El sueño de tener una casa propia en Virginia del Norte se está volviendo inalcanzable para muchos residentes. Según un informe de Bright MLS, para comprar una vivienda unifamiliar de precio promedio en la región, una familia necesitaría un ingreso superior a $300,000 al año, mientras que el ingreso medio de los hogares locales es apenas la mitad. Esta brecha deja claro que la vivienda asequible se ha convertido en una meta difícil de alcanzar para compradores promedio.
La edad del comprador primerizo está en su punto más alto: 40 años, según la National Association of Realtors. Y el comprador promedio de vivienda en EEUU roza los 60 años, un reflejo de cómo la falta de viviendas asequibles obliga a retrasar la compra.
Un factor que impulsa los precios es la llegada de fondos de inversión y hedge funds que compran casas unifamiliares en Virginia para alquilarlas o especular con ellas. El senador republicano Glen Sturtevant explica:
“Los compradores promedio compiten con fondos con recursos prácticamente ilimitados. Muchas veces estas propiedades se retiran del mercado hasta que los precios suben y luego se revenden para obtener ganancias. No es un campo de juego nivelado”.
Para enfrentar esta situación, Sturtevant propuso leyes que limiten estas prácticas y programas que ayuden a jóvenes compradores con el pago inicial, incluso mediante asociaciones público-privadas entre empleadores y el estado.
La senadora demócrata Barbara Favola propone que la Asamblea General de Virginia implemente incentivos estatales, como subsidios o créditos fiscales, y flexibilice regulaciones locales para aumentar la oferta de viviendas asequibles. Por su parte, el senador Saddam Salim busca soluciones legislativas que reduzcan costos, incluyendo la eliminación de mandatos de estacionamiento, para que construir y comprar vivienda sea más viavel.
La gobernadora electa Abigail Spanberger también puso la vivienda en el centro de su agenda. En campaña prometió:
“Vamos a cortar trámites innecesarios y construir viviendas que las familias realmente puedan pagar”.
Su estrategia contempla agilizar permisos, asegurar que todos los municipios puedan crear programas de vivienda asequible, incentivar la construcción de casas iniciales en lotes pequeños, aprovechar espacios comerciales vacíos y preservar las viviendas asequibles existentes.
Con precios que superan por mucho los ingresos promedio, la presión de fondos de inversión y la escasez de viviendas asequibles, comprar casa en Virginia del Norte es un desafío real. Legisladores y la gobernadora electa buscan soluciones concretas con asistencia financiera, subsidios y regulaciones más flexibles, pero será necesaría acción rápida y efectiva para que las familias locales puedan cumplir el sueño de un hogar propio.
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