Tres cardenales en la carrera papal: superfavorito, favorito y un candidato con profecía

La frase más mencionada entre las muchas antes de iniciar un cónclave es: “El que entra de papa sale de cardenal”. Este 7 de mayo, entrarán 133 cardenales con un promedio de 72 años a la Capilla Sixtina cantando el Veni Creator Spiritus para invocar la ayuda del Espíritu Santo en la elección de un nuevo papa de la Iglesia católica. En el más fascinante de los procesos de elección, los cardenales, enclaustrados en la Capilla Sixtina sin contacto exterior, repetirán frente al fresco de Miguel Ángel, El juicio final, al depositar su voto “Pongo como testigo a Cristo el Señor, quien será mi juez, de que mi voto se otorga a quien ante Dios creo que debe ser elegido”. Serán 51 europeos, 37 americanos, 23 asiáticos, 18 africanos, 4 oceánicos, y entre ellos 5 veteranos creados por san Juan Pablo II, 22 de Benedicto XVI y 106 elegidos por Francisco, quienes dos veces por la mañana y dos por la tarde repetirán ese ritual, comenzando el miércoles con una votación en la tarde.

Se necesitan 89 votos para ser elegido, y entonces dejarán de quemarse las papeletas con paja húmeda para que salga humo negro y se pondrá en ellas un agente químico que hará la fumata blanca. En ese momento, el cardenal diácono de mayor rango, monseñor Dominique Mamberti, dirá a los fieles reunidos en la plaza de San Pedro y a todo el mundo “Habemus papam”.

¿Será alguno de los dos favoritos o un tercero con profecía?

Hace 47 años no hay un papa italiano. Durante 500 años, hasta san Juan Pablo II, todos fueron de esa nacionalidad. Si la silla de San Pedro vuelve a Italia, probablemente sea con el cardenal Pietro Parolin. Es el gran favorito. Es el diplomático por excelencia del Vaticano y a sus 70 años fue la cara del papado de Francisco en todo el mundo. Es uno de los cardenales que él nombró en 2014; un año antes los había hecho su secretario de Estado mientras era nuncio en Venezuela.

Pietro Parolin ha sido diplomático por excelencia del Vaticano y un reconocido de Francisco.

Nacido el 17 de enero de 1955 en Schiavon (Vicenza), creció en una familia humilde. Su madre era profesora de primaria, y su padre (que falleció cuando Pietro tenía 10 años) era dueño de una ferretería que vendía maquinaria agrícola. A los 14 años ingresó en el seminario de Vicenza y, tras terminar el bachillerato, siguió con sus estudios de filosofía y teología. Ya en 1980 fue ordenado sacerdote, ingresando en 1983 en la Pontificia Academia Eclesiástica.

Tres años más tarde, entró en el servicio diplomático de la Santa Sede el 1 de julio de 1986. Entre sus misiones, estuvo en Nigeria hasta 1989. Destinado a Ciudad de México en 1992, desempeñó un papel clave en el restablecimiento de las relaciones entre el Estado mexicano y la Iglesia tras un largo periodo de tensión. Después promovió el diálogo con países sensibles como Vietnam y China. Allí obtuvo uno de sus mayores logros con el acuerdo para el nombramiento de obispos en 2018. Este acuerdo suponía una ampliación de 2 a 4 años en el nombramiento de los obispos chinos, algo que le hizo «saltar a la fama» entre los cardenales, y en Venezuela, donde llegó como nuncio, logró desactivar el proyecto de Iglesia nacional impulsado por Hugo Chávez.

Estos éxitos diplomáticos reforzaron su reputación de hombre equilibrado, lo que llevó a Francisco a elegirlo como su mano derecha en otoño de 2013. Es un hombre de Francisco. Con él estuvo en numerosos viajes y, cuando estuvo enfermo o indispuesto, fue su reemplazo, manteniendo fuertes vínculos con las cancillerías europeas.

Su experiencia diplomática y su conocimiento de la curia romana lo convierten en un candidato sólido, que podría recomponer divisiones dentro de la Iglesia. Los vaticanólogos le dan hoy 40 votos de los 89 que se necesitan. Pero la identificación plena con Bergoglio es considerada una traba a la hora de acercar los grupos de conservadores y reformistas.

Algunas de sus posiciones clave van desde el rechazo a la idea de relacionar la homosexualidad con abusos sexuales, hasta calificar de graves violaciones de la dignidad humana tanto el aborto como la gestación subrogada. Y señala que el celibato sacerdotal no es un dogma, sino un regalo de Dios.

Los contras: nunca ocupó un rol pastoral. Su capacidad administrativa ha sido cuestionada a raíz del sonado tema de “la torre de Londres”, un edificio adquirido con fondos del Óbolo de San Pedro y revendido a pérdida en un hecho que salpicó a su entorno y, en particular, al cardenal Becciu, quien voluntariamente se apartó del cónclave.

En las horas previas, grupos no afines a Parolin han lanzado bulos que van hasta sus puestos desvaneqidos. Pero el secretario de Estado que dirigirá el cónclave sigue liderando el favoritismo.

Luis Antonio Tagle, el Francisco de Asia

Luis Antonio Tagle, joven, asiático, sonriente y con 600.000 seguidores en Internet.

Se ha ganado el apodo de “el Francisco de Asia”, no solamente por su enorme cercanía al papa argentino, sino por la afinidad de las ideas. En el cónclave de 2013, cuando acababa de ser elegido cardenal, el hombre llamado Chito en su tierra natal era visto como un papable, su postura positiva y sonriente atraía a los medios de comunicación y al público en general.

Si los cardenales se inclinan por un asiático, uno de 67 años es el candidato a tener en cuenta. Luis Antonio Tagle es un catedrático y académico de renombre, nieto de un inmigrante chino, estudió teología en Filipinas y Estados Unidos. Joven prometedor, experto en la eclesiología de Pablo VI y del Concilio Vaticano II, parecía encaminado a una carrera como profesor y teólogo cuando fue nombrado obispo de Imus, su ciudad natal, y luego catapultado al cargo de arzobispo de Manila con solo 54 años.

Francisco lo llevó a Roma en 2019 para dirigir la reestructuración del actual Dicasterio para la Evangelización, y es actualmente una de las principales figuras de la Iglesia. Es notable la perfecta sintonía con Francisco en temas como ecología, migrantes y familia. También comparte su humildad. En el seminario de Filipinas, donde vivió durante unos 20 años, su habitación no tenía aire acondicionado ni televisión. Cuando fue nombrado obispo, prescindió del coche y fue a trabajar en autobús o «jeepney», una especie de “chiva” al estilo colombiano.

Tiene 600.000 seguidores en Internet, y en los preámbulos del cónclave ha tenido que soportar una lluvia de críticas tras la filtración de un video en el que canta Imagine de John Lennon, considerada como “anticristiana” por algunos sectores. El video habría sido grabado hace cinco años y rescatado por LifeSite News, un sitio web canadiense derechista y antiabortista. Pero el mismo Lennon cambió la letra, junto al actor Gianni Morandi, en 1996 durante una presentación ante el Papa Juan Pablo II, eliminando las referencias anticristianas.

Los contras: su edad que pronostica un pontificado muy largo, su capacidad de gobierno ha sido cuestionada por el hecho de que Cáritas, de la que fue presidente hasta 2022, haya sido puesta bajo tutela, y que se haya visto eclipsado por la reestructuración del Dicasterio para la Evangelización ese mismo año. Actualmente es pro-prefecto de este dicasterio, una estructura dirigida oficialmente por el papa desde junio de 2022.

Peter Turkson, el papa africano

Peter Turkson, un ghanés que fue candidato en el cónclave de 2013.

El cardenal Peter Turkson, originario de Ghana, podría ser el primer papa africano de la historia moderna. En la antigüedad hubo tres. El catolicismo está creciendo rápidamente en ese continente, y Turkson es una figura relevante desde cuando san Juan Pablo II lo nombró cardenal en 2003.

Nacido en una familia humilde, es el cuarto de diez hijos. Se ordenó sacerdote en 1975 y estudió en Roma y Nueva York antes de ser nombrado arzobispo de Cape Coast en 1992. En la Iglesia católica africana ha sido clave con un enfoque en temas de justicia social, pobreza y reconciliación, que llevó a Benedicto XVI, en 2009, a nombrarlo presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz.

En 2013, tras la renuncia de Benedicto XVI, se discutió la posibilidad de que Turkson se convirtiera en el primer papa negro, pero en una entrevista de 2010, expresó que no estaba preparado para esa responsabilidad. A pesar de esto, con el paso de los años, su perfil ha sido cada vez más fuerte, especialmente por su trabajo en el desarrollo humano integral y su defensa de los derechos humanos.

Hoy en día, Peter Turkson, 79 años, es canciller de las academias pontificias de las Ciencias y Ciencias Sociales.

¿Qué dice la profecía sobre el papa negro? Más allá del color de piel, presagia grandes cambios y posibles conflictos dentro de la Iglesia. Otra que podría ser el inicio del fin de los tiempos y el llamado “Juicio Final”. San Malaquías habló de 112 papas hasta el siglo XXI, que se cumplieron con Francisco, y Nostradamus de un líder de color que anunciaría el fin del mundo.

En contra: La dimensión de la iglesia africana todavía no es lo suficientemente grande, no obstante su acelerado crecimiento.

Además: Un cardenal santandereano, el colombiano que estará en el cónclave que elegirá sucesor del papa Francisco.

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