Venezuela no está para una transición

Antonio Ecarri, abanderado presidencial de la Alianza del Lápiz y de la Coalición Plural, enfatiza que solo conoce su plan de gobierno y el de Nicolás Maduro. El aspirante propone un programa para la Nueva Venezuela, cuyo punto neurálgico es la educación. Cree que la FAN reconocerá los resultados del 28 de julio, así sean adversos a la revolución, pero, asevera, «lo que no se van a calar son imposiciones internacionales». Asegura que no le quita votos ni a Edmundo González ni a Maduro

Fotos: Luna Perdomo

El candidato Antonio Ecarri (Alianza del Lápiz y la Coalición Plural) se presenta al encuentro con TalCual tras varias tentativas torpedeadas por la convulsa agenda política de los tiempos electorales. Desde la redacción de este diario digital, defiende el proyecto de gobierno que dice lleva tres lustros de gestación, y su propuesta de convertirse “en el presidente de la tranquilidad”.

Señala que en la ruta hacia el 28 de julio debutó dando mítines y argumenta que la estructura de su organización se basa en el bajo perfil y el trabajo directo con la gente.

Al mismo tiempo, asevera que la alianza con los partidos Avanzada Progresista y Cambiemos se cocinó a fuego lento durante año y medio y tras confluir en las ideas sobre el proyecto de país.  Insiste en retar al gobernante Nicolás Maduro, candidato a la reelección, a un debate sincero sobre el país y demostrar que es tan buen gallo como pregona.

El aspirante a Miraflores, que también es apoyado por las tarjetas de Fuerza Vecinal y Movimiento Ecológico, enfatiza que no cree en una transición en el país, pero sí en una transmisión de mando. Puntualiza que el país necesita de un mandatario que llame a la cordialidad «porque aquí no vendrá ni un solo inversor en medio del conflicto».

-¿Por qué desea conducir el país, su anterior postulación fue a la Alcaldía de Caracas?

-Te confieso que esto era un plan que tenía desde hace más de 15 años. Cuando me postulé de candidato a diputado por el 23 de Enero y el centro de Caracas, tenía claro que la única manera de gobernar a Venezuela después del chavismo era controlando los centros de poder, pero desde el punto de vista de apoyo popular. Es decir, escogí ex profeso el centro de Caracas y el 23 de Enero porque esa zona, según Rómulo Betancourt y según el propio Hugo Chávez, eran quienes podían dar la estabilidad y gobernabilidad al nuevo gobierno después del PSUV.

No vas a llamar a la Fuerza Armada, que has acusado de violaciones de derechos humanos, en el caso de que te venga una protesta de Catia o del 23 de Enero. Es decir, el presidente que venga debe tener en consideración dos cosas: las comunidades que están alrededor del Palacio de Miraflores y las que están alrededor de los cuarteles militares. Nosotros extendimos esa experiencia también al estado Aragua donde la Alianza del Lápiz es la primera fuerza de oposición, es decir, que hemos pensado y repensado esto desde hace muchos años.

Fuimos elaborando poco a poco un plan al que terminamos denominando la Nueva Venezuela porque estamos viviendo lo que Uslar Pietri pronosticó: si por un azar del destino, nunca se imaginó que, por suicidio, se acababa la industria petrolera, qué iba a pasar con ese país que era dependiente de la renta petrolera.

-Uno de los cuestionamientos que se le hacen es que ha pasado por varios partidos. ¿Esta intermitencia a que se debió? ¿Dónde encontró su norte político?

-Todas las organizaciones en las que yo he militado han tenido presente a la democracia cristiana. Me formé en la juventud de Copei gracias a mi tío Argenis Ecarri, que era alcalde de Valencia cuando me incorporé a la lucha estudiantil en la Universidad de Carabobo. Luego fui, como independiente, electo concejal de Chacao por Primero Justicia; después fui militante y coordinador nacional de Proyecto Venezuela, luego intenté volver a Copei para rescatarlo. Nunca me he salido de mi manera de pensar, ni de mis principios demócratas cristianos. Lo que hice fue fundar la Alianza del Lápiz, que es mi sueño de la Venezuela moderna, una Venezuela donde puede caber gente de todas las tendencias ideológicas porque estoy absolutamente convencido de que vamos a otro ciclo con una dinámica distinta.

-¿Qué le dice a quienes lo señalan de dispersar el voto opositor?

-Yo no le quito votos a Edmundo (González Urrutia) ni a Nicolás (Maduro), yo le quito votos a la abstención. Yo soy candidato de una coalición que representa un cambio en paz. Yo me siento que estoy en un honroso tercer lugar.

-Hay 10 candidatos presidenciales y Maduro dice que él es el gallo más fino y los demás son patarucos. ¿Qué tipo de gallo es Ecarri?

-Ecarri es un gallo fino. Gallo pataruco es el que no va para la arena. Gallo pataruco es un gallo correlón. Yo le he dicho a Maduro que tenemos que ir a un debate.  He sacado cartas dirigidas a los rectores de las universidades nacionales y también al Consejo Nacional Electoral para promover un debate presidencial. Quien no pueda llevar un debate pues cómo va a llevar un país y más en la circunstancia tan delicada que está Venezuela hoy por hoy.

Quienes tenemos un plan de gobierno, creemos que es el momento de insistir en un cambio de gobierno. Ahora bien, ese cambio de gobierno tiene que ser con ideas muy claras, Venezuela no aguanta un naufragio más, Venezuela no aguanta una venganza más. Mis angustias están entre los niños que veo en los sectores populares y que los veía ahorita en sectores campesinos allá en Puerto Cabello, una cosa terrible, los niños con la boca morada por malnutrición. Hay un país de carne y hueso que está sufriendo demasiado que no aguanta un sufrimiento más y creo que la dictadura de la polarización nos va a conducir a otro desastre más.

Una de las cosas que repite Maduro es que él es el único que tiene un programa de gobierno que es el Plan de la Patria.

Estoy de acuerdo con él, él tiene un plan de gobierno y es el plan de seguir haciendo lo mismo para seguir el mismo desastre. Yo conozco solamente los planes de dos candidatos: el mío y el de Maduro. Cualquier persona en la calle que nos conozca cuando le dicen Ecarri, dice “ah sí, el del Lápiz, el de la educación”. Saben que tenemos un plan muy claro. No creo que Maduro vaya a hacer algo diferente.

Y fíjate cómo abordó el tema del adulto mayor, que es la otra población vulnerable de este país, mis abuelos que no tienen ni para tomar Losartán. Ahora resulta que la solución para él es un ministerio. Y necesitamos crear cuanto antes un fondo de indemnización para los adultos mayores. Los abuelos venezolanos fueron víctimas de una estafa. El Estado venezolano le causó un daño, y eso hay que repararlo, a los abuelos que cotizaron durante años en el Seguro Social.

-Usted pidió al CNE levantar el veto a la Unión Europea para la observación en las presidenciales. ¿Qué ha hecho más allá del discurso?

-He hecho llamadas a gobiernos que están muy cerca, Colombia, Brasil, México, y a muchos países europeos porque siento que cayeron en una provocación. Un grupo de extremistas se fue a Bruselas tratando de ratificar sanciones contra personeros de aquí y estos les responden.

-¿Su partido tiene presencia en todo el país, ¿cómo preparan la maquinaria, testigos, toda la infraestructura para el proceso del 28 de julio?

– La Alianza del Lápiz, que es un movimiento realmente, no el partido clásico, trabaja con una agenda social muy fuerte y muy invisible porque estamos acostumbrados y nacimos en el 23 de Enero, entonces como mi primera campaña política tenía que hacerla prácticamente clandestina, nosotros siempre estamos acostumbrados a hacer campañas bajo perfil. Te confieso que es la primera vez en mi vida que hice un mitin, y lo he hecho en esta campaña electoral, porque mucha gente decía “¿es que Ecarri no tiene gente?”. La verdad es que mi campaña se centra, igual a como he construido mi estructura, muy en el lado humano, muy por las Casas del Lápiz, que son centros de formación de emprendedores.

*Lea también: Ecarri prometió a Maduro que por el voto de los venezolanos habrá un cambio de Gobierno

-¿Pero, de cara a las presidenciales, ¿cómo se están organizando?

-Nosotros seguimos el mismo ejemplo que tuvimos para la Alcaldía del  municipio Libertador, llegamos a tener, incluso, un certificado de la propia Unión Europea con más del 96% de testigos. Donde me faltaban testigos era en los centros de la clase media, pero en el 23 de Enero no me faltaron, no me faltaron en Catia, no me faltaron en Antímano, no me faltaron en Macarao.  Tenemos todavía algunas debilidades en el tema del control electoral en algunos sitios muy apartados como en el Delta o como en Amazonas, sin embargo, ya hay un equipo de docentes que están trabajando en eso. La Alianza del Lápiz está llevada por docentes en casi todo el país.

-¿Cuántos, puede precisar el número?

-Sí, claro. Nosotros estamos trabajando por lo menos para cubrir todos los centros de votación.  Nosotros pudiéramos estar hablando de tener hoy 30 mil (testigos) en toda Venezuela. Trabajarán junto con Avanzada Progresista y con Cambiemos, junto con el Movimiento Ecológico, que existe en Monagas, y Cambiemos, que es muy fuerte en Guárico, y Avanzada que tiene su gente en Lara y en Nueva Esparta. Pero mi gran pesadilla es que tengo testigos para las zonas más duras, para las zonas de mayor exclusión, pero me faltan testigos en los centros de la clase media.

-¿Cómo se construyó la alianza que lo respalda, la Coalición Plural?

-Fue una conversación de año y medio entre Cambiemos, Avanzada y Lápiz. Estábamos trabajando sobre un plan de país muy específico, donde coincidimos en la idea del cambio en paz y, sobre todo, porque nosotros no creemos en la transición, sino creemos más bien en que va a haber una transmisión de mando. Ahí hay una razón de fondo que nos separa del resto. Quienes crean que, por medio del voto, aquí simplemente Maduro se va a ir como se fue Pérez Jiménez, están pelando. Esta situación es una situación sumamente ligada y por eso podemos vivir circunstancias muy difíciles en las próximas semanas.

-María Corina Machado, Edmundo González Urrutia, muchos sectores de la oposición, dicen que Venezuela está a las puertas de un proceso de transición. ¿Ve alguna señal?

– No estoy de acuerdo porque Venezuela no está para una transición. Venezuela está para un cambio de gobierno y eso es distinto. Eso es lo que no hemos entendido en 25 años.

-¿Y qué se requeriría para llegar a un proceso de transición o el inicio de un proceso de transición?

– La transición significa que hay un cambio constitucional, que hay un cambio de régimen. Cuando tú tienes un proceso de cambio pacífico y de cambio por la vía electoral, más bien hablas de transmisión de mando. Simplemente: Luis Herrera le puso la banda a Lusinchi y Lusinchi se le puso a Pérez, había personajes que cambiaban el partido en la conducción del Ejecutivo pero eso no significaba que había un cambio de régimen constitucional.

Yo no estoy buscando un cambio de régimen constitucional. Yo creo que la Constitución que tenemos es buena, es suficiente y lo que tenemos es que ocuparnos de resolver los problemas cotidianos a la gente. Ahí es donde se forma ese bloque que hemos denominado la Nueva Venezuela y es donde está Cambiemos, Avanzada y Lápiz, y luego se sumaron el Movimiento Ecológico y el Partido MIN-Unidad.

El Pacto de Estado

Ecarri indica que para concretar su aspiración de convertirse en el mandatario «de la tranquilidad», su primer paso será llamar a un Pacto de Estado, «siendo presidente electo», con todos los actores del país y con el resto de los poderes públicos. En este punto, destaca, convocaría a una reunión con el Alto Mando Militar, que ahora le resulta riesgoso. El candidato subraya que busca devolverle serenidad al país.

-¿Cree que la Fuerza Armada reconocerá un resultado adverso a Maduro?

-¿Por qué no? Ya lo hizo en 2015. Yo creo que lo que la Fuerza Armada no se va a calar son imposiciones internacionales. Mi temor es que la dictadura de la polarización le dé un trancazo a los venezolanos y vayamos a caer en un conflicto mayor.

La educación, según Ecarri

El candidato refiere su paso como docente de pre y post grado en varias universidades, comenzando por su alma mater, la Universidad de Carabobo, cuando inició como preparador. Relata que no le resulta ajeno que, en muchos sitios, le llamen «profe» y que varios de sus exalumnos estén en la lucha política con él como, por ejemplo, Eric Ondarroa, secretario general de la Alianza del Lápiz.

-Uno de los sectores más afectados por la crisis son los educadores, que forman parte de su propuesta bandera. ¿Qué mensaje tiene para ellos?

-Tenemos una crisis de nación y es precisamente porque la educación no está presente en ninguno de los bandos, hay mucha peleadera, pero no hay argumentos.  Por eso quiero ir al debate. Para mí, la dictadura de la polarización está vacía. Estamos planteando un nuevo rol para el maestro venezolano, ya no puede ser simplemente el que transmite conocimiento porque para eso vas a tener hasta la inteligencia artificial. Tenemos problemas gravísimos dentro de sectores populares venezolanos y una forma de ver cómo hacemos con ellos es potenciando nuestro sistema educativo. Yo seré un presidente que se va a ocupar de eso. Antes de que finalice mi período constitucional voy a lograr que los educadores ganen 2.500 dólares mensuales.

-¿De dónde saldrán esos recursos?

-De la producción petrolera. Pero es que se perdieron nada más 100.000 millones de dólares, nada más en la crisis eléctrica. El señor (Tareck) El Aissami se llevó 23.000 millones, y ¿me vas a decir que no tienes cómo pagarle 2.500 a los maestros? La verdad es que Venezuela es un país lleno de riqueza, pero muy mal administrado. No estamos en Haití, estamos en un país que tiene las mejores reservas petroleras del mundo, las reservas de gas más importantes, las reservas de coltán, las reservas de oro y la reserva de diamante. Tenemos un plan dentro de la Nueva Venezuela que tiene cuatro ejes: inversión, educación, producción y empleo.

-Usted ha dicho que la mezcla desastrosa de corrupción y sanciones ha construido un «hampoducto».  ¿Es posible recuperar la industria petrolera?

-Absolutamente. Lo primero es que la industria petrolera necesita capital privado para poder reactivarse. Pdvsa está quebrada, pero no puede desaparecer porque es una empresa constitucional. ¿Cuál es el rol que debe desempeñar Pdvsa? Es el gran agente de promoción de inversiones como lo están haciendo otras empresas estatales en el mundo.

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