Escasez de Gasolina en Venezuela: Causas y Consecuencias del Desastre Petrolero
Estoy seguro que, al comenzar a leer este escrito, algunos lectores exclamaran: “ya de esto se ha hablado bastante”. Y es cierto, pero hay que persistir en la explicación de las causas y consecuencias de esta escasez de combustible. En mi ensayo sobre la Crisis Agropecuaria en Venezuela ofrezco detalles de las penurias que experimentan nuestros campesinos y empresarios agrícolas para conseguir un litro de gasoil para activar sus unidades de transporte, tractores o cosechadoras. Por eso insisto en darle datos a los lectores para que sepan la verdad de todo lo que acontece en el país y sus auténticas causas y consecuencias. Fijémonos en que, por ejemplo, los cubanos llevan más de 65 años repitiendo los cuentos atados a la invasión de Bahía de Cochinos y sus manidos argumentos del bloqueo de EEUU. Así operan esas franquicias dictatoriales. Tienen sus propias narrativas y atapuzan a las audiencias con sus rebuscadas historias.
La banda delincuencial que asaltó los dineros públicos y ha descuartizado las instituciones más caras del Estado, no cesan en su bombardeo publicitario para confundir a la opinión pública. Repiten una y mil veces las mismas peroratas para hacerle creer a la gente que “no hay gasolina porque el bloqueo de los gringos impide que lleguen los tanqueros cargados de ese combustible”. Veamos cual es la verdadera historia de la espantosa crisis que padece hoy Venezuela:
Desde que Hugo Chávez asumió el poder en febrero de 1999, tenía como idea fija dejar de lado el esquema de la meritocracia para dirigir una de las empresas petroleras más prestigiosas del mundo. Cuando se crea PDVSA, en agosto de 1975, su primer gerente, designado por el presidente Carlos Andrés Pérez, fue un distinguido venezolano: el general Rafael Alfonso Ravard. Con este calificado ciudadano comienza este exitoso método de la meritocracia que Hugo Chávez termina pulverizando.
Cuando Hugo Chávez asume el poder, en febrero de 1999, designa al Dr. Roberto Mandini (Febrero-septiembre 1999), un técnico con carrera reconocida en la industria, pero su paso por la empresa petrolera resultó ser fugaz, ya que seguidamente fue relevado por Héctor Ciavaldini (Septiembre 1999-octubre 2000), punta de lanza de los verdaderos planes de politización de Chávez. Posteriormente designa para ocupar ese cargo al General Guaicaipuro Lameda (Octubre 2000-febrero 2002), pero este general terminó siendo muy incómodo para los planes de Chávez. El general Lameda no se amoldo a los caprichos de Chávez, menos a la traición de continuar enviando petróleo regalado a Cuba, crudo que era dispuesto discrecionalmente por los hermanos Castro. Chávez había diseñado con Fidel Castro un plan ruinoso para nuestra industria petrolera con el propósito de beneficiar al club de amigos del Foro de Sao Paulo y su Acuerdo de Cooperación Energética PETROCARIBE y el Acuerdo de Cooperación Energética DE Caracas (ALBA-TPC, ACEP-ACEC).
Fue así que Chávez se abre y sin disimulos selecciona al Sr. Gastón Parra (febrero-abril 2002), un partidario de su agrupación política, designación que fue rechazada por los trabajadores y empleados de PDVSA por estimar que no tenía ni carrera ni méritos para desempeñar ese cargo. Así comienzan a surgir una serie de contratiempos entre la masa laboral de la empresa y el régimen de Chávez.
Aparecieron con Chávez los llamados “comisarios políticos”. Piezas humanas colocadas por el régimen en la estructura de la empresa, no para que funcionara mejor, sino para introducir el gusanillo de la politización. Inmediatamente se produjo la desafiliación de PDVSA Gas. La intención era siniestra. Las alocadas políticas de expropiación adelantadas por Hugo Chávez también hicieron sus efectos negativos en la producción de gas natural (Asociado al petróleo y gas libre) se estima que pudiéramos llegado a promediar unos 3400 millones de pies cúbicos por día; pero la triste y dolorosa realidad es que, por lo menos, de ese volumen, aproximadamente, la mitad se quema en la atmósfera por no tener capacidad de compresión disponible (debido a expropiaciones de las plantas de compresión hechas por Chávez). En ese desgarrador acontecimiento es posible observar, por ejemplo, en los cielos del estado Monagas, un problema ambiental y económico ya de larga data. Millones de pies cúbicos de gas asociado al petróleo se ventean diariamente con dos consecuencias gravísimas; la primera, la contaminación de la atmósfera y la segunda, la pérdida de un capital que pudiera ser explotado racionalmente para sacarle réditos muy auspiciosos.
Otra causa importante de este desastre, está en el hecho insólito de que los recursos extraordinarios obtenidos se utilizaron para financiar programas que nada tenían que ver con el desarrollo de la industria petrolera, ni disminuir su endeudamiento interno y externo. Hicieron de PDVSA una bodega importadora de pollos y cuánta cosa se le ocurriera al caudillo de turno. La verdad es que nos los animaba “alimentar al pueblo”, sino robar a manos llenas. ¿Se acuerdan de PUDREVAL y de las miles de toneladas de alimentos podridos en contenedores abandonados en los patios de puertos venezolanos?
Chávez impuso una política de regalos sufragados por nuestros petrodólares a sus socios del Foro de Sao Paulo. Compró y pagó refinerías en Cuba y Dominicana que ahora no son de Venezuela. Se pagaron carreteras, escuelas, hospitales, instalaciones deportivas en Bolivia, Cuba, Paraguay y en Nicaragua, etc., etc. Se usaron miles de millones de dólares para pagar activos en el exterior de forma irregular. Se colocaron miles de millones de dólares en las mesas financieras del Banco Central de Venezuela para realizar operaciones que solo servían para estafar a la Nación. PDVSA entregaba dólares y lo que le devolvían a PDVSA era dinero inorgánico.
Cedieron a China y Rusia, bajo la fórmula de “venta a futuro”, el destino de PDVSA y desde luego de la Nación. Al mismo tiempo que triplicaron la nómina de PDVSA para terminar produciendo, al día de hoy, 1 de un millón de barriles/d, en comparación con los más de 3.400.000 barriles/d que se producían en 1999.
Se malbarataba la gasolina en el mercado interno, no se atrevieron a ajustar los precios-cuando debían hacerlo-, se permitía que funcionarios corruptos contrabandearan el combustible para obtener ganancias fabulosas a costa del país. Se llegó al extremo de importar gasolina, un hecho inaudito, es como si los colombianos importaran esmeraldas. Se consolidó el negocio perverso del contrabando de extracción.
Liquidaron las refinerías de Amuay, Cardón, El Palito, Guaraguao, Bajo Grande y el Centro Petroquímico del Zulia, Ana María Campos. O sea, Chávez se encontró en 1999, con una capacidad instalada para refinar más de 1.3 millones de barriles de gasolina. Al día de hoy esas refinerías son chatarras y de las 18 que teníamos en el exterior remataron 14 y solo quedan las 4 dependientes de nuestra empresa Citgo, que está, lamentablemente “en pico de zamuro”, como consecuencia de los dislates cometidos por Chávez y Maduro. También destrozaron las plantas de destilación que funcionaban en cada refinería.
Cerraron (2006) el proyecto de la Orimulsión y también le “bajaron la santamaría” a INTEVEP. Y uno de los mejores y valiosos patrimonios humanos del país, representado por más de 23 mil profesionales expertos en materia petrolera, fueron ajusticiados por “el pito de la ignominia”, aquella tarde (7 de abril de 2002) en que Chávez los sacó de PDVSA. Los atropellos del régimen chavista habían dado lugar a un paro petrolero iniciado el día 2 de diciembre de 2002, protesta que fue promovida por los líderes de los trabajadores que contaron con el respaldo de voceros de la Sociedad Civil y de la CTV. ¡Inolvidable!
Más adelante, el 15 de enero de 2004, el siniestro dictador Hugo Chávez confesaría, mientras presentaba ante la Asamblea Nacional su “Memoria y Cuenta», que “tenía que tomar esa colina que era PDVSA. Lo de PDVSA era necesario aun cuando nosotros no lo generamos (la crisis), bueno….si la generamos, porque cuando yo agarré el pito aquel en un Aló Presidente y empecé a botar gente, yo estaba provocando la crisis: cuando nombre a Gastón Parra y aquella nueva directiva, pues estábamos provocando la crisis. Era necesaria”. Después vino el siguiente capítulo, el de “la PDVSA roja, rojita”.
He considerado pertinente, para enriquecer esta crónica, citar las reflexiones realizadas por el Inge. Eddy Ramirez, conocedor de la historia de esta industria, especialmente su referencia a las cuatro Asociaciones Estratégicas de la Faja Petrolífera del Orinoco que también pasaron a ser empresas mixtas. Nos recuerda el experto petrolero que, “esas asociaciones disfrutaban de una regalía de solo el 1 por ciento y 34 por ciento de impuesto sobre la renta, debido a que cuando iniciaron sus operaciones el precio del petróleo estaba muy bajo y era necesario hacer grandes inversiones en las “mejoradoras” para que este tipo de crudo pudiese ir a refinerías convencionales”. Explica sesudamente Eddy Ramirez la razón de ser del convenio, en el cual se “contemplaba que cuando las cifras del negocio fuesen positivas, la tasa impositiva sería elevada, como acertadamente se hizo, quedando la regalía en treinta por ciento, el impuesto sobre la renta en cincuenta por ciento, además de otros impuestos. También PDVSA asumió el sesenta por ciento de las acciones, por lo cual la Exxon y Conoco elevaron demandas”.
Más adelante “Los Convenios Operativos fueron considerados onerosos y pasaron a ser empresas mixtas, lo cual benefició a las compañías privadas que dejaron de ser prestadoras de servicios y se convirtieron en socias de PDVSA. En total se han constituido cuarenta y cuatro empresas mixtas, con participación de cuarenta y nueve socios de veintiún países. Estas empresas han tenido problemas para operar, porque PDVSA tiene dificultades para aportar el sesenta por ciento que le corresponde y, además, según algunos socios, interfiere en la contratación de personal y en otras decisiones.
Otra desgracia: “Acabaron también con los mejoradores, han desmantelado los taladros, se han robado las tuberías y dejaron de concretar los Proyectos de Conversión Profunda para reformular nuestra propia gasolina. Dejaron quebrados a miles de emprendedores, no les pagaron a centenares de proveedores, la corrupción se instaló de la mano de los familiares y comisarios políticos que plagaron la empresa. “Venezuela llegó a ser el segundo productor mundial de petróleo y el primer exportador”.
Un relato para saber de dónde venimos: “Cuando se creó la OPEP en 1960, Venezuela, Arabia Saudita, Irán, Irak y Kuwait producían 7.891.000 barriles/día, y el país suramericano aportaba el 36%. En junio del 2017, esos mismos cinco países fundadores producen 22.889.000 barriles/día, pero el aporte de Venezuela es de solo un 8,46%. Los catorce países que integran hoy la OPEP produjeron en junio 2017 un total de 32.611.000 barriles y el aporte de Venezuela fue del 5,94%. Estas cifras indican claramente que Venezuela fue el gran perdedor dentro de esa organización. Más lamentable aún es que el ingreso por concepto de petróleo no benefició a la población venezolana, que tiene un elevado índice de pobreza, ni propició la diversificación de la economía, cuyo ingreso en divisas depende en un 96 por ciento de las exportaciones petroleras”.
Finalmente, esta tragedia nos deja una lección: sin estabilidad política, sin seguridad jurídica ni transparencia administrativa, no será posible sacar adelante nuestra industria de hidrocarburos.
Como ya hemos dicho, reiteradamente, se acabó ese mito de que “somos ricos porque tenemos petróleo”. Habrá que abrirse al capital privado para financiar los desafiantes proyectos de reconstrucción nacional. Se requerirán sumas muy grandes que solo pueden aportar sectores privados a los que hay que asegurarles y demostrarles que en Venezuela tendrán estabilidad política y seguridad jurídica. Las reservas (crudo y gas, etc.) no valen nada mientras no sean explotadas racionalmente. Será indispensable una nueva Ley de Hidrocarburos, la actualización de otras leyes relacionadas con el sector y definidas condiciones legales, fiscales e Institucionales atractivas para los inversores. El extraordinario e incremental potencial de la faja, representadas en inmensas reservas, es un polo excepcional para proyectar el crecimiento optimo y flexible del activo más grande con el que cuenta el país.
Preservar a nuestra empresa Citgo será de un alto valor estratégico para cumplir con los planes que ya están delineados. El mercado natural del crudo pesado venezolano es Estados Unidos, no solo por la cercanía sino también por la cantidad de refinerías que han sido adaptadas para procesar crudo venezolano. Desde el punto de vista de “Net Back” (valor recibido por el crudo y productos), Europa es el otro mercado importante, seguido por el lejano oriente por ser el mayor demandante de hidrocarburos.
La reincorporación de nuestros técncos petroleros, ahora con mayores experiencias y conocimientos adquiridos en estos últimos lustros, será de gran relevancia.
Pienso que no hay dudas en el entendido de que la Economía no puede depender sólo de la actividad de los hidrocarburos, hay que avanzar hacia la verdadera diversificación con vistas a la economía de los conocimientos y la creación de otros nichos o fuentes generadoras de riquezas. Nunca más debe ser politizada el manejo de esta actividad que debe estar en manos de una AGENCIA NACIONAL DE ENERGÍA y de su mano avanzaremos a la consolidación del gran Hub Energético de Las Américas. Así pienso.
@AlcaldeLedezma|Antonioledezma.net
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