El ocaso del régimen: la pérdida de credibilidad y el clamor por el cambio en Venezuela

PARTE I

El gran problema que engloba a la «totalidad» del régimen en el poder es la falta de *credibilidad* que la comunidad nacional, así como la internacional, tiene sobre ellos. Por credibilidad, se suele entender la “calidad de creíble” que se le atribuye a una persona o institución; es decir, si son dignas de fe o confianza. “Por sus obras los conoceréis”. Cuanto mayor reconocimiento haya sobre esas obras, obvio, mayor será la credibilidad y el reconocimiento.

Esto nos permite afirmar que la *credibilidad* se puede tener, luego perder y generalmente con mayor dificultad – volver a recuperar.

En esta estancia teórico-práctica, somos testigos de la pérdida de fe en importantes instituciones del país debido a un sinnúmero de escándalos. Han pasado 25 años de esta malévola revolución del siglo XXI y es precisamente allí, en la “pérdida de credibilidad” del pueblo hacia el régimen y quienes lo dirigen, donde podemos señalar que, se encuentra la razón del «rechazo absoluto» que se ha consumado en tiempo y espacio contra ellos. Es destacable que la credibilidad no solo se atribuye a personas o instituciones, también las afirmaciones o mensajes que emiten inciden de manera directa, ya que pueden ser creíbles o no.

Cuando estos no son creíbles, se acumulan y son determinantes en la toma de decisiones. La base de la *credibilidad* debería ser siempre la honestidad, pues ninguna persona logra construir un círculo de afectos que dure toda la vida si intenta sostenerlo con mentiras y falsedad.

El PUEBLO es inteligente y cuenta con un don de ubicuidad en la realidad inequívoca que lo subyuga y con la capacidad suprema para cambiarla para su bien. El soberano decidió por el cambio y lo logró de manera categórica. Quienes perdieron la credibilidad jugaron a lo suyo (golpe de Estado electoral) y se colocaron a espaldas de esa decisión incontrovertible tomada por nuestro pueblo.

Además, como agravante, se acumulan de manera irreversible acciones, muy normales en el usurpador³, contrarias a la legalidad (por supuesto, lo niegan) desarrolladas *de manera nucleada* durante los 25 años en el poder que los ha colocado en el cadalso de la justicia internacional.

Las pruebas son de “relevancia extrema” que han obligado a recompensas por la captura del precitado personaje de marras y de otros miembros de la cofradía delictiva que le acompaña. Grita de manera procaz, amenazando a las fuerzas verdaderamente opositoras a lo interno y a aquellos entes externos que procuran su detención por la vía legal. La falta de credibilidad, lo reiteramos, significa la llegada a su final.

PARTE II

Es asombroso como se devastó y se asoló un país. Los venezolanos y extranjeros que tuvimos la oportunidad de nacer y vivir en Venezuela desde antes de los años 50 (dictadura) y mucho más después de ellos (+1958), hasta el final de la década de los 90, todos en el siglo XX; estamos inmersos en una realidad verdaderamente dramática; estamos impresionados de los cambios que hemos tenido de manera radical en los últimos 25 años; hemos retrocedido no solo nuestra historia política, económica, social y cultural, sino que hemos llegado a tiempos de barbarie, de anticultura y anti axiológica, que fueron la antítesis de nuestra vida en sociedad nacida en tiempo de lo que podemos denominar, sin temor a equivocarnos, como el espacio de consolidación de nuestras libertades ciudadanas y republicanas, que los comunistas, fascistas y mafiosos llaman la IV república.

A los cubanos – comunistas que se jactan de haber formado al usurpador³ y candidato derrotado, les cuesta creer que esa IV república llegó a tener la clase media más sólida de América Latina; que se erigió como ejemplo para el mundo en lo que significa las libertades ciudadanas y en la consolidación de una auténtica y verdadera democracia; que se jactaba de recibir de manera solidaria, con los brazos abiertos, a todos aquellos extranjeros que venían a nuestra tierra en búsqueda de una mejor calidad de vida (donde la lograron) y el pueblo se caracterizaba por su amabilidad, afabilidad y amor hacia todos sus relacionados, esté viviendo un tormento complejo que lo condujo inexorablemente a una dictadura.

El usurpador³ y candidato derrotado sabe que se ha generado en el desarrollo de estos 24 de gestión una “molestosa arrechera2” que ha traspasado la paciencia de todos los venezolanos; esto tiene a toda la sociedad en la calle y en donde se encuentre, como nunca, protestando pacíficamente (se agota la paciencia) por un cambio constructivo, para soslayar de inmediato la ruina generalizada en la que se encuentra nuestro país.

El personaje de marras sabe que es su propia incapacidad la que lo va a obligar a dejar el poder; además contribuirá con eso el latrocinio de los recursos públicos de quienes están al frente del régimen y las graves acusaciones sobre “narcotráfico y terrorismo” (pruebas presentadas por el pollo Carvajal, están en plena efervescencia), los salarios de hambre de 0.47%$ como salario mínimo, los apagones, la inseguridad, la inflación geométrica, el abandono del sector labora y la quiebra por corrupción dantesca de nuestra principal fuente de ingresos, PDVSA.

Venezuela nunca ha estado en manos de tanta gente inescrupulosa y delincuente en su conducción, como ahora; nunca nuestro bello país (el mejor del mundo) ha tenido una migración tan bestial como la que está invadiendo el continente y el mundo, jamás nuestra nación había sido asaltada en su estructura como Estado por una cofradía cívico – militar como la que hoy está al frente del régimen; nunca nuestro país se había estado muriendo de hambre como ahora; nunca nuestro país ha estado quebrado, se cierne sobre él la debacle socioeconómica total; es probable que en los próximos días no haya dinero para pagar las nóminas del sector público (por supuesto es el nefasto imperio quien lo impide); nunca Cuba había doblegado ningún país del mundo (lo buscó y lo consiguió) para imponer un “coloniaje”; nunca nuestra Venezuela se había endeudado como ahora, se le deben a China y a Rusia (de manera ilegal y anticonstitucional) más de doscientos mil millones de dólares, y lo peor es que en esos tiempos de la IV, Venezuela era el país más rico PER CÁPITA del mundo. El repudio al régimen y al usurpador³ y candidato derrotado es absoluto en lo nacional y en lo internacional es monumental; lo único que les queda para subsistir es el odio, la violencia y la “mal nacida en revolución”: la FAN (alto mando militar).

En la vida nada es eterno, lo malo muere más rápido que lo bueno; la inteligencia siempre sobresale por encima de la ignorancia. Los acontecimientos políticos inesperados (comenzaron el 22 de octubre de 2023) rompieron su paradigma no predictivo; ese pueblo que en apariencia se veía adormilado reaccionó ante la ignominia, y consolida una esperanza trascendental del cambio necesario, el triunfo del Dr. Edmundo González Urrutia, bajo el liderazgo de la Premio Nobel de la Paz María Corina Machado, es la victoria popular más importante de la historia contemporánea de nuestro país.

De las entrañas de esta tierra de mística telúrica nace la fuerza para impedir el avance indefinido de esa conjunción política e ideológica mortal que está en el poder. No hay vuelta atrás, llegaron a su final y ahora sí se cumplirá la máxima del no VOLVERÁN. El usurpador³ está en el ocaso de su fin en el poder.

@marlonj36450028|Profesor universitario|[email protected]