El presidente de Bolivia, Luis Arce, alertó el miércoles a la nación sobre un preocupante despliegue de fuerzas militares en La Paz, insinuando que esto podría indicar el inicio de un intento de golpe de Estado.
A través de un mensaje publicado en sus redes sociales, Arce resaltó la urgencia de preservar la democracia en medio de estos precarios acontecimientos.
Denunciamos movilizaciones irregulares de algunas unidades del Ejército Boliviano. La democracia debe respetarse.
— Luis Alberto Arce Catacora (Lucho Arce) (@LuchoXBolivia) June 26, 2024
La advertencia del presidente se produjo mientras las imágenes televisadas captaban dos tanques y numerosos soldados apostados alrededor del palacio de gobierno. Esto fomentó una creciente sensación de inquietud entre la ciudadanía y los observadores políticos.
El expresidente Evo Morales también aprovechó el ámbito digital para expresar su alarma. Morales describió la presencia de los militares en la emblemática plaza Murillo como indicio de un golpe «en ciernes», reforzando la gravedad de la situación.
Tanto los comentarios de Arce como los de Morales ponen de manifiesto la atmósfera políticamente volátil de Bolivia. Sus declaraciones ponen de relieve una democracia frágil que se ha enfrentado a tumultos recurrentes en los últimos años.
El uso por parte del expresidente de la frase «golpe de Estado en ciernes» sirve como un duro recordatorio de la crisis política de 2019, que vio a Morales huir del país en medio de acusaciones de fraude electoral.
Mientras Bolivia se encuentra navegando por estas aguas turbulentas, los ciudadanos se enfrentan a la incertidumbre.
Las recientes maniobras militares despiertan el temor a una inestabilidad política inmediata y podrían perturbar el esfuerzo de la nación por mantener la gobernabilidad democrática.
Por su parte, el representante de de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, comentó mediante su cuenta de X:
La Unión Europea condena cualquier intento de quebrantar el orden constitucional en #Bolivia y derrocar a gobiernos elegidos democráticamente, y expresa su solidaridad con el gobierno y el pueblo boliviano.
— Josep Borrell Fontelles (@JosepBorrellF) June 26, 2024
La respuesta del gobierno a estos acontecimientos sigue siendo crucial. Los pronunciamientos tanto de los líderes en ejercicio como de los anteriores podrían galvanizar un llamamiento unificado a la democracia o ahondar las divisiones políticas.
Es necesario seguir de cerca la situación en La Paz, ya que las acciones de los próximos días determinarán probablemente el curso del futuro político de Bolivia.
El contexto histórico añade peso al escenario actual. Los bolivianos son testigos de periodos de gobierno autoritario y de interrupción democrática. La visión de equipos y personal militar en espacios políticos sensibles evoca recuerdos de convulsiones pasadas.
Los observadores internacionales y las naciones vecinas siguen con atención el desarrollo de esta crisis. La estabilidad de Bolivia tiene implicaciones más amplias para la política regional en Sudamérica.
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