Boric, Kast y Maduro: Nuevas tensiones en las relaciones Chile-Venezuela y su impacto en los migrantes venezolanos

Los internacionalistas María Teresa Romero y Juan Francisco Contreras anticipan una línea “mucho más dura” hacia Nicolás Maduro por parte del presidente electo de Chile, si no se produce cambio político en Venezuela.

La Hora de Venezuela

Por un lado, el líder chavista Nicolás Maduro advierte al presidente electo de Chile que no se meta con los migrantes venezolanos en ese país. Por otro lado, José Antonio Kast le responde y lo tilda de “narcodictador”, como abreboca de lo que parece avecinarse en las relaciones entre ambos países una vez que el ultraderechista asuma el poder el 11 de marzo de 2026.

Venezuela rompió relaciones diplomáticas con Chile desde agosto de 2024, cuando el ahora presidente saliente, Gabriel Boric, desconoció a Maduro como reelecto en las presidenciales del 28 de julio del año pasado, al igual que otros mandatarios como Javier Milei, de Argentina. Los servicios consulares se mantienen.

A partir del apoyo de Kast al despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe para combatir el narcotráfico procedente de América Latina, el desconocimiento a Maduro como presidente, más la promesa de deportar sin vacilaciones a 337.000 migrantes –la mayoría venezolanos– que viven actualmente en ese país de manera irregular, internacionalistas consultados anticipan una línea “mucho más dura” de la nueva administración chilena respecto de Venezuela si no se produce un cambio político.

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“La situación que se vive en Venezuela es inaceptable y es imposible que se mantenga; por lo tanto, cualquier gestión que se haga para que el señor Maduro deje el cargo que está ocupando ilegítimamente, yo apoyo cualquier situación que termine con una narcodictadura. No podemos intervenir porque somos un país pequeño, pero vivimos el terror de tener a una narcodictadura (…) el que lo haga va a contar con nuestro apoyo,” remató Kast este 16 de diciembre.

De mal en peor

“El triunfo de Kast en Chile sin duda va a empeorar las relaciones con la administración de Maduro, a quien considera como una dictadura. De por sí ya las relaciones entre Venezuela y Chile han sido tensas, se suma que el hasta ahora candidato ha adelantado que no va a mantener ningún tipo de relación con Venezuela, pero expresa optimismo en cuanto a un cambio político para cuando él asuma la presidencia”, considera la internacionalista Maria Teresa Romero.

Desde el aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago, minutos antes de volar hacia Argentina para reunirse con el presidente Javier Milei, Kast dijo que Maduro es “un dictador” para luego corregir con un calificativo más duro: “narcodictador”, que vive “momentos difíciles” por la presión que está ejerciendo EEUU.

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El presidente electo no descartó que quizás otros países se sumen a dicha presión “porque la exportación de la droga no es aceptable.”

“Se esperan relaciones muy tensas. Las relaciones entre países siempre están supeditadas al tema ideológico y Kast representa todo lo contrario a lo que es Maduro. Los afectados son los ciudadanos, tanto la cantidad de migrantes venezolanos que viven en Chile que llegaron en condiciones precarias como los de ambos países que necesitan los servicios consulares si estos llegan a cerrarse. Los Estados tienen la responsabilidad de asistirlos donde quiera que estén,” sostuvo el presidente del Colegio de Internacionalistas de Venezuela, Juan Francisco Contreras.

A su juicio, es Miraflores el que ha minado las relaciones diplomáticas con países con “decisiones no meditadas” y sin tomar en cuenta a la diáspora que está regada por todo el mundo y en este caso en Chile.

No habrá mejoría

En enero de 2025, el canciller venezolano Yván Gil recordó que Venezuela rompió “toda relación” con el Gobierno de Chile y retiró a su personal venezolano de ese país, luego de que Boric no reconociera a Maduro.

“Mientras el gobierno imitador de Sebastián Piñera no asuma un papel digno y de respeto a nuestro país, no habrá ninguna relación posible,” dijo Gil en momentos en que Chile responsabilizaba a Miraflores del asesinato del militar venezolano en condición de retiro, Ronald Ojeda en Santiago, tras ser secuestrado por hombres armados.

La ministra chilena del Interior, Carolina Tohá, dijo entonces que no estaban de acuerdo con el método de romper relaciones diplomáticas. Posteriormente, en marzo, la Fiscalía y la Cancillería chilena llevaron el caso del teniente (r) Ojeda ante la Corte Penal Internacional (CPI).

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“Uno esperaría que privara la sensatez y que las relaciones diplomáticas se mantuvieran para evitar que las personas paguen las consecuencias. Kast ha dicho que va a sacar del país a migrantes en condiciones ilegales, especialmente los que hayan cometido delitos y será un elemento de tensión entre ambos países. Si las relaciones con Boric eran tensas, con Kast no van a mejorar,” agregó Contreras.

Migración: foco de mayor tensión

“Usted podrá ser pinochetista convicto y confeso, pero cuidadito le toca un pelo a un venezolano; los venezolanos se respetan. ¡Cuidadito! Escúcheme bien, oyó, que el que se mete con Venezuela se seca y usted se puede secar aceleradamente, señor Kast,” amenazó Maduro, este lunes, 15 de diciembre, durante su programa semanal transmitido por VTV.

Romero destacó que el endurecimiento de controles migratorios no son políticas exclusivas de gobiernos de derecha, puesto que Boric, quizás con una postura no tan radical, también tomó medidas para profundizar dichos controles.

Desde el 11 de marzo de 2022, Boric fue señalado de endurecer su discurso sobre la migración en condiciones ilegales, el 15 de marzo de 2023, al anunciar la protección de la frontera (militarización) para asegurar una “migración regular, segura y ordenada» como prioridad del gobierno.

“Al parecer la prioridad (de Kast) será atender el problema de la migración en condiciones irregulares porque así lo prometió durante su campaña y los venezolanos se verán afectados. Ya está empezando a organizarse con los vecinos, Perú, Argentina y Bolivia que tienen gobiernos afines y proclives a combatir la migración sin regularizarse, para ayudarse mutuamente, con el argumento de mejorar la seguridad,” advirtió la internacionalista.

La petición de María Corina

Si la abanderada de la “centroizquierda”, Jeannette Jara, ganaba el panorama no mejoraba mucho. Para hacer frente a la migración en condiciones irregulares, proponía el reforzamiento de las fronteras, con mayor presencia policial y militar, así como el uso de drones y sensores térmicos. También prometió la expulsión de migrantes con faltas menores o simples.

“Si Kast dice que van a salir los migrantes que no estén regularizados, sin darles oportunidades para que legalicen su situación en ese país a quienes fueron a trabajar y buscar un mejor destino, uno igual esperaría un proceso de salida que cumpla la ley y el respeto a los derechos humanos para evitar arbitrariedades. No creo que Kast emprenda una caza de migrantes como en EEUU,” apostó Contreras.

El pasado 11 de diciembre, la líder opositora, María Corina Machado, pidió a Chile “mantener un espacio de respeto y bienvenida a los venezolanos” hasta que puedan regresar a su país, en alusión a una eventual transición política. La Premio Nobel de la Paz agradeció en general a los países de acogida a la diáspora, aunque reconoció que la llegada masiva de extranjeros puede generar tensiones internas.

Al conocerse el triunfo de Kast en segunda vuelta este 14 de diciembre, Machado lo felicitó y dijo confiar en su “apoyo” para la transición ordenada a la democracia en Venezuela.

Las políticas del gobierno de Maduro derivadas en una crisis económica y social sin precedentes han sido señaladas como la principal causa de la migración venezolana, que, según la Organización Internacional de la Migración, alcanza casi ocho millones. En este sentido, analistas y defensores de DDHH señalan a Miraflores de hacer uso político del tema migratorio para intentar mejorar su imagen.

*El periodismo en Venezuela se ejerce en un entorno hostil para la prensa con decenas de instrumentos jurídicos dispuestos para el castigo de la palabra, especialmente las leyes «contra el odio», «contra el fascismo» y «contra el bloqueo». Este contenido fue escrito tomando en consideración las amenazas y límites que, en consecuencia, se han impuesto a la divulgación de informaciones desde dentro del país.

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