General Huertas y Parra: La infiltración de disidencias en el gobierno Petro y el escándalo de corrupción en el Ejército
Mientras comandaba el Ejército, en tiempos de Iván Duque como presidente, el general Eduardo Zapateiro – propuso y logró el retiro de dos miembros de la línea de mando de la institución sobre los que venía recibiendo información de los servicios de contrainteligencia sobre presuntos actos de corrupción.
Se trataba de los generales Juan Miguel Huertas y César Parra, que venían de comandar unidades operativas importantes como las fuerzas de tarea de contraguerrilla. Ambos fueron notificados del retiro en ejercicio del poder discrecional del presidente cuando Zapateiro – quien está apoyando la campaña de Abelardo de la Espriella era el comandante, aunque no se les encauzó penal o disciplinariamente.
En la época de la campaña electoral, sin embargo, ambos oficiales se sumaron a la causa electoral de Gustavo Petro en un acto en Cali en el que estuvo presente Iván Cepeda, que el entonces candidato aplaudió y publicitó en su cuenta de X.
Bienvenidos generales(r) Parra, Huertas y Pinto, coronel Barrera y sargento Chaĺá, entre otros.
Una fuerza pública profundamente respetuosa de la Constitución, de los derechos y las libertades de toda la ciudadanía. pic.twitter.com/HhRXXy64d8
— Gustavo Petro (@petrogustavo) June 8, 2022
La adhesión tuvo su buena recompensa. Cuando hoy el presidente ganó la elección, Parra fue asignado al cargo de representante de la Dirección Nacional de Inteligencia ante la Embajada en Washington y Huertas volvió al servicio activo como jefe del Comando de Personal del Ejército.
El presidente Gustavo Petro encontró en Huertas un aliado ideal para emprender una purga en el Ejército y renovar las estructuras del mando con oficiales afines a la causa ideológica del gobierno. Por esa vía, medio centenar de oficiales de alta graduación fueron llamados a calificar servicios para abrirles el paso hacia la cúpula a otros menos experimentados, pero más volubles para los propósitos del Gobierno.
La noche de este domingo 23 de noviembre, Noticias Caracol reveló que Huertas era en realidad un aliado de las disidencias de las Farc, al mando de alias ‘Calarcá’, en el propósito de infiltrar al gobierno mismo y a instituciones claves como el Ejército, la Policía Nacional y la Fiscalía.
La investigación periodística, que según sus autores duró un año, demostró que ese plan de infiltración, probado a la luz de los contenidos que reposaban en la memoria del computador de ‘Calarcá’ y de cientos de chats y conversaciones telefónicas, era conocido hace 16 meses por la fiscal general de la Nación, Luz Adriana Camargo, sin que su despacho haya tomado hasta ahora ninguna decisión visible al respecto.
De acuerdo con las pesquisas dirigidas por el periodista Ricardo Calderón, director de la Unidad Investigativa del prestigioso espacio televisivo, el ovillo del que sería el extenso hilo de la más grave trama de la infiltración de un grupo armado en los más altos círculos del gobierno, comenzó a ser tirado el 23 de julio de 2024.
Ese día, en un retén militar dispuesto en Anorí, Antioquia, el Ejército detuvo una caravana de vehículos en el que se desplazaban siete jefes de las disidencias de las Farc. A bordo fueron encontradas armas y dinero en efectivo.
Sin embargo, antes de que se formalizara la detención de los cabecillas descubiertos en condiciones de flagrancia, la propia fiscal general pidió por escrito que fueran dejados en libertad, con el argumento de que se trataba de miembros de una estructura que se encontraba en negociaciones de paz con el gobierno.
Entre quienes fueron retenidos temporalmente en el retén estaban ‘Calarcá’, quien se hace llamar comandante del estado mayor de bloques y frentes, y su compañera Erika.
El asunto no pararía allí. Desde entonces, fueron examinados técnicamente los contenidos de uno de los computadores de ‘Calarcá’, jefe de las disidencias y desencriptados contenidos de chat, correos electrónicos y mensajes verbales que resultarían comprometedores.
El computador de Calarca, una mina de información
Allí apareció toda la trazabilidad de comunicaciones que involucran a funcionarios como el general Juan Miguel Huertas con ‘Calarcá’. Entre los interlocutores y aliados de las disidencias en los altos círculos del gobierno apareció también Wilmer Mejía, un licenciado en educación física al que el presidente Petro le habría dado como fachada su representación ante el Consejo Directivo de la Universidad de Antioquia, cuando en realidad era uno de los hombres más poderosos de la Dirección Nacional de Inteligencia.
En los contenidos hay menciones a una posible financiación de la campaña de Petro y de su vicepresidenta Francia Márquez.
A juzgar por los comprometedores contenidos, el general Huertas quedó al descubierto como un asesor de las disidencias, a las que les indicaba la manera como podrían actuar de manera encubierta, a través de empresas de seguridad de fachada con las cuales podrían mover libremente su armamento.
Las conversaciones inconfesables
Uno de los contenidos más comprometedores sacados de los archivos es una carta fechada el 8 de febrero de 2024, en la que un hombre de las disidencias le narró a Calarcá una reunión sostenida en Bogotá con el general Huertas, en su condición de asesor del Ministerio de Defensa, del Ejército y la Dirección Nacional de Inteligencia.
“El hombre me dio buena confianza y nos propuso montar una empresa de seguridad (…) dice que la montemos mitad y mitad, que él se consigue los permisos y que nosotros pongamos los muchachos y las armas. Él dice que eso es una buena inversión porque llegado el momento en que todos estos procesos fallen, quedamos con hombres legales”, se lee en uno de los apartes de la carta que parece anticipar lo que ocurriría cuando el proceso de paz pudiera cristalizarse.
“Al hombre (a Huertas) le están ofreciendo puestos altos en el gobierno de ahora y él dice que no le quitará la demanda al general Zapateiro, que fue quien lo destituyó y lo sacó, que él prefiere ser una púa más en el zapato para Zapateiro y lograr que pague”.
Las comunicaciones aluden a por lo menos tres encuentros con el general Huertas, a quien los jefes de las disidencias se refieren como a ‘El Chulo’, y aseguran que él se comprometió a acercarlos a las Fuerzas Armadas como mecanismo adicional de protección.
La infiltración ha tomado alcances insospechados porque las comunicaciones dan cuenta que ‘Calarcá’ ha estado al tanto de investigaciones de la Fiscalía y operaciones de la Dirección de Policía Judicial e Interpol (Dijin).
“A Petro lo tumbamos”
En los archivos se encuentran además comunicaciones que revelarían que tanto las estructuras de ‘Calarcá’ como las de ‘Iván Mordisco’ (hoy objetivo militar del gobierno, que ha bombardeado sus campamentos) se unieron para ayudar a financiar la campaña presidencial.
Lo más grave es que, según los interlocutores, esa operación de apoyo clandestino se habría hecho a instancias de la vicepresidenta de la República, Francia Márquez.
En una de las conversaciones, alias Danilo Albizú dice que con las pruebas en poder de ‘Mordisco’ y de un tal ‘Mayimbú’ sería posible “tumbar” al presidente Petro. “Todo se hizo a través de Francia Márquez. Ahí tiene para que lo analice sin fatigarse, con cabeza fría a mano y analizar bien, pensando en lo que se viene o se deba organizar”, se lee en uno de los mensajes de chat expuestos por Noticias Caracol.
Un enigmático empresario chino
La investigación periodística identifica como Xi Xin Ching a un empresario chino que se convirtió en visitante frecuente de los campamentos de las disidencias en Caquetá, Catatumbo y el Sur de Bolívar y que sería un proveedor de armamento y otro sofisticado material bélico en el que figuran morteros.
“Ya cuando el amigo (chino) venga, le mando unas bombas. Su mortero. Jajaja. Una belleza, ¿no?”, se lee en otro aparte de las comunicaciones.
Los reporteros destacados para la investigación conversaron con habitantes y lugareños de las regiones en que las que se ha movido el enigmático empresario y recibieron de ellos la confirmación de su presencia allí. Las personas consultadas coincidieron en que Xi Xin Ching se presentó como un inversionista dispuesto a mover millonarios recursos y en vincularse a proyectos de minería ilegal. No obstante, los propios disidentes aseguran que se trata de un proveedor de poderosos armamentos.
El general Huertas y la vicepresidenta Francia Márquez no han respondido hasta ahora los requerimientos periodísticos para conocer su postura al respecto. Por ahora, el secretario de Información y Prensa de la Presidencia, Gerardo Augusto Cubides, se ha limitado a anunciar que les dará curso a esos requerimientos ante los despachos correspondientes del gobierno.



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