El grupo español, presente en Venezuela desde 1993, mantiene cuatro principales proyectos, entre crudo y gas, que son valiosos para ambos países. Especialistas no ven que una posible ruptura de relaciones por la crisis política que atraviesa Venezuela, genere una salida de empresas petroleras, de hecho, el gobierno ha mantenido dos reuniones con directivos de Repsol en la última semana
Repsol mantiene negocios gasíferos y petroleros en Venezuela desde hace 31 años. La española desarrolla cuatro principales proyectos relacionados a actividades de exploración, desarrollo y producción de petróleo y gas.
La actividad de Repsol en Venezuela, así como de unas 60 empresas españolas que operan en el país, se ha visto salpicada en medio de la diatriba política. El ministro de Economía, Comercio y Empresa de España, Carlos Cuerpo, dijo a mediados de este mes que intentarían mantener las relaciones comerciales lo más estables posibles y que protegerían a las empresas e industrias donde estén instaladas.
La relación diplomática entre ambos países se tensó a principios de septiembre de este año, cuando el opositor Edmundo González se asiló en ese país. Con los días, la presión ha escalado, debido a las declaraciones que surgen entre los funcionarios de un lado y del otro. Además, el reconocimiento del Congreso de España y el Senado a González Urrutia como presidente electo de Venezuela acentúo la crisis.
Tras el pronunciamiento del Congreso de España, Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, instó al Gobierno a evaluar en un tiempo perentorio la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con España.
Sin embargo, ante un posible escenario de ruptura de relaciones entre ambas naciones, especialistas consultados por TalCual no consideran que esto represente la salida de Repsol. Los países mantienen operaciones que les son valiosas a ambos y que no están dispuestos a poner en riesgo. De hecho, en la última semana el gobierno venezolano ha llevado a cabo dos reuniones con miembros de la directiva del grupo español.
Las autoridades venezolanas, que atraviesan una crisis de legitimidad tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, indicaron que en los encuentros con Repsol abordaron temas concernientes a las «alianzas estratégicas» y la «cooperación energética».
Repsol ha firmado acuerdos particulares con Pdvsa para extender sus operaciones en el país. En abril de este año ambas empresas sellaron un contrato por $400 millones para ampliar la producción de crudo en Petroquiriquire en el occidente del país. En la firma estuvieron presentes autoridades de la empresa española y Rafael Tellechea, para ese entonces presidente de Pdvsa.
Entre los negocios de gas que posee la española en Venezuela está el Proyecto Perla junto a la italiana Eni, el cual es operado por la empresa Cardón IV S.A., donde Repsol cuenta con 50% de las acciones y Eni con el otro 50%. En Quiriquire Gas la española posee una participación del 60%.
El proyecto Perla produce alrededor de 580 millones de pies cúbicos al día, esa cantidad suministra todo el gas que va desde Morón en el estado Carabobo hasta Maracaibo en el estado Zulia. Dicha producción abastece todo el centrooccidente de Venezuela a través de Cardón IV, indica a TalCual una fuente relacionada al sector.
La producción de Perla genera una factura por alrededor de 60 millones de dólares al año. Venezuela le paga a Repsol a través de crudo. La fuente sostiene que a Venezuela le importa mucho mantener esa operación.
“Es una operación de alta tecnología con instalaciones costa afuera, donde quizás Venezuela no tendría la capacidad, ni la gente para operar, tampoco los recursos para mantener esa operación, así que es muy importante para Venezuela tener Cardón IV”, dice.
*Lea también: Se tensa la relación entre España y Venezuela: en medio negocios petroleros y 60 empresas
La producción petrolera venezolana es de 927.000 barriles diarios, según los datos oficiales. De esa cantidad, Repsol produce este año unos 45.000 barriles diarios (bpd), según otra fuente del sector. Mientras que Pdvsa y Chevron tienen cuatro empresas conjuntas en Venezuela que para 2024 producen unos 200.000 barriles por día.
La disputa política entre Venezuela y sus socios de otros países parece no alterar la relación comercial, según los especialistas. Leonardo Buniak, economista y calificador de riesgo bancario, por ejemplo, no ve un cambio drástico en las medidas que adopte la administración estadounidense, ni siquiera con un cambio de gobierno.
Hasta ahora el economista señala que hay 16 licencias aprobadas técnicamente, que derivan de la licencia 44 A. “Empresas como Repsol no están interesadas en cobrar por ahora sino en producir petróleo, igual la italiana Eni. Claro que es posible que puedan revocar licencias, pero creo que eso es poco probable”, dijo Buniak el 19 de septiembre durante un evento empresarial organizado por Consecomercio.
El economista dice que la producción se ha recuperado, al igual que los ingresos por un repunte en los precios del crudo. Los datos de Leonardo Buniak indican que en 2023 por ingresos petroleros entraron $13.000 millones, mientras que a la fecha los ingresos rondan los $20.000 millones, un aumento de 53,84%.
Un informe de gestión de Repsol, al cierre del año pasado, sostenía que a pesar de la situación política y económica, mejoraban las perspectivas de las operaciones en Venezuela, como consecuencia de la relajación de las sanciones de EEUU. Sin embargo, más adelante señalaban que una posible no renovación por el incumplimiento de acuerdo podía empeorar las perspectivas futuras.
Repsol al igual que otras empresas mantienen operaciones en el país para el cobro de deuda. Un informe de gestión del grupo español al cierre de 2023 señalaba que la disposición acumulada (sin intereses) de la línea de crédito con Pdvsa ascendía a 800 millones de dólares.
El informe de Repsol mencionaba que “en 2023 y 2022, dentro de -préstamos corrientes y no corrientes- los préstamos concedidos a sociedades integradas por el método de la participación por 879 y 1.032 millones de euros. Entre ellos, destacaban la línea de crédito firmada entre Petroquiriquire y Pdvsa en octubre de 2016.
“Dichos acuerdos incluían (el otorgamiento por Repsol de una línea de crédito por importe de hasta 1.200 millones de dólares con una garantía de Pdvsa (…) El compromiso por parte de Pdvsa de pagar la producción de hidrocarburos de la empresa mixta mediante la cesión a su favor de los pagos derivados de contratos de venta de crudo o la realización de pagos directos en efectivo”, dice el informe.
Una fuente consultada por TalCual, quien prefirió mantener su nombre en reserva, señala que antes del impasse diplomático, entre Venezuela y España, la empresa petrolera venía obteniendo mayor control operativo de algunas empresas mixtas. “Repsol está encargada de pagar los servicios o de áreas muy importantes de la empresa mixta, que antes estaban en manos de Pdvsa”, dice una fuente quien prefirió mantenerse en anonimato por no estar autorizada para hablar del tema.
La persona familiarizada con el tema indica que en el caso de Repsol estos cambios comenzaron a darse hace unos cuatro meses, poco después de que Pdvsa y la española firmaran un acuerdo para ampliar el área geográfica de la empresa mixta Petroquiriquire, donde Pdvsa posee 60% de las acciones y Repsol 40%.
Desde 2022 algunas actividades han cambiado a lo interno de las empresas mixtas. Por ejemplo, en áreas de finanzas, procura o recursos humanos, que eran repartidas entre los socios, Repsol ha ido tomando mayor protagonismo dentro de esos departamentos.
“Mantienen la condición de socio minoritario, pero si vas a ofrecer un servicio a una empresa mixta donde está Chevron o Repsol, quien te paga la factura es Repsol, no la empresa mixta, no Pdvsa”, dice una de las fuentes. Algo que también ocurría desde 2020 con otras empresas socias de Pdvsa.
A juicio de la fuente vinculada con estas operaciones este es un cambio importante, debido a que le permite a los proveedores de servicio venderle directamente a una empresa internacional, que no está sancionada como es el caso de Pdvsa y que además cuenta con una licencia específica.
A pesar de que la industria petrolera fue duramente sancionada en enero de 2019 por EEUU, cuando gobernaba Donald Trump, desde 2022 se otorgan cada vez más licencias, que flexibilizaron las operaciones con empresas extranjeras.
“Las reservas que tiene Repsol en sus libros por las operaciones en Venezuela, le dan mucho respaldo al conglomerado español, digamos internacionalmente y pues a Venezuela también le interesa mucho que hayan empresas de ese tipo aquí, más que empresas con poca trayectoria y poco conocimiento sobre Venezuela”, dice una fuente ligada al sector.
La persona con conocimiento de las operaciones señala que no ven que un rompimiento de relaciones entre España y Venezuela, implique la salida de ciertas empresas y cita el caso de la estadounidense Chevron, donde a pesar de que no existe relación diplomática entre Venezuela y EEUU desde hace mucho tiempo esta sigue operando en el país.
La fuente consultada estima incluso que Repsol pudiera aumentar la producción de crudo en Venezuela, lo que pudiera generar más actividad económica dentro del sector del sector petrolero.
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