Chevron y el Posible Vacío Legal en Sanciones Petroleras de EE. UU. Contra Venezuela
La administación Trump estaría considerando otorgar autorizaciones limitadas a un grupo selecto de compañías petroleras que operan en Venezuela, destacando a Chevron como la principal en esta lista. Esta acción indicaría un cambio claro en la postura inflexible de Washington a comienzos de este año, cuando se revocaron licencias clave y se ordenó que las empresas estadounidense suspendieran toda actividad con PDVSA, la petrolera estatal venezolana.
De acuerdo con fuentes cercanas a las conversaciones que hablaron con Reuters, las nuevas autorizaciones permitirían a Chevron y, potencialmente, a algunos socios europeos como Eni y Repsol, realizar pagos a contratistas e importar equipos críticos necesarios para mantener las operaciones. Sin embargo, estas licencias vendrían acompañadas de estrictas restricciones para asegurar que ningún ingreso fortalezca el régimen de Maduro.
Este cambio cauteloso de postura se da tras un intercambio diplomático de prisioneros entre Estados Unidos y Venezuela a principios de este mes, aunque las relaciones continúan siendo tensas. En febrero, el gobierno estadounidense canceló varias licencias energéticas, incluyendo la de Chevron, y en mayo bloqueó cualquier intento de extenderlas. Sin embargo, ha surgido preocupación de que la falta de acción de Washington esté creando un vacío que China podría aprovechar.
Desde que se reimpusieron las sanciones, las exportaciones petroleras de Venezuela han permanecido estables, gracias en gran parte al incremento de envíos hacia China. En mayo, PDVSA envió casi 600.000 barriles diarios a compradores chinos, mientras que el comercio autorizado con Estados Unidos prácticamente se detuvo. Con Chevron al margen, las empresas chinas han tomado la delantera mediante acuerdos poco claros de producción compartida, aumentando su influencia sin una propiedad formal.
Chevron, que aún es accionista de varias empresas conjuntas, consiguió a principios de este verano una licencia de mantenimiento limitada que le permite conservar activos, pero no producir ni transportar petróleo. Esta licencia podría ampliarse, aunque cualquier medida sigue necesitando la aprobación del secretario de Estado, Marco Rubio.
Si se aprueban, las licencias otorgarían a las empresas occidentales un salvavidas para mantener la continuidad operativa en Venezuela, al mismo tiempo que proporcionarían a Estados Unidos una modesta presencia en un sector petrolero que cada vez está más dominado por China. No obstante, el margen de maniobra es limitado y el costo político podría ser alto si se percibe la medida como una forma de aliviar la presión sobre Maduro.
Julianne Geiger / Oilprice.com



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