¿Podrá Kamala Harris romper con la tendencia global de derrotas electorales?

¿Puede que estemos hartos de quienes nos gobiernan y de sus mismos discursos? La tendencia global actual demuestra cómo los gobernantes de países como Japón, Alemania o Reino Unido están siendo rechazados, ¿las razones? Las personas buscan soluciones no más problemas.

Y, ante este panorama, ¿podrá Estados Unidos ser diferente? O, mejor dicho, ¿podrá Kamala Harris marcar la diferencia? La candidata demócrata tiene varios desafíos que atravesar si quiere ganar y llegar a la Casa Blanca, cuando ya estamos a solo 12 días de la elección.

Una tendencia global que condena a los gobernantes

La candidatura de Kamala Harris, aunque fue muy popular, llegó en un momento en que los votantes del mundo están destituyendo a sus líderes.

Un análisis de Axios juntó varios escenarios mundiales que pueden definir cómo está la política internacional. En democracias avanzadas, como Alemania, por ejemplo, los titulares de gobierno están enfrentados a un gran revés, ¿las razones? La frustración económica que va de la mano con la persistente inflación.

La economía no es solo una preocupación en Estados Unidos. La crisis de la pandemia no sigue influyendo, cuatro años después. Muchas economías no se han podido recuperar –completamente–, destaca Axios. Y este tema ha sido la razón principal por la que muchas de las democracias mundiales han destituido a sus líderes.

Países como el Reino Unido, Francia, Corea del Sur y Japón han visto a sus líderes perder apoyo, no solo por la inflación, sino por la incertidumbre que las economías pospandémicas han dejado.

En Canadá, Justin Trudeau enfrenta una desventaja de 20 puntos frente a los conservadores, y en Alemania, Olaf Scholz está en tercer lugar con menos del 20% de respaldo popular, según Axios.

En el Reino Unido, el desgaste de los conservadores tras una década en el poder llevó a una aplastante derrota en julio. Emmanuel Macron en Francia y Yoon Suk Yeol en Corea del Sur también han enfrentado reveses electorales significativos, principalmente debido a la insatisfacción con sus economías.

Harris podría ser bofetada por el mismo sentimiento de angustia y estrés económico, impulsado por la inflación. O, en otro escenario, podría ser salvada por la semi fortaleza que ha demostrado la economía estadounidense, especialmente en el último año.

¿Será la historia diferente en Estados Unidos?

Quizás los números nos puedan contar un poco sobre cómo está parado Estados Unidos en el tema económico, la gran preocupación de la mayoría de los estadounidenses y, en especial, la de los latinos.

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el país está encaminado a tener un crecimiento del PIB del 2.8% en 2024, más del doble que el de otras economías del G7.

Los líderes que te mencionamos arriba están teniendo una economía más débil que la de Estados Unidos (sí, y a veces nos quejamos). Incluso, el panorama económico para el país es mucho mejor: la economía va en camino a crecer más rápido que cualquier otro país del G7 este año por segundo año consecutivo.

La economía sigue viendo movimientos mixtos en todos los sectores, desde la bolsa hasta el mercado laboral y de consumo. Foto: (Gabby Jones/The New York Times)

La decisión está en manos de los votantes

La opinión pública sobre la economía ha mejorado, o eso parece: el número de votantes registrados que dice que la economía es buena subió hasta un 38%, según una encuesta de AP/NORC. Esto es un aumento significativo si miramos el mismo dato hace un año, cuando solo el 27% de los encuestados opinaba lo mismo.

Si miramos un escenario más amplio: los precios de la gasolina han bajado en las últimas semanas, la tasa de desempleo sigue siendo baja, Wall Street ha alcanzado máximos históricos y la economía va por el camino correcto, superando por mucho a la de otros países.

¿Esto es suficiente para los votantes? Serán ellos los que lleven a Estados Unidos a una dinámica diferente y corten la tendencia global de condena a los gobernantes.

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