitutos, no lo sé, que ya tienen el GPS con la dirección del 28. Por ejemplo, Stalin González, quien dice en un post: “La pelea es votando y participando: inscribiendo a los chamos en el REP, actualizando los datos necesarios. Evitemos repetir los mismos errores y recordemos que avanzamos cuando actuamos unidos”. Stalin, mi sustituto simpatiza contigo pero tengo una pugna con él porque le digo que la unidad se votó el 22 de octubre. Y el dicho es “la pelea es pelando”. Desde ahora.
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Los sustitutos se presentan con encuestas en la mano. Ella (omito el nombre porque ellos lo omiten en sus posts) gana sobrada. Si ella pone el candidato “sustituto” gana menos holgado. Si ella no lo apoya, pierde con Maduro y toda la dispersión del voto que es una, de la variedad de jugarretas adicionales, que el régimen prepara. Esto último incluso me lo dice mi sustituto, en un arrebato de sensatez casi humana.
La encuesta es una foto del momento. Nada original. Las encuestas no toman en cuenta las jugadas que puedan ocurrir. No logran percibirlas. O, en todo caso, si se anticipan hay un error muy alto, que siempre se explica a posteriori. Aquí sí se cuentan los pollos después de nacer.
¿Cuántos sustitutos podrá anular el CNE, con o sin unanimidad? ¿Cuántos requisitos y trabas se agregará los escasos días concedidos para “actualizar” el registro electoral? ¿Cómo discurrirá la campaña electoral? ¿Qué controles adicionales, ya preanunciados, impondrá el régimen a los medios y a los usuarios de las redes sociales? Luego están las preguntas en el propio campo opositor: ¿cómo va lo de los 600K y dónde está la Gran Alianza Nacional?
Mi sustituto, que es travieso, me susurra que las elecciones de julio se pueden perder en marzo. Luego matiza: se pueden empezar a perder en marzo. ¿Va a ser finalmente Maduro quién ponga el candidato para eliminar a la candidata de sus pesadillas?
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He vuelto a ver últimamente, en dos o tres ocasiones más, la película Gandhi. En un pasaje de su tiempo en Sudáfrica, durante una atiborrada asamblea de partidarios que estaban dispuestos a matar para salir de su situación opresiva, Mahatma toma la palabra y les dice que comparte su ira y su reclamo pero que no cuenten con él para matar a otro ser humano. En cambio, sí está dispuesto a entregar su vida. “Puede que me encarcelen, que me golpeen, que me torturen, que tengan mi cadáver. Pero nunca tendrán mi obediencia”. (Mi sustituto está descifrando el mensaje. Anda en una playa de Barbados)
La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.
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