Odette Yidi David: La Embajadora Barranquillera que Lidera los Diálogos de Paz con el Clan del Golfo en Qatar
La embajadora Odette Yidi David tendrá como tarea viabilizar la propuesta que le hizo Petro al gobierno de los Emiratos Árabes, que no está en firme.
La barranquillera Odette Yidi David forma parte de los jóvenes de origen palestino, como la Ministra de Cultura, Yannai Kadamani, y el viceministro de relaciones exteriores, Mauricio Jaramillo Jassir, quienes han querido vincular a su gobierno.
El 25 de marzo fue acreditada y el 30 de abril de este año presentó sus cartas credenciales al emir Tamim bin Hammad Al Thaini. Su nombramiento estuvo en línea con la promesa del presidente Petro de solo contratar en las embajadas de Qatar, Emiratos Unidos, Líbano y Arabia Saudita, y la embajada es aun pequeña, con Mey Charrouf y un agregado administrativo, Fairuz Rashad Yosef Issa, que se ocupan de las relaciones comerciales y de los 800 colombianos que residen allí.
Casada con el barranquillero Gabriel Habie Abuchaibe, Odette Yidi David trabajó en la alcaldía de Alex Char, pero lo que más ha pesado es su arraigo con el mundo árabe. Cofundadora y exdirectora del Instituto de Cultura Árabe de Colombia, asesora para Medio Oriente y África del Norte en el MinRelaciones, además de tener una maestría en Estudios de Próximo y Medio Oriente de la Escuela de Estudios Orientales y Africanos (SOAS) de la Universidad de Londres.
La misión de alto nivel
La misión más importante de Odette está relacionada con las reuniones preparatorias y las negociaciones con el Ejército Gaitanista de Colombia (EGC), una propuesta que le hizo el Presidente Petro, pero que aún no está en firme.
Las primeras reuniones entre delegados del grupo ilegal y del Ejecutivo se dieron bajo reserva en febrero pasado, en Doha, encabezadas por Álvaro Jiménez, el jefe negociador del Gobierno, asesor muy cercano del comisionado de paz, Otty Patiño. Se realizaron en un espacio de conversación socio-jurídico porque el proyecto de ley de sometimiento va muy lento en el Congreso.
Qatar, a 13.000 kilómetros, ofrece seguridad, intérpretes, y el deseo de convertirse en la sede de las grandes negociaciones del mundo. Ya ha intervenido en las treguas entre Israel y Hamás en Gaza, en 2020 entre los talibanes y Estados Unidos en Afganistán, y en las del Líbano y Sudán. Allí, las conversaciones se mueven entre la discreción y la incertidumbre. Los delegados viajan a Doha sin anunciarlo y regresan con la tarea de preparar la siguiente reunión.
En agosto pasado, estaban como negociadores, según señala El País: por parte del Clan del Golfo, el máximo jefe, Jobanis de Jesús Ávila, alias Chiquito Malo; Orozman Orlando Osten, alias Rodrigo Flechas; José Gonzalo Sánchez, alias Gonzalito; José Miguel Demoya, alias Chirimoya; Luis Armando Pérez, alias Bruno; y Elkin Casarrubia, alias El Cura. Por el lado del Gobierno, la delegación está en cabeza de Álvaro Jiménez; Armando Wouriyu, expresidente de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC); Víctor Negrete Barrera, un académico e historiador cordobés; y Águeda Plata, director territorial de la Unidad de Víctimas en el Magdalena Medio.
En medio de la discreción total, la embajadora Odette Yidi David tendrá que contribuir a darle forma a este frente de negociación de la Paz, sin duda, el más complejo de todos.
Además: Cómo logró el Emir de Qatar entrar a jugar en el sector energético colombiano que resultó un negociazo



Publicar comentario