Leonel Rivas, un inmigrante venezolano de 27 años, relató su experiencia en el Centro de Detención del condado de Otero, en Nuevo México, alegando que sufrió graves malos tratos. “Aquí a las personas las tratan muy, muy mal. No le puedes dirigir la palabra a un oficial porque ya quiere llevarte a un cuarto solitario. Ellos a uno si lo pueden gritar, lo pueden insultar”, dijo Rivas a Noticias Telemundo.
La experiencia de Rivas no es única. En junio, 5 inmigrantes compartieron sus quejas sobre las condiciones en el centro de detención del ICE en Torrance, también en Nuevo México, describiéndolo más como una prisión que como un centro de detención.
“Este centro de detención no es para inmigrantes, esta es una cárcel donde te encierran hasta 6 horas en la celda pequeñita y te dan no más una hora de recreo”, dijo Mario Fernando Crespo, de 43 años, en una entrevista telefónica con Noticias Telemundo en julio.
Frente a las denuncias de los inmigrantes detenidos en Torrance, Noticias Telemundo se comunicó con CoreCivic, la compañía responsable de la gestión de esas instalaciones.
Brian Todd, un portavoz de CoreCivic, aseguró que la seguridad, la salud y el bienestar de las personas “confiadas a nuestro cuidado y a nuestro dedicado personal es nuestra máxima prioridad”.
Estados Unidos fue demandado por violar los derechos humanos en los centros de detención (Foto: cortesía SBCC)
A raíz de esto se produjeron protestas en las instalaciones del ICE en California, incluidas huelgas de hambre en Mesa Verde y Golden State Annex, que colocaron de manifiesto las continuas quejas sobre las condiciones de vida y de trabajo.
“Hay una compleja red de centros de detención que han sido denunciados por abusos, tanto de los guardias como de las condiciones en las que se encuentra la gente. Recibimos quejas de instalaciones en todo el país donde hay problemas de alimentación, los baños, los artículos de higiene, etc. Es muy deficiente”, dijo Kevin Appleby, investigador senior de políticas en el Centro de Estudios Migratorios.
En mayo, los senadores demócratas instaron al Departamento de Seguridad Nacional y al ICE a cerrar 4 centros de detención privados, entre ellos el de Torrance, debido a las malas condiciones y a los elevados costes.
“No apoyamos un sistema que detiene a personas en condiciones inhumanas que provocan problemas médicos a largo plazo, traumas psicológicos y, en ocasiones, la muerte. Instamos a que se cierren estas instalaciones, en un paso hacia la construcción de un sistema de inmigración que acoja y respete a los migrantes”, afirma un documento firmado por los senadores Alex Padilla y Elizabeth Warren.
A medida que la inmigración se convierte en un tema clave para las elecciones estadounidenses de 2024, las posturas de los candidatos sobre los centros de detención se enfrentan al escrutinio.
En el año fiscal 2023 la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por su sigla en inglés) reportó más de 3.2 millones de encuentros con inmigrantes en las fronteras estadounidenses.
A pesar de que en junio las cifras del CBP indicaron un notable descenso del 29% en los encuentros con inmigrantes, gracias a la orden ejecutiva del presidente Joe Biden que suspende temporalmente la entrada de solicitantes de asilo en la frontera sur cuando los cruces irregulares sobrepasen los 2.500 diarios, la inmigración continúa siendo un asunto crucial para los votantes estadounidenses.
Una encuesta reciente de NBC News reveló que los ciudadanos clasificarán la inmigración y la situación en la frontera en un cercano segundo lugar, justo detrás de la inflación y el costo de vida, como el tema más importante que enfrenta el país. Además, menos del 30% de la población aprobaba la gestión de Biden en cuestiones de inmigración y fronteras.
Aunque el expresidente y candidato republicano, Donald Trump, y la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, no se han referido de manera muy directa a la situación de los centros de detención, sus recientes declaraciones y el trabajo que han realizado en el Gobierno federal ofrece algunas claves de sus posiciones al respecto.
En caso de ser reelecto en estos comicios, los planes de Donald Trump para los centros de detención de inmigrantes de ICE podrían implicar una importante ampliación de las prácticas actuales.
“Si Trump tiene otro mandato, ciertamente no tendría ningún problema en ampliar la detención. De hecho, con su propuesta de deportar a tantas personas inmigrantes, va a tener que hacerlo. Sin duda querrá ampliar estos centros de detención y también seguir utilizando las cárceles locales y del condado e incluso las prisiones federales para detener a los inmigrantes”, asevera Appleby, del Centro de Estudios Migratorios.
Sin embargo, Trump asegura no habría necesidad de aumentar los centros de detención.
“Yo no descartaría nada. Pero no habría mucha necesidad de esos [centros de detención], por el hecho de que vamos a trasladarlos fuera. Vamos a llevarlos de vuelta a los lugares de donde vinieron”, explicó Trump cuando le preguntaron por nuevos centros de detención en la entrevista con Time.
En la Agenda 47, su breve programa electoral de solo 16 páginas, Trump manifiesta su objetivo de ejecutar la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos, lo que podría repercutir en aproximadamente 11 millones de inmigrantes indocumentados.
En 2016, durante su primera campaña electoral, también habló de un plan similar que no se implementó. Para lograrlo, planea llevar a cabo redadas masivas en diversas áreas urbanas y frecuentemente califica a los inmigrantes como una amenaza para la seguridad pública y el orden social.
El enfoque de Trump también incluye el uso de una ley de 1798 para acelerar las deportaciones. «Es una invasión de nuestro país», declaró Trump, que pretende crear más centros de detención si es necesario.
Por el contrario, Kamala Harris, aunque aboga por aumentar la financiación del ICE y la seguridad fronteriza, criticó históricamente las prácticas de detención durante su mandato como senadora.
Sin embargo, bajo la administración Biden, la financiación del ICE ha seguido aumentando. Harris también impulsó reformas en las restricciones al asilo y en las alternativas a la detención, lo que sugiere una postura compleja.
Rivas, aún detenido en Nuevo México, se siente desilusionado tras un peligroso viaje desde Venezuela. Perseguido por su postura política, experimenta una continua tensión mental y física en el centro de detención estadounidense. «Me siento perturbado y he pensado en cortarme las venas después de estar 45 días incomunicado», compartió a Noticias Telemundo.
La situación en Otero captó la atención de los medios de comunicación debido a los presuntos abusos, incluida la reciente muerte de un detenido y los continuos informes de confinamiento en solitario. La defensa de organizaciones como ACLU pone de relieve los fallos sistémicos dentro de las instalaciones del ICE, instando a reformas humanas.
Las futuras políticas sobre estos centros de detención por parte de Trump o Harris podrían influir significativamente en las experiencias de miles de inmigrantes, mientras Estados Unidos lidia con su crisis migratoria.
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