María Corina Machado sigue en Venezuela y dice estar decidida a hacer valer los verdaderos resultados de la elección del 28 de julio. «Cada vez que Nicolás Maduro encarcela a alguien, yo siento más fuerza para continuar”, asegura la líder opositora.
Fue contundente con la comunidad internacional: “hemos dado pasos importantes, pero hay que hacer mucho más y hay que hacerlo ahora”. Sostiene que “Maduro no va a sentarse a negociar hasta que el costo de quedarse sea mayor al costo de largarse”.
Sobre la renovación de las licencias petroleras por parte de Estados Unidos, Machado asegura que es un tema complejo, pero envió un mensaje claro a las trasnacionales petroleras: “yo las quiero en Venezuela, pero así no, así no.
También habló sobre el exilio del presidente electo Edmundo González, y asevera que a estas alturas lo detalles de su salida no son importantes: «la dictadura creyó que nos iba a dividir y pasó todo lo contrario (…) Hablo con él todos los días”.
¿En qué punto está el mantra “hasta el final”?
En camino, pero aún no hemos llegado al final. Nadie esperaba que nosotros, veinticuatro horas después, íbamos a probar una victoria apabullante con actas en manos. No te puedo decir cuántos días faltan para que Maduro se vaya, pero sí te puedo decir que hay una estrategia robusta e integral que estamos cumpliendo y hemos tenido victorias paso tras paso.
Hay quienes quieren un apaciguamiento total y tirar la toalla. Esos apaciguadores son personas espiritualmente derrotadas que no confían en la fuerza de la gente y por alguna razón sienten que les resulta más seguro o cómodo aceptar el statu quo que luchar por un cambio. Afortunadamente son muy poquitos.
¿Qué le dice al sector político dentro de la oposición que habla de pasar la página del 28J e iniciar gestiones de cara a las regionales y parlamentarias de 2025?
¿Sabes qué? ¡Qué le echen bola! ¡Qué le echen bola! No entienden el país. No están escuchando a los venezolanos. Todas esas iniciativas que buscan lavarle la cara y normalizar a Maduro o dividir a la oposición, no van a funcionar. Nosotros estamos claros en que el objetivo es hacer respetar el resultado del 28J.
Pero el propio embajador de Estados Unidos Francisco Palmieri dijo que esas elecciones son útiles para “recuperar espacios democráticos”.
Bueno, eso no es lo que me dijo el secretario de estado Antony Blinken y eso no fue lo que dijeron los cancilleres, más de cincuenta países en un comunicado firmado en el contexto de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU). Más bien expresaron que debemos hacer respetar el mandato popular y apoyar una transición a la democracia en Venezuela. Y el propio Blinken pidió pasar de los Joint Statements a los Joint Actions, que en criollo, es cambiar la declaradera por acciones en conjunto. Más claro, imposible.
Yo estoy absolutamente convencida que esta es la política del gobierno de Estados Unidos, Europa y América Latina, porque no hubo ni una sola democracia en el mundo que reconociera la mamarrachada del viejo Amoroso.
¿Cómo se explica que Blinken hable de pasar de la palabra a la acción pero las licencias petroleras sigan siendo renovadas?
Efectivamente, hay que hacer mucho más y hay que hacerlo ahora. El motivo puede ser que estamos en los últimos días de la campaña electoral estadounidense y por eso cualquier acción en política exterior la ven con precaución. Yo creo que es un error, un gravísimo error; porque Venezuela es de los poquísimos temas totalmente bipartidista en los Estados Unidos.
¿Para usted deben revertirse o mantenerse las licencias petroleras?
Permitir que Maduro siga en el poder es perder el enorme potencial energético de Venezuela, nadie, en sano juicio, va a traer inversiones petroleras mientras el régimen se mantenga en el poder. Todo el mundo sabe que Maduro es inviable en el corto, mediano y largo plazo económica, social y políticamente; y es allí donde nosotros tenemos que actuar. Es muchísimo más lo que tiene que hacer la comunidad internacional, porque estamos muy lejos de donde necesitamos estar. Maduro no va a sentarse a negociar hasta que el costo de quedarse sea mayor al costo de largarse. Y no hemos llegado ahí todavía.
¿Entonces Estados Unidos debe revertir las licencias?
¿Qué es lo que ocurre con la operación de empresas petroleras y transnacionales en el país? Que Maduro las necesita para transmitirle a su entorno que tiene un sistema financieramente sostenible y decir, mira, ¿cómo que no me apoya Estados Unidos si aquí están las empresas? Pero la realidad es que las compañías que están en Venezuela no están haciendo inversiones, sino recuperando las deudas que el régimen les tiene.
¿Qué junta directiva seria va a invertir en un país donde para operar tienes que asociarte con Petróleos de Venezuela, que es la empresa más corrupta del planeta, asociada con narcotráfico y lavado de dinero?Dondetienes que aceptar unos contratos oscuros y confidenciales. Por esto le digo a las trasnacionales petroleras, yo sí las quiero en Venezuela, pero así no, así no.Es que no les conviene estar asociados con un régimen dictatorial, torturador y criminal.
¿Qué balance hace de la política de la administración Biden hacia Venezuela?
Creo que hay una creciente claridad sobre lo que aquí ocurre. Se han perdido oportunidades, pero también se han dado pasos muy importantes. Siento, y así me lo ha transmitido el secretario de Estado, que tienen un absoluto compromiso con hacer valer el verdadero resultado del 28J.
¿Qué pasó con la mediación que propuso Brasil, Colombia y México?
Eso se lo tienen que preguntar a Lula, Petro y López Obrador, porque el régimen ni siquiera les han contestado el teléfono, hasta donde sé.
Hace poco se hizo pública una carta que Juan Pablo Guanipa dirigió al Comité Político Nacional de Primero Justicia en la que enumeraba acciones que presuntamente Henrique Capriles ha ejecutado contra la causa que usted lidera, ¿cuál es su opinión al respecto?
Edmundo González Urrutia es el presidente electo y tiene que juramentarse como presidente constitucional. Hay que hacer lo que sea necesario para que eso se cumpla y todo aquello que nos distraiga de ese propósito, debemos desecharlo. Todo lo que debilite esta estrategia hay que ponerlo a un lado. Esto es un movimiento sólido que está basado en principios; y estoy convencida de que la sociedad entiende muy bien los intentos que puede hacer el régimen para desviarnos, dividirnos o desmoralizarnos. Ninguna les va a funcionar.
¿Por qué no hay ninguna aparición pública conjunta entre usted y Edmundo González, desde que el presidente electo salió del país?
Hemos hecho muchas actividades juntos: conversaciones con presidentes, cancilleres y varios eventos durante la Asamblea General de las Naciones Unidas. También estuvimos juntos en el acto organizado por el Comando Héroes de la Democracia, el 23 de septiembre, que fue una maravilla. Quizás no hemos hecho un evento abierto al público, pero me estás dando una buena idea. Se lo voy a proponer hoy. Yo hablo con él todos los días.
¿Por qué Edmundo González no le comunicó que se iba a exiliar?
Yo creo que estas alturas eso es absolutamente irrelevante. Los detalles de lo que pasó, lo que dijo o no dijo, lo que escribió o no escribió ya no tiene importancia. Más bien pienso que es una de las maniobras que peor le ha salido a Maduro. Ellos creyeron que iban a desmoralizar al país, que nos iban a enfrentar, pero pasó todo lo contrario. Solitos sacaron a flote las pruebas de su extorsión y todo se les volteó; ahora Edmundo está con total libertad de movimiento y es un testimonio vivo de la criminalidad del régimen
¿Por qué no sacó a la gente a la calle a defender la elección la noche del 28J?
Nosotros hemos salido a la calle. Salimos el 30 de julio en todas las ciudades de Venezuela y el 3 de agosto también. Luego de eso hemos hecho actividades en más de quinientas ciudades alrededor del mundo.
Sí, pero ¿el efecto no habría sido diferente si hacía el llamado la noche del 28J?
El 28 en la noche estábamos probando la victoria. Trabajamos veinticuatro horas sin parar, sin dormir; defendiendo una plataforma que el primer día de funcionamiento tuvo ciento treinta millones de clicks, entre la gente que estaba verificando sus actas y los que estaban bombardeando la pagina para colapsarla. Eso es lo que estábamos haciendo. Teníamos a miles de personas asegurándose de que esas actas, que eran la prueba del triunfo, llegaran a su destino y estuvieran seguras. Muchos venezolanos salieron espontáneamente y la represión fue algo nunca antes visto en Venezuela, Al extremo que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos lo ha llamado prácticas de terrorismo al Estado.
¿Hubo militares que le insinuaran que si en lugar de sacar a la gente a la calle, lograban probar el triunfo, apoyarían el resultado?
Nunca nadie me hizo una propuesta para condicionar nuestra acción política. Lo que yo puedo decir es que hubo miles de militares que el día 28 de julio cooperaron para que consiguiéramos las actas. Pero miles, miles…
¿La represión mató la calle en Venezuela?
No, pero la represión volvió a mostrar a Maduro como un torturador y criminal; y nos dio a los venezolanos la obligación de actuar con inteligencia, prudencia, resiliencia y audacia. Hoy, prácticamente, todos los dirigentes importantes a nivel nacional, regional y municipal que tuvieron que ver con el 28J, están escondidos, asilados o presos. Pero aun así está dándose un proceso de reagrupación y reorganización, pero en un nuevo ciclo de activación y presión.
¿Dónde están las actas?
¡A salvo!
El chavismo siempre ha podido desgastar a los liderazgos opositores en las coyunturas importantes, lo hizo con Henrique Capriles después de la dudosa elección de 2013, luego con Leopoldo López en las protestas de 2014 y después con Juan Guaidó y el gobierno interino, ¿qué hará para que con usted sea distinto?
Creo que la sociedad venezolana se ha hecho más recia, más consciente, solidaria y hasta más valiente; por eso entendió la responsabilidad individual que tenemos. Ahora viene esta etapa de cobrar el resultado, pero siento que los ciudadanos dentro y fuera de Venezuela estamos claros de que lograrlo depende de todos. Yo no delego mi responsabilidad, estoy cumpliendo un mandato, pero lo más importante es que hay país decidido a hacer valer el cambio.
¿Hay temor en ciertos sectores de la oposición de que el triunfo de su liderazgo implique la desaparición de la forma tradicional de hacer política en Venezuela?
Yo creo que el 22 de octubre, demostró que había un país con nueva aproximación hacia la política y pienso que las organizaciones políticas y los líderes tienen que asumirlo como una realidad en todo. Esto incluye también un cambio para los medios de comunicación. ¿Tú crees que era concebible ganar una elección en el país sin que te dieran un solo espacio en radio o televisión nacional? ¿O sin que te apoyara ningún empresario importante? Esto lo hicimos con la gente, que dio su casa, su carro, sus pancartas hechas a mano. Aquí se rompieron mitos y han surgido nuevos paradigmas. No hay que tenerle miedo a eso, al contrario. Yo no ofrecí nada en la campaña, solo trabajo y más trabajo, ¿Crees que eso era posible en una Venezuela de hace diez, cinco y hasta tres años?
¿Cómo se siente en la clandestinidad?
Yo nunca me imaginé que iba a tener más trabajo después de ganar la elección que antes de lograrlo. Todo el mundo dice “qué arrecho lo que han hecho los venezolanos”; y yo estoy desbordada y avanzando, sin embargo, hay una dimensión humana: las madres de los presos, las esposas de mis compañeros, los hijos de los detenidos, mis propios hijos; eso es desgarrador. ¿Qué puede pasar conmigo físicamente? No lo sé. Yo estoy en Venezuela, tú sabes lo que eso significa, y los riesgos que eso implica para mi libertad y para mi vida. Lo que sí sé es que el destino de esta lucha es la libertad del país y es algo que me trasciende a mí y a todos.
¿Cómo se sienten tus hijos con tu situación?
Como mamá uno siente una profunda contradicción, porque yo todo lo que hago es por ellos y para mis millones de hijos en todo el país, pero uno siente que le quita tantas cosas, o le genera tantas angustias. Allí hay un sentimiento de culpa que a mí me cuesta procesar, aunque ellos me dicen que no, que ellos siguen adelante también. Ese dolor de la distancia y la falta del abrazo es grande y me hace mucha falta.
¿Volveremos a ver María Corina Machado en las calles del país?
Claro, y abrazada a la gente.
La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.
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