El sector cultural hace «pausa obligada» por la situación política
Las protestas poselectorales pusieron nuevamente en relieve la crisis política y social en la que ha estado sumida la nación en las últimas dos décadas. La situación ha llevado a numerosos artistas y prestadores de servicios a reprogramar o cancelar sus actividades. En el sector temen el impacto económico, pues apenas se recuperaban del cierre al que los obligó la pandemia por covid-19
Los espacios culturales en Venezuela se recuperaban tímidamente, luego de que la nación atravesara una de sus peores crisis económicas. Si bien en Caracas abundan las actividades recreativas, en las regiones el sector es todavía más débil. A esto se suma una reciente pausa, luego de que desde finales de julio la nación volviera a vivir protestas que ponen en relieve la crisis política y social en la que ha estado sumida desde hace más de dos décadas.
La pandemia también dejó su huella en este sector, pues por más de año y medio, los cines, las salas de teatro y los eventos masivos fueron restringidos. Para quienes trabajan el sector, el país dejó hace mucho de ser, por ejemplo, una industria musical y se convirtió en pequeñas escenas musicales, donde las productoras y prestadores de servicios trabajan por recuperar el prestigio que perdieron comparados con sus pares de la región.
Por ejemplo, en marzo de este año, la cantante colombiana Karol G ofreció dos conciertos en el Estadio Monumental de La Rinconada. Una rareza para un país que tenía rato sin recibir artistas de esta talla.
Este 2024 algunos prestadores de servicio ya comenzaban a ser más cautos con los eventos y la planificación, debido a que el 28 de julio el país llevaría a cabo elecciones presidenciales. La incertidumbre por el día después de los resultados se exacerbó, luego de que se registraran protestas en distintas partes del país en rechazo a los resultados del Consejo Nacional Electoral, que dan una victoria a Nicolás Maduro para un tercer mandato.
La crisis deja, según cifras oficiales, más de 2.200 personas detenidas y más de una veintena de muertes violentas. Ante esto para muchos es impensable sostener eventos culturales, así que varios conciertos y festivales han sido suspendidos o reprogramados. Sin embargo, para quienes trabajan en esta industria, está la incertidumbre por los empleos que aquí se generan y también por la necesidad de espacios culturales.
Para Wendy Racines Lozada, comunicadora y gestora cultural, su proyecto de agenda cultural llamado Planes Sin Plan está parado “a partir de la inestabilidad sociopolítica”. Ella lo califica como “una parálisis de golpe”, que afecta productivamente a muchas áreas.
“Se cree que no se debe hacer un evento por un tema de indolencia, de respeto o por seguridad, por no estar en la calle a ciertas horas, pero por otro lado el mayor impacto que se recibe sí es económico y por supuesto de crecimiento cultural, pero el más inmediato es el económico”, comenta Racines Lozada a TalCual.
La gestora cultural explica que detrás de cada evento, desde el más simple, hay técnicos, fotógrafos y todo tipo de prestadores de servicios que quedan en el aire. “La cancelación de eventos afecta el ritmo del sector cultural que recién estaba empezando a salir del hoyo, en un país donde las industrias culturales se perdieron, lo que había era escenas, escenas musicales, literarias, audiovisuales. Apenas había espacios pequeños y se estaba abriendo poquito a poco la posibilidad de artistas como karol G, o como el concierto de Marc Anthony que se canceló”, dice Racines.
El concierto de Marc Anthony en el Estadio Monumental estaba pautado para el 27 de agosto y fue cancelado por parte del artista. Otro evento similar cancelado este mes es el de la cantante Flor Bertotti. La Agencia Biz de Argentina informó el 10 de agosto que “debido a los momentos que está atravesando Venezuela” consideraban oportuno la cancelación, el show estaba previsto para el 30 de agosto.
Rodolfo Moleiro, director general de Cúsica, explica que desde que regresaron los conciertos grandes y festivales de calidad internacional a finales de 2019, los promotores asumieron esa responsabilidad de «echarle pichón», sabiendo que se iban a enfrentar a épocas más complicadas que otras. «La reconstrucción de la industria musical en Venezuela no sólo depende del buen ejercer de los que producen shows sino también que se den las condiciones del lugar en el que se produce», apunta.
«Las empresas productoras venezolanas estamos reprogramando shows que estaban confirmados, para ahora poder venir en otro momento. Eso deja puertas abiertas con las agencias internacionales a que estos artistas vengan más adelante, porque también esos artistas mantienen sus ganas de tocar en Venezuela. Así es que estos no son shows que se pierden o dejan de hacerse siempre y cuando ese artista considere venir en otra fecha», dice.
A juicio de Moleiro cuando se trabaja en este sector musical de eventos en vivo, todo promotor debe estar preparado para el mejor y el peor escenario y apunta que con las reprogramaciones, el primer afectado es el público que quería ver a su artista en tal fecha y capaz no pueda estar en la otra.
Cúsica señala que mantienen una programación de aquí a diciembre, que esperan cumplir con el público. En cuanto a talento local de calidad internacional, indican que tendrán una gira con Rawayana en diciembre, a Viniloversus en un recinto en el que no había tocado antes, así como la primera edición del Festival Nuestro Ritmo. Asimismo, expresan que están en constante comunicación con la cantante mexicana, Silvana Estrada para su primera presentación en Caracas, la cual sería el 30 y 31 de agosto y que quedó aplazada para más adelante. Por último, aseguran que tendrán el festival Cusica Fest 2024 con más de 12 artistas internacionales ya firmados y confirmados.
Hoy queremos informarles que las presentaciones de Silvana Estrada pautadas para el viernes 30 y sábado 31 de agosto en Caracas, quedarán canceladas con la seguridad de reagendar una futura presentación más adelante. pic.twitter.com/GFtxJ4nmiS
— Cusica (@CusicaVzla) August 14, 2024
La agrupación Voz Veis también informó este 12 de agosto la suspensión de su concierto en la isla de Margarita, el cual sería el próximo 24 de este mes. El grupo dijo que tomó la decisión debido a “los recientes acontecimientos políticos y sociales en el país”.
El cantautor venezolano Noreh también aplazó los conciertos que daría este año en varias ciudades del país. Aún en las páginas que venden los tickets aparecen algunos conciertos como vigentes. El artista expresó que “han sido días muy duros y por respeto a eso, he decidido que todas esas fechas pautadas, nacionales e internacionales, sufrirán cambios o algunas se cancelen”. Noreh pidió a los fans estar atentos a la boletería o productora del evento sobre los cambios.
Wendy Racines, gestora cultural, considera que en lo que resta de año cualquier posibilidad de traer artistas más grandes no está dada en este momento. “No existe esa estabilidad política, social, económica y de seguridad como para que artistas con un mayor protocolo puedan incluir a Venezuela en sus giras. Esto afecta todo el empleo que generan los eventos, desde el que alquila el sonido, hasta el que pone baños portátiles, productores, jefes de prensa, entre otros”.
Para Racines durante un mes o más los ingresos, para quienes trabajan en esta industria, quedan congelados. Sin ahorros o trabajos en otras áreas es muy difícil continuar. Además, añade que la cultura siempre tiene el estigma de “no podemos estar en esta incertidumbre y en esta inestabilidad y que se estén haciendo conciertos, no están las condiciones dadas para eso”. Ante esto advierte que el tiempo dirá qué tanto afectará esto al sector cultural que apenas empezaba a recuperarse y no descarta que algunos migren a otros países debido a la crisis.
Por su parte, Rodolfo Moleiro, fundador de Cúsica, considera que el entretenimiento y la cultura son esenciales y más aún en la situación complicada que atraviesa el país desde hace años atrás. «Es importante no dejar de trabajar en programar y hacer eventos, ya que siempre es una ventana de oxígeno a cualquier situación difícil que se pueda estar viviendo, pero el público y el artista son los que toman la decisión final. En Cúsica nosotros hacemos nuestro trabajo y nos aseguramos de cumplir las condiciones ofrecidas tanto al público como al artista, nos aseguramos que todas esas condiciones estén dadas».
La productora explica que es clave entender que cada show es un negocio distinto con condiciones aceptadas por el artista y Cúsica, las cuales pueden variar. En el caso de Cúsica, los eventos son programados aproximadamente entre 6 a 12 meses de antelación, donde primero se aceptan unas condiciones entre ellos y el artista; se firma el contrato y se abona 50% del fee acordado con una cláusula que la fecha se escogerá más adelante por ambas partes ya dependiendo de las giras por programar o programadas por el artista en la región. En 2023 Cusica llevó a cabo 17 shows en vivo, sin incluir los Cusica Live.
Para Moleiro, director de esta productora local, se está en «un escenario complicado», pero en el que llevan mucho tiempo trabajando y construyendo no sólo en pro del rescate de la industria musical, sino en el área de espectáculos en vivo.
Cúsica también reprogramó el Festival Nuestro Ritmo en El Hatillo, para el 20 de octubre tras el cambio de fecha. Inicialmente se llevaría a cabo el 17 de agosto. “Nuestra premisa siempre será cumplir con ustedes y trabajar en pro de la industria musical venezolana”, escribió la compañía en un comunicado el 11 de agosto. Entre los artistas confirmados para este evento están Okills, Diamante Eléctrico, Gran Radio Rivera, Nina Romero, Nomasté, entre otros.
Más allá de las tarimas
Otros eventos que fueron reprogramados son el Caracas Comic Con, que será ahora el 16 y 17 de noviembre. “Las entradas adquiridas serán válidas para el día correspondiente en noviembre. El QR será válido y no es necesario cambiarlo”, informó la organización.
El Festival Teatral de Autor (Festea), organizado por A.C. Pathmon Producciones, también comunicó que aplazaría este festival momentáneamente, debido a la crisis que atraviesa el país. Sin embargo, hace seis días en su cuenta de Instagram indicaron que estaban retomando los preparativos para dicha actividad.
Humberto Sánchez Amaya, periodista cultural y fundador de Disco Club, una tertulia semanal para conversar sobre música, indica que distintos centros culturales pausaron sus actividades tras el 28 de julio. Algunos ya las han retomado, como el Trasnocho Cultural, al igual que las cadenas de cines. No obstante, menciona eventos de salsa como La Clave de Bajo el Árbol, que celebraría su primer año el 16 y 17 de agosto, y movió las fechas para los días 13 y 14 de septiembre.
Para Sánchez los eventos que se ven más afectados son los nocturnos, que comienzan pasadas las siete de la noche, a diferencia del cine que brinda la posibilidad de ir temprano. Para el especialista esta pausa significa un punto en contra, pues, advierte que antes de todo esto, los centros culturales estaban a la baja en cuanto a asistencia de público, eso incluye cines y teatros.
Datos de la Asociación de la Industria del Cine (Asoinci) muestran que hay una caída de 12,20%, respecto al año pasado, en el número de espectadores que visitaron las salas de cine en todo el país. Al cierre de julio de 2023 el número de espectadores se ubicó en 5.323.331, mientras que en el mismo periodo de este año la cifra cerró en 4.673.546.
José Pisano, director de Asoinci, explica a TalCual, que en cuanto al público que solo vio alguna película venezolana en 2023 los números alcanzados fueron gracias al impulso que dio la película Simón. El año pasado más de 200.000 personas compraron un boleto para ver algún film con nacionalidad venezolana, en lo que va de año, al cierre de julio, la cifra va por 56.184 espectadores.
Simón es una película dirigida por Diego Vicentini, que muestra la vida de un joven venezolano, detenido y torturado en las protestas antigubernamentales de 2017 y quien lidia con las heridas de ese momento al tiempo que pide asilo en Estados Unidos y teme ser deportado.
“Sin duda el año pasado el gran motor fue la película Simón, que tuvo una audiencia importante, que hizo que esa asistencia lograra alcanzar ese número durante el año 2023. Los datos en lo que va de año muestran que efectivamente hay una caída en el número de espectadores país, acumulados al mes de julio”, indica Pisano.
Cadenas como Cines Unidos cerraron los días 28, 29 y 30 de julio. El 1° y 2 de agosto abrieron sin comunicar y desde el 3 de agosto informaron en redes que ya estaban operativos. La empresa reprogramó también algunos estrenos como, Black Pink World Tour, Harold y el crayón morado; Instinto maternal y Romper el círculo fueron reprogramadas para el 15 de agosto.
Para los especialistas las dificultades en el sector venían desde antes de las protestas poselectorales, pues observaban funciones canceladas o pospuestas por la falta de público. A juicio de Humberto Sánchez la incertidumbre que se ha acentuado supone otro golpe, no solo para la manutención de artistas actores y directores, sino también para las salas de cines y centros culturales que dependen de una taquilla para la supervivencia.
«Nosotros seguiremos haciendo nuestro trabajo de seguir trayendo y haciendo shows para Venezuela. Pero siempre cumpliendo nuestros acuerdos con los artistas y con el público, que las condiciones para cada uno están dadas y podamos cumplir al 100% con las condiciones acordadas de cada show y eso se va evaluando día a día, ya que nuestro trabajo viene de hace una década y desde el 2019 con shows masivos con muchísima entrega y esfuerzo», dice Rodolfo Moleiro.
La economía venezolana enfrentó una de sus mayores crisis entre 2013 y 2020. La caída apenas se detuvo a partir de 2021, cuando la economía creció 0,5%. Este año firmas como FocusEconomics estiman que el Producto Interno Bruto crezca alrededor de 4,5%, sin embargo, estas estimaciones fueron antes de que la nación entrara en una crisis política y social tras los eventos del 28 de julio.
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