El Fin de una Era: El País de Cali Despide su Versión Impresa y El Heraldo de Barranquilla Abandona su Sede Tradicional
Para ahorrar costos, el nuevo dueño dominicano se queda con la versión digital y la edición impresa de domingo mientras El Heraldo que pasó al trabajo remoto.
Una deuda acumulada de cientos de millones con el periódico El Tiempo, en cuya rotativa de Santander de Quilichao se imprimía El País, fue el puntillazo para que el nuevo dueño, el empresario dominicano Eduardo Hernández, tomar la decisión de quedarse con la versión digital y suprimir la versión impresa, de forma que solo circulará el periódico en papel el domingo como edición de fin de semana. Así se entierra una tradición de 75 años.
Duro solo dos años el periódico en poder del empresario Gabriel Gilinski, quien lo adquirió en enero del 2023 cuando se propuso consolidar un emporio mediático con varios medios regionales a partir de la revista Semana, que comenzó a adquirir en 2019.
Sin embargo, la dinámica digital y los drásticos cambios en la distribución de contenidos, especialmente por parte de Facebook, estropearon sus planes. A pesar del empeño, con una reducción a la mitad de la plantilla de empleados, que pasó de 250 a 120, y de la inversión continua de recursos frescos que demandaba la operación del periódico, no logró el punto de equilibrio esperado y Gabriel Gilinski optó por liberarse de la carga. Encontró en su amigo, excompañero de la universidad de Pensilvania, el empresario dominicano Eduardo Hernández, un interesado que ya había comenzado a dar en Colombia unos primeros pasos en el mundo digital, aunque no exactamente asociados al periodismo o la información, igual que Gilinski.
La agenda de Hernández está más asociada al negocio de la contratación pública con datos abiertos, es decir, la aplicación de la inteligencia artificial para acceder a las licitaciones públicas, una experiencia exitosa que trae de su natal República Dominicana.
Hace ya tres años, en una operación salvamento, los Lloreda, la familia propietaria del periódico, había sacrificado la rotativa y la impresión propia del periódico cuando vendió un valioso predio localizado en Sameco, vecino de Yumbo, en las afueras de Cali, por $10 mil millones para disminuir el creciente pasivo y las obligaciones laborales. En uno de los lotes estaba la edificación donde operaba la rotativa que fue desmontada y, desde entonces, en marzo del 2022, se firmó el contrato de impresión con El Tiempo en la planta de Caloto en el Cauca, donde, por las dificultades económica, no se ha honrado la obligación, arrastrando una deuda que llevó al nuevo dueño a tomar la decisión que será realidad en este mes de septiembre.
No sería extraño que el siguiente paso que de Hernández sea vender el edificio donde funciona el periódico, una valiosa y céntrica propiedad localizada en la zona industrial de Cali, que pesó mucho en la valoración que se hizo del periódico para la adquisición de Gilinski para entrar en la producción remota.
Esta modalidad la implementó el periódico El Colombiano desde el año pasado, porque el valioso lote donde estaba el edificio formaba parte del patrimonio que está bajo la dirección de Luz María Sierra desde hace más de un año.
En la venta que realizó la familia dueña, los Gómez Martínez, al grupo de empresarios antioqueños liderados por Manuel Santiago Mejía a comienzos del 2022, no se incluyó esta valiosa propiedad que formará parte de un proyecto urbanístico. El mismo camino acaba de tomar El Heraldo. Los herederos de las tres familias fundadoras que le dieron en 1933 el que se convirtió en el periódico más influyente de la Costa siguen mandando en un momento de indudables dificultades.
El Heraldo nació como el plan de tres íntimos amigos: Alberto Pumarejo Vengoechea, Luis Eduardo Manotas y Juan B. Fernández Ortega.
La junta directiva, donde tienen asiento representantes de la segunda generación de los tres grupos familiares –Juan B Fernández, hijo del fundador que murió el mes pasado– tomó la decisión de vender la sede y la redacción del periódico, y en cabeza de la periodista Erika Fontalvo, se prepara para entrar en modo remoto.
El exalcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, cuyo abuelo también fue fundador, siguió la tradición familiar, pero como director de Portafolio, el diario económico que forma parte del grupo Editorial El Tiempo de propiedad del banquero Luis Carlos Sarmiento.




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