Redacción (ALN).- La actriz Kelley Mack, conocida por sus roles en «The Walking Dead» y «Chicago Med», falleció a los 33 años a causa de un agresivo cáncer diagnosticado en enero.
La artista padecía un glioma difuso de línea media, un tumor de rápido crecimiento que afecta el sistema nervioso central.
El tumor se le descubrió después de que Mack sintiera un dolor de espalda persistente que inicialmente atribuyó a una lesión. Su hermana confirmó que la actriz murió en paz el 2 de agosto en Cincinnati.
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Según expertos, los gliomas son tumores que se forman en el cerebro o la médula espinal cuando las células gliales crecen sin control. Aunque la causa exacta es desconocida, se cree que se debe a mutaciones genéticas. Los síntomas varían, pero pueden incluir dolores de cabeza, problemas de visión, náuseas y cambios de personalida.
El tratamiento para esta enfermedad generalmente incluye cirugía, seguida de radioterapia y quimioterapia. Mack se sometió a una biopsia que la dejó con dificultades de movimiento en sus piernas, pero continuó luchando y compartiendo su progreso en redes sociales.
Con información de NY Post
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