José del Carmen Abril, su familia y vecinos, cercados por el ELN dejaron el Catatumbo, fueron a dar a una finca de la ANT pero casi los matan y hoy esperan en Bogotá
El líder campesino del Catatumbo, José del Carmen Abril, se salvó de ser asesinado a manos del ELN gracias a la presión de los propios campesinos y la opinión pública. El 16 de enero se encontraba con su hijo Dairo Abril trabajando la tierra cuando llegaron las alarmas de la persecución que el ELN le estaba haciendo a los firmantes de paz como era el caso de su hijo Dairo. José del Carmen huyó con su familia internándose en la selva y cuando tuvo señal, llamó al entonces ministro de Defensa, Iván Velásquez a quien le había pedido el número cuando había visitado con el Gobierno el municipio El Tarra. Ese día Velásquez le contestó y le enviaron un operativo de rescate en donde viajó también la Defensoría del Pueblo.
José del Carmen Abril contó en medio de la angustia la tragedia que vivió acompañado del ultimátum que tuvo para dejar el Catatumbo si quería seguir, él y su familia, con vida.
El periodista Hollman Morris aprovechó la difícil circunstancia para recordar la entrevista que le había realizado al líder campesino hace veinte años en la que, desde entonces, José del Carmen relató su viejo anhelo de tener una parcela y su lucha por lograrla, perseguido por todos los flancos, con los paramilitares en primera línea y por distintos grupos armados.
Cuando creyó que las cosas estaban cambiando y que el programa de Reforma Agraria del Presidente Petro le abría finalmente una esperanza, la situación se complicó aún más. El 5 de abril Felipe Harmman, Director de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), le hizo entrega a José del Carmen Abril y a 214 campesinos más, con documento en mano, de un predio en Puerto Boyacá ubicado en la vereda Pavitas. La finca se llamaba Las Palmas.
Cuando las 93 familias llegaron a su nueva casa, lo primero que vieron fue un letrero que decía “Bienvenido a Territorio de Paz”, pero lo que encontraron fue un territorio infestado de paras, como lo cuentan José del Carmen Abril y Dairo Abril en esta entrevista.
Se repetía así la historia vivida y de la que se han salvado casi que milagrosamente desde la incursión del Bloque Norte de los paramilitares comandado por Salvatore Mancuso al Catatumbo que mató a decenas en la Masacre La Gabarra el 29 de mayo de 1999. José del Carmen y su hijo Dairo esperan en Bogotá que la Agencia Nacional de Tierra les entregue un predio para cultivar y vivir en paz.
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