17/11/2014 11:42:00 a.m. | Fabiana Culshaw.- Entre la cultura oriental y el mundo occidental, Turquía registra gran progreso en las últimas décadas y hoy en día detenta una robusta economía, se mantiene como parte del G20 y de la Otan, entre otras organizaciones, además de sumar méritos para convertirse en miembro pleno de la Unión Europea.
Con una política de apertura, este país euroasiático, ubicado en la zona de los Balcanes y que limita con ocho países y cuatro mares, ha ido profundizando sus relaciones con el resto del mundo, incluyendo a América Latina.
Con Venezuela, el intercambio comercial ha ido creciendo. Al cierre del año 2013, las importaciones desde Turquía a Venezuela ascendieron a $75,8 millones, mientras que las exportaciones desde Venezuela a ese país llegaron a los $193,5 millones.
A pocos días de la firma de nuevos acuerdos bilaterales, la intención de las partes es potenciar las relaciones comerciales bilaterales y, sobre todo, profundizar la participación en materia de construcción.
A los 91 años de fundada la República Otomana, la embajadora de Turquía en Venezuela, Sule Öztunç da a conocer la situación de su país y sus planes en relación con Venezuela.
-Turquía ha establecido 20 embajadas en solo dos años y la política es de abrirse más al mundo, ¿qué repercusiones tiene esa decisión para la economía de su país?
En años recientes, hemos abierto embajadas en el mundo, incluso en regiones donde no teníamos presencia, como en algunas ciudades de África y América Latina. Turquía está ahora en posición de cubrir una gran mayoría de países en esos continentes.
En América Latina, desde el año 2009 hemos duplicado el número de embajadas, llegando a un total de 10, con ánimo de continuar con aperturas. Estamos estableciendo sedes en el Caribe, por ejemplo en Trinidad y Tobago, así como en Nicaragua y Guatemala.
Con varios países de América Latina hemos firmado acuerdos de libre comercio y la meta es seguir expandiendo esa política. Esos convenios son herramientas útiles para multiplicar el intercambio.
-¿Cómo es posible que Turquía salga adelante, rodeado de la crisis europea y los conflictos del Medio Oriente?
Es cierto que la crisis abarca a muchos países de todo el mundo, pero Turquía ha salido adelante.
Tener una economía estable favorece al país, así como a sus nuevas relaciones porque hay más para ofrecer a las demás naciones en carácter de cooperación.
Turquía se ha dotado a sí mismo de una democracia parlamentaria y de un sistema de economía de libre mercado. Hay avances no solo en materia económico-comercial, Turquía también está haciendo muchas donaciones, a través de Tica, que es una agencia nacional de cooperación y desarrollo que ofrece asistencia financiera a los países, basada en proyectos humanitarios.
En Venezuela aún no lo hacemos, sí en el Caribe, Afganistán, Asia y Medio Oriente. Esa cooperación funciona ante desastres naturales, como inundaciones y terremotos, y también en el plano de la educación. Turquía se ha transformado en un importante país donador, gracias a las mejoras de sus logros económicos.
-¿Cuáles son los frentes más fuertes de la economía turca en este momento?
Turquía está en la ruta de los países desarrollados y producimos mucho en agricultura; también hay una fuerte industria de manufactura y construcción.
Contamos con sustanciales lugares atractivos para turismo, que trae buenos dividendos. Las cifras son bastante espectaculares, porque 34 millones de personas visitan Turquía cada año, esto es casi el total de la población de Venezuela. De Venezuela van pocas personas, pero hay potencial para ambos países en materia de turismo para los próximos años.
Para llegar al estadio que logramos en materia de turismo, mi país aprendió mucho de Grecia, Italia y España, que reciben muchos turistas. Llegar a esa plataforma receptiva sucede gradualmente. Tal como Turquía, Venezuela tiene buen potencial en turismo y es de suponer que en algún momento también llegará a un estadio similar.
-¿En qué estatus están las relaciones con Venezuela?
Tenemos buen nivel de comercio y ha estado creciendo. Si observamos las estadísticas especialmente entre 2002 y 2010, vemos el crecimiento, aunque todavía hay gran potencial por explorar entre ambos países.
Hacemos construcciones, estamos trayendo materiales para fabricar viviendas y Venezuela nos provee de derivados del petróleo.
Las economías de Venezuela y Turquía son complementarias, no compiten entre sí en sus productos, lo que constituye una buena base de cooperación.
-¿Qué tipo de compañías turcas existen en Venezuela?
Hay muchas, sobre todo en el área de la construcción. Tenemos varios proyectos en ese sector.
El mayor está en La Guaira, con la construcción de casas para personas necesitadas, en el marco de la Gran Misión Vivienda Venezuela, en manos del gobierno venezolano.
Ese acuerdo nació durante el período del presidente Hugo Chávez y se mantiene con el gobierno actual.
Turquía tiene muy buena reputación en materia de construcción, nuestros profesionales saben levantar proyectos con eficiencia. Hemos construido en África del Norte, en la región del Cáucaso y en la Unión Soviética durante muchos años, y somos mundialmente confiables en términos de calidad y cumplimiento de plazos de los proyectos.
Con Venezuela, la idea es profundizar los acuerdos. La construcción de viviendas en La Guaira se hacen a cambio de petróleo, así funciona.
-En algún momento se habló de vuelos directos entre Caracas y Ankara o Estambul, ¿está en pie la idea?
Hubo un plan para establecer vuelos directos Caracas-Estambul, una ruta para Turkish Airlines, con conexión en Colombia, pero todavía está en proceso la idea.
Vuelos directos mejorarían las relaciones económicas, porque siempre entusiasman a los hombres de negocios y al turismo.
También se favorecerían los negocios con otros países de la región, por ejemplo, con los chinos. Estambul tiene vuelos a China y podrían venir por esa vía a Venezuela.
Estambul es un buen hub que conecta Asia, Europa y Medio Oriente. Todo es accesible y relativamente cerca desde allí, lo que beneficiaría también a América Latina en materia de cooperación, comercio y turismo.
-¿Qué proyectos bilaterales entre Venezuela y Turquía se plantean para los próximos años?
Antes de fin de año, tenemos que firmar algunos acuerdos, para establecer las bases de la relación económica entre ambos países.
Estamos negociando en el plano comercial. Turquía escribió una base y Venezuela debe responder. Sigue en pie la participación en la Misión Vivienda Venezuela.
También estamos trabajando en organizar la Segunda Reunión de la Comisión de Cooperación, de alto nivel, para discutir temas políticos, económicos y sociales.
Recientemente hemos celebrado un evento cultural importante en Caracas y estamos ofreciendo prestigiosas becas de educación para estudios universitarios, de postgrados y de idioma turco en mi país. Todos esos gastos están a cargo del gobierno turno, incluyendo los pasajes y viáticos.
La educación que se ofrece en las universidades turcas para extranjeros es en inglés o turco, según el caso. Asimismo tenemos acuerdos de cooperación con otros países europeos en materia educativa, que podrían favorecer a América Latina y Venezuela.
-En materia educativa, ¿tienen relación con el Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela?
Nos gustaría tener una relación más estrecha con “el Sistema”. En Turquía tenemos la organización musical “Fundación para la Paz”, que parte del mismo concepto de base y de estructura que “el Sistema”. Ambas organizaciones se encontraron en Estambul el año pasado.
Hace unos meses, intenté que “Fundación para la Paz” viniera a Venezuela a tocar, pero no fue posible por problemas de financiamiento, dado que se trata de un grupo grande. Sin embargo, está entre los planes promover ese tipo de intercambios.