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María Corina Machado: La Nobel de la Paz Que Inspira a Venezuela y al Mundo

María Corina Machado: La Nobel de la Paz Que Inspira a Venezuela y al Mundo

Este 10 de octubre de 2025, el Premio Nobel de la Paz fue otorgado a María Corina Machado Parisca, reconocida por el Comité Noruego como “uno de los ejemplos más extraordinarios de valentía civil en América Latina en tiempos recientes”. Yo, tomándome la licencia de hablar como un venezolano más, emocionado, agradecido y profundamente conmovido, me permito agregar: la mujer más importante de la historia de Venezuela.

Lo que ha logrado María Corina trasciende la política. Es la construcción —desde abajo, desde el dolor y la esperanza— de un movimiento social sin precedentes en nuestra joven República. En la tierra de Andrés Bello yJuan Germán Roscio, donde la libertad fue siempre una idea y una promesa, ella convirtió esa promesa en acción colectiva.

Su liderazgo encarnó el anhelo de millones de venezolanos que, aun en medio del oprobio, se negaron a la resignación. Hombres, mujeres, jóvenes, ancianos, trabajadores, estudiantes y migrantes: todos unificados en una causa común, la libertad como condición para la paz.

Este movimiento —nacido en medio de la barbarie— no fue una estructura partidista ni un proyecto personal. Fue, y es, la manifestación cívica más luminosa que ha tenido Venezuela: una resistencia moral frente a un régimen criminal, una rebelión ética frente a la mentira, una afirmación de dignidad frente a la esclavitud moderna del miedo.

Por eso este Nobel lleva el nombre de María Corina, pero pertenece a todos los venezolanos que hicieron posiblie este camino. A quienes organizaron y defendieron la Primaria de 2023, a quienes acompañaron a Machado y a Edmundo González Urrutia, presidente electo de Venezuela, en cada recorrido. A los que votaron el 28 de julio de 2024, a quienes protegieron las actas, a los que sufrieron persecución, tortura y exilio.

Es, también, un homenaje a los presos políticos y sus familias, a las madres que esperan el regreso de sus hijos, a los hijos que sueñan con volver a abrazar a sus madres. A cada víctima del horror que no fue en vano.

Este premio es un recordatorio al mundo libre: en Venezuela no se está gestando solo una transición política, sino un modelo moral y democrático para el siglo XXI. Si los últimos años mostraron el avance de las autocracias, desde Venezuela comenzará el avance de la libertad.

Porque María —como la llaman sus amigos— no es la líder de la oposición, sino la líder de una nación entera que decidió no rendirse jamás. Su victoria es la victoria de la verdad sobre la propaganda, de la decencia sobre el cinismo, de la esperanza sobre el miedo.

Sé que lo lograremos.

Y cuando lo logremos, María Corina Machado será, además de nuestro Nobel de la Paz —y seguramente, la primera mujer presidente—, un faro para el mundo, un recordatorio de que la fuerza más invencible no es la de las armas, sino la del espíritu humano que se niega a vivir de rodillas.

Nadie lo merecía más que ella.

Viva Venezuela libre… y en paz.

La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.

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