La investigadora María Isabel Puerta dice que la oposición debe buscar formas de levantar la moral de una población defraudada, pero sin generar falsas expectativas. Para el analista Ricardo Ríos, se sube la apuesta política con el cálculo de juramentación de Edmundo González en territorio nacional: Las condiciones posteriores al 28 de julio no han variado. El sociólogo Francisco Coello destaca que la oposición no escapa a la incertidumbre del país
A menos de dos meses para el 10 de enero, la oposición democrática del país tiene un camino con varias disyuntivas. Más allá del discurso de la dirigencia, son diversas las variables en juego para los próximos pasos.
Tras el 28 de julio, y luego de que el CNE oficializó el triunfo de Nicolás Maduro para una segunda reelección, sus adversarios siguen en la denuncia de fraude y la defensa de la victoria de Edmundo González Urrutia, para lo cual se apoyan en las actas de votación que llevaron ante la OEA.
Por su parte, el poder electoral todavía no ha publicado los resultados disgregados.
El saldo para la oposición a la fecha es el exilio forzado de González Urrutia en España, con amenaza de cárcel si pisa el territorio nacional, la clandestinidad de la líder María Corina Machado; varios dirigentes detenidos, otros tantos bajo resguardo y la desmovilización.
“Él sabe que si él entra a Venezuela es detenido de manera automática», advirtió el fiscal general, Tarek William Saab, as González Urrutia el 13 de noviembre.
«Creo que en este momento hay que apuntar hacia dos circunstancias: una es que la oposición está debilitada y debe procurar encontrar otras formas de acción política bajo el espacio autoritario, que incluye la clandestinidad como estrategia», expresa María Isabel Puerta, profesora de Ciencias Políticas de Valencia College en Florida.
En segundo lugar, señala Puerta, en momentos cuando las democracias están resistiendo los ataques de movimientos anti-democráticos a nivel mundial, la oposición venezolana «puede encontrarse sola en su lucha por definir una ruta de vuelta hacia la democracia. Tanto en Europa como en el continente americano, la debilidad de las instituciones democráticas está poniendo limitaciones a los apoyos».
En ese sentido, la investigadora enfatiza que «la oposición debe buscar formas de levantar la moral de una población defraudada, pero sin generar falsas expectativas».
La profesora Puerta asevera que, en enero, Maduro va a seguir en el poder, y González Urrutia se mantendrá en el exilio.
Resalta que la oposición debe informar al país sobre las acciones a seguir, considerando que hay un riesgo incremental de violencia por parte del régimen.
«La resistencia pacífica es una forma, pero, por supuesto, esto debe ir acompañado del entendimiento que los resultados no son inmediatos ni son necesariamente la salida del poder de Maduro», enfatiza María Isabel Puerta.
Ricardo Ríos, presidente de Poder & Estrategia, señala que la estrategia de la oposición democrática del 28 de julio, salió bien. Sin embargo, puntualiza, «la estrategia no escaló más allá en cuanto a acciones inmediatas, sino que el cálculo fue el 10 de enero».
Ríos subraya que, de cara al 10 de enero, la configuración de fuerza, al menos visible y en cuanto al gobierno nacional, no es muy distinta la del 28 de julio, cuando el CNE leyó unos resultados que, según la Plataforma Unitaria, no coinciden con lo que dicen las actas de votación.
«Es posible que haya habido erosión, dudas, pero hasta ahora no ha habido ningún hecho que diga que hay una ruptura de la coalición estratégica, aunque pudiera ocurrir. Pero, no es lo que hemos observado. Pensar que el 10 de enero va a ser diferente al 28 de julio, creo que es, hasta ahora un error de cálculo«, señala el analista.
*Lea También:González Urrutia insiste desde la UE en su intención de regresar a Venezuela el #10Ene
El presidente de Poder & Estrategia señala que la oposición vive una mezcla de fragmentación y expectativa. Afirma que esta última va más allá de una estrategia: «Pareciera que dentro de la misma dirección política, hay como una espera para ver cómo se van a desenvolver los acontecimientos. Dentro de lo que se observa, no hay una posición proactiva».
Al mismo tiempo, sostiene que la oposición representada por María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, está subiendo la apuesta política con el cálculo de juramentación en territorio nacional «que me parece mucho más acertada que una juramentación en el exterior porque se repetiría lo ocurrido con Juan Guaidó, la cual no funcionó».
Agrega que eso no excluye el manejo internacional, «pero es aquí donde se debe tener el dominio del poder y del territorio».
Ríos advierte que si el 10 de enero González Urrutia no se puede juramentar, «entonces, el 11 de enero empiezas con una derrota a cuestas. Creo que se está generando una expectativa con respecto a la juramentación, quizás como una forma de presión que ayude a generar algunos puentes de entendimiento con algunos factores del gobierno nacional que desconocemos, esto es solo una hipótesis».
Refiere que cosas que suceden a nivel internacional, como la victoria de Donald Trump, y la probable asunción de Marco Rubio como secretario de Estado, con lo cual entra también en el plano de las hipótesis que esa situación «oblique a ciertos sectores del gobierno a una especie de negociación«.
En ese contexto, la investigadora María Isabel Puerta habla de la poca factibilidad de una juramentación de Edmundo González Urrutia en enero. Hasta la fecha no hay indicios de ello.
«Uno de los reclamos que se le ha hecho a la dirigencia opositora en los últimos 15 años ha sido la necesidad de hablar con honestidad sobre las posibilidades de éxito de su estrategia. Si sabemos que no habrá una transferencia del poder en enero, lo menos que se debe esperar de la dirigencia opositora es que lo asuman, para poder entonces hablar de lo que debe hacerse».
Agrega que si los opositores no son claros, «la gente seguirá perdiendo la confianza en ellos, como ha ocurrido en otras oportunidades».
La profesora no cree que haya condiciones para que González Urrutia regrese: «¿Arriesgarse a terminar preso? Porque no está claro que haya otro escenario».
A su juicio, el juego está trancado. «Pero, creo que en esta oportunidad Estados Unidos no será un aliado», indica.
Puerta refiere que «el gobierno entrante de Trump está anunciando medidas de emergencia para frenar la crisis migratoria en la frontera sur. Una de sus primeras decisiones será la deportación masiva de indocumentados, entre los que se estima hay unos 270.000 venezolanos. Para poder hacerlo necesitará llegar a un acuerdo con el gobierno de Maduro, y posiblemente esto sea una señal de interés».
El sociólogo Francisco Coello expresa que actualmente se vive “el resultado del triunfo que ocurrió realmente el 28 de julio y generó una serie de situaciones conocidas por todos; persecución, represión, control de medios. Eso lo que ha buscado es desactivar al movimiento polìtico y se ha logrado de alguna manera”.
Señala que, pese al escenario adverso, hay voces de la oposición que siguen operando y Edmundo González Urrutia realiza un trabajo en Europa y María Corina Machado, por su lado, encabeza otros esfuerzos. “Estamos en una situación de incertidumbre que aplica para todo el mundo, no solo para la oposición”, apunta.
Coello afirma que la situación política no es sostenible a largo plazo.
Cree que, probablemente, «estén pasando cosas», pero es una información a la que no tiene acceso la mayoría de los ciudadanos. «Además, por la misma naturaleza de los eventos, no se trata de una situación que pueda hacerse pública», sostiene.
El también profesor de la UCAB considera lógica y comprensible la ansiedad que genera la fecha del 10 de enero: «El 10 de enero no se acaba el mundo, hay procesos en transformación y las sociedades no se quedan suspendidas en el aire. Probablemente, no tenemos los cambios cuando los deseamos, pero deben ocurrir situaciones que van a cambiar el escenario», señala.
El 14 de noviembre, en entrevista con EFE, María Corina Machado sostuvo que a Nicolás Maduro le resultaría mejor negociar antes del 10 de enero.
«Sin duda, después del 10 de enero, el escenario les cambia completamente. Entonces, yo sí creo que los incentivos están para que entiendan que mientras antes asuman la irreversibilidad del cambio político, su situación puede ser mejor», argumentó la líder opositora.
Al mismo tiempo, puntualizó que la Plataforma Unitaria realiza esfuerzos para crear «toda la presión posible» dentro y fuera del país para que Edmundo González Urrutia se juramente.
La semana pasada, González Urrutia, tras su gira por Bruselas, aseveró que que cuenta con el “apoyo unánime” de la Unión Europea (UE) para “rescatar la democracia”del país.
«Si las expectativas se cumplen, el próximo 10 de enero estaremos tomando posesión del nuevo Gobierno en Venezuela, que va a restaurar la democracia venezolana», aseguró el diplomático de carrera.
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