En entrevista con TalCual, el exgobernador Henrique Capriles llama a enfrentar con una estrategia sólida los escenarios de cara al 10 de enero. Sobre la disputa dentro de Primero Justicia, insiste en que no hay rendición de cuentas ni del accionar político ni del económico, y fustiga a quienes quieren imponer el autoritarismo dentro de la oposición
La visión de la política nacional no es negociable para el exgobernador Henrique Capriles. Por eso enfatiza que estar en el centro no significa claudicar o no asumir posiciones.
El opositor reconoce quién tiene el liderazgo actual de la oposición democrática e insta a encarar todos los escenarios para el 10 de enero de 2025.
En entrevista con TalCual desde su oficina, y con las imágenes de VTV al fondo en las que se registra la reciente visita del gobernante Nicolás Maduro a Rusia en el contexto de los Brics, el también excandidato presidencial, insiste en invocar la negociación en medio de la crisis política del país.
Al mismo tiempo, Capriles cuestiona los intentos por trasladar a la oposición los signos del autoritarismo.
Hace hincapié en que el ejercicio de la política conlleva principios, ética y límites. De allí que no secunda a quienes asumen que esta vocación implica que todas las conductas son válidas.
También reitera sus fuertes cuestionamientos a la forma cómo se ha conducido su partido, Primero Justicia, en los últimos años.
–Usted ha pasado por períodos en los que se guarda ante la opinión pública o no emite declaraciones. ¿Por qué en este momento decidió hablar?
– No, yo no es que me guardo o salgo. Yo creo que hay otros protagonistas y cada ciclo o cada momento ha tenido unos protagonistas. El protagonista de este momento no soy yo. Hay claramente una persona que tiene reconocimiento dentro de la oposición en la que yo milito que es María Corina Machado y después hay un candidato que elegimos que no ha sido reconocido por la institucionalidad, por el CNE. Te metes en la página del CNE y esta caída la página, pero caída o activa la página, la verdad es una sola: el 28 de julio fuimos millones de venezolanos que elegimos a Edmundo González Urrutia, quien es otro de los protagonistas.
Después estamos los que colaboramos en la causa y yo entro, como muchos otros, entre quienes salimos a hacer campaña sin recursos económicos, con un gran esfuerzo y en una situación compleja para que prevaleciera lo que prevaleció que es el ejercicio del voto de la gente, que es en lo que yo creo. El voto que es una decisión personalísima, es el arma que tenemos los demócratas.
Capriles puntualiza que siempre está en disposición de hablar, pero advierte que no solo debe ponerse el foco en asuntos de “mecánica política”.
En este sentido, destaca que debe hablarse también de los problemas de los venezolanos. Resalta que la situación económica y social del país es peor y hay dos cosas claras: salarios en 130 bolívares y los aguinaldos fraccionados llegan a 7 dólares en un país donde el consumo está dolarizado.
“Hemos estado en mucha mecánica política, en que España, en que si aquí o allá. Pero, no podemos olvidar que somos millones de venezolanos los que quedamos en este país y la crisis económica y social nos golpea. No hay 28 millones de enchufados”, expresa.
– ¿Usted reconoce a María Corina Machado como líder de la oposición?
-Sin duda alguna. Ahora, una cosa es que tu reconozcas y otra cosa es que pienses que todo lo que diga algún liderazgo opositor, tienes que estar de acuerdo. Hay cosas con las cuales no estoy de acuerdo. Creo que hay que entrarle al 10 de enero. ¿Qué pasa si el 10 de enero Edmundo no está en Caracas para juramentarse ante una Asamblea Nacional que dirige Jorge Rodríguez? ¿Tenemos la intención de discutir los escenarios o estamos sencillamente en el voluntarismo que no se puede escuchar nada distinto a que sí o sí?
Los sí o sí no han sido buenos en el pasado. Y lo peor que nos pudiera pasar es que se termine juramentando Edmundo González como un presidente en el exilio. ¿De qué nos sirve eso? Los simbolismos no dejan de ser eso. Los venezolanos lo que necesitamos es realismo: fuimos a unas elecciones, el gobierno se las robó, entonces cómo enfrentamos ese robo. Pensar que la comunidad internacional nos va a resolver el problema, creo que es no querer entrarle a lo que pasó en el 2019, cuando países, gobiernos, apoyaron a Guaidó y al gobierno interino. ¿Y en qué quedó eso?
*Lea También: Capriles renuncia a directiva de PJ por falta de unidad: Borges busca interés personal
Advierte que, desde el exilio, no va a cambiar la realidad de Venezuela, aunque puedan generarse apoyos que son importantes, pero no suficientes.
«La comunidad internacional puede generar presión, acompañamiento, mediación, diálogo y diplomacia para tratar de abrir un proceso de negociación», añade.
Para Henrique Capriles, la negociación no puede verse como una rendición de una parte u otra, “se va a trancar el juego”. Sostiene que su apuesta, además de la solución de los problemas económicos, es que en Venezuela, mediante el rescate de la democracia, pueda haber alternancia en el poder, que la gente vuelva a ser empoderada y decida qué gobierno es bueno y cuál es el malo.
–Usted ha señalado que, si tiene algo que decir a Edmundo González, lo llamaría. ¿Qué propone de cara al 10 de enero?
– Yo creo que la solución a la crisis política en Venezuela está en una negociación. El escenario ideal hubiera sido antes del 28 de julio, pero no se dio. El gobierno no tuvo la voluntad, creo que pensaba que no se iba a ver un cambio. Pero, nosotros estábamos seguros de que el cambio llegaría con Edmundo González como consecuencia de la inhabilitación de María Corina Machado. El país entendió que, no pudiendo María Corina, votamos por Edmundo.
Hasta el último día, el gobierno pensaba que podía derrotar a Edmundo, es decir, el cambio les explotó en sus caras y en vez de reconocer y respetar la soberanía popular, se roban la elección.
Hay que revivir la negociación. Ahora, quedó claro que ninguna parte se va a rendir. La negociación implica que las partes se sientan a conversar para encontrar una solución que sea mala para ambos o buena para ambos porque si hay una parte que se siente victoriosa, la negociación fue un fracaso. ¿Cómo revivimos esa negociación? Allí puede ayudar la comunidad internacional. El gobierno no da ninguna señal, está más bien en una puja interna, entre grupos del gobierno, compitiendo a ver quién es más radical.
Le preguntaría al gobierno: ¿Crees que, con esa posición de perseguir, de encarcelar, de ser el país con la mayor cantidad de presos políticos, vas a solventar la crisis económica y el país se va a recuperar? Están equivocados. ¡Paren la persecución, paren los encarcelamientos!
– ¿La negociación pasaría por cesar la represión?
-La negociación pasa por frenar esta guerra. A los venezolanos no nos gusta la guerra. El 28 de julio fue una demostración de que no creemos en guerra, no queremos que este país siga la polarización existencial. Ya son muchos años: ellos están y nosotros estamos. ¿Es posible llegar a algún tipo de acuerdos? La negociación no significa una transacción, no es oscura. La negociación no son negocios ni de negociar los privilegios, ni prebendas. Es cómo resolvemos la crisis política del país que permita resolver la crisis económica y social.
Además, le diste un zarpazo a lo que es la base y columna de nuestra Constitución y es que la soberanía reside en el pueblo y es intransferible: cada venezolano tiene un voto. El gobierno le dio un palo a todo eso y es muy grave porque este no es el tiempo de las dictaduras, es el tiempo de las democracias.
Para poder resolver la crisis económica y social, el camino no es emulando a Putin. En la sangre de los civiles y militares de este país corre democracia porque con todo lo imperfecto, sigue siendo el mejor sistema para reducir la pobreza, reducir desigualdades, para generar tranquilidad, calidad de vida y paz.
-Uno de los aspectos clave de la negociación para María Corina Machado, y la oposición democrática, es que se reconozca el triunfo de González Urrutia. ¿Lo ve posible?
-Lo primero es empezar a hablar y cada parte llevará su planteamiento, su posición. Tu sabes que yo no estoy en los extremos, estoy en el centro y eso no significa no tener posiciones. El centro es para combatir los extremos, hasta ahora no he visto el primer extremo que gobierne bien, que promueva libertades. ¿Hay gente dentro del gobierno que tenga una posición pro negociación? Sí la hay. ¿En este momento tienen algún peso? Pareciera que todos están afanosamente en ver quién es más radical.
En este aspecto, Capriles puntualiza: “Yo le digo a mis compañeros de oposición, no podemos caer en lo mismo. Si tenemos en frente a un gobierno autoritario, no podemos caer en lo mismo. Y disentir y tener diversidad de pensamiento, no te hace ni colaborador del régimen ni te hace cobarde, todo lo contrario, hay que ser valiente para decir lo que piensas y defenderlo con argumentos, no con consignas y por eso hay gente que no le gusta que no repito las consignas. Las consignas no son una estrategia y no estoy diciendo que hay que hacer pública la estrategia. ¿Pero, hay una estrategia?”.
–El gobierno convocó a un diálogo a través de la Asamblea Nacional que preside Jorge Rodríguez y a través del cual se trabaja la reforma de las leyes electorales…
-Yo creo que esa es una puesta en escena de Jorge Rodríguez. ¿Cuántos votos y cuánto apoyo tienen las personas de los sectores que están ahí sentados? 2%. No estoy diciendo que no tengan derecho, yo respeto las minorías. Pero, no puedes ignorar a la mayoría de la oposición que, además, hoy es la mayoría del país. Si tienes interés en escuchar otras opiniones, no es una puesta en escena. El gobierno sabe que ganamos las elecciones.
–Desde el gobierno se ha condicionado la participación en futuras elecciones a la discusión sobre las normas electorales…
-Si quieres llevar al liderazgo de los partidos arrodillados a un proceso electoral, eso no es una democracia. Ni hagas la elección y con eso seguirás profundizando la crisis política. Al final, la decisión la tiene que tomar el gobierno: quiere que esto sea Nicaragua o quiere que sea una democracia. ¿Quieren seguir el camino de Rusia? Algunos tienen la idea de una China latinoamericana, Venezuela no lo es.
El exgobernador dice que en el país “hay un juego trancado, pero, no lo trancamos nosotros, lo trancó Maduro. No lo trancó María Corina”.
El pasado 23 de septiembre, Henrique Capriles difundió una carta en la que renunció a la directiva de Primero Justicia bajo el argumento de la pérdida de visión de la directiva, la ausencia de unidad interna y de conducción colegiada.
Enfatizó que existen “diferencias irreconciliables” entre gran parte del partido con la conducción que encabeza María Beatriz Martínez, y acusó a Julio Borges, fundador de PJ junto a él y otros dirigentes, de usar a la organización para fines personales.
Durante la entrevista con TalCual, Capriles señala que la crisis de Primero Justicia obedece a que “hay un grupo que pretende llevarnos a trocha y mocha a una visión política que no es de la mayoría del partido”.
Señala que el mismo sector que, en 2019, respaldó el interinato de Guaidó, que «fue un fracaso estruendoso», busca imponer sin consenso su agenda para 2025.
“Hace poco, se midieron a lo interno, este grupo perdió y al día siguiente salieron a decir que los que están en contra tuya, son maduristas”.
Asevera que se trata de una línea autoritaria y una posición dictatorial inaceptable.
–Dentro de PJ hay sectores que lo acusan de no unirse a la lucha democrática y también que en su momento no secundó la política electoral.
– Una cosa es la política de Julio Borges y otra la del partido. La política de Borges, desde hace unos años, no han sido las elecciones. Basta con ver los hechos: ¿Qué pasó en el año 2018, en el año 2019, en 2020, en 2021? Nosotros tenemos un alcalde preso, el de Maracaibo (la segunda ciudad del país), Rafael Ramírez, y hay gente dentro del partido que hizo todo para que Ramírez no fuera electo.
– ¿Entre ellos, Julio Borges?
-Absolutamente. Estaban en contra de las elecciones, porque son los que creen en la teoría de la máxima presión que va acompañada de sanciones a los venezolanos. Una cosa son las sanciones personales y otra que dejes a la gente sin gasolina.
¿Qué hacemos ? Seguimos callados, los toleramos, o tenemos una posición. Como no quieren entrarle al fondo, te vienen con el cuchillito de cartón que el problema interno es los que defienden al 28 de julio y los que quieren pasar la página.
–Eso es simplificar el problema interno…
-Absolutamente. Y, además, se evita que haya una discusión de fondo, que se rindan cuentas a la directiva, a la base del partido. Pero, no solamente hablo desde el punto de vista económico, sino de las acciones políticas. Entonces, pareciera, que como Julio Borges fracasó con la negociación en el año 2017, en República Dominicana, te vienen con el cuento de que fue acto heroico. A mí me interesa la verdad: ¿Qué pasó con esa negociación o era un plan para que no fuésemos a elecciones en 2018?
En este sentido, el dirigente asegura que la falta de honestidad de Julio Borges va acompañada de una guerra sucia.
«Tenemos 20 años en el mismo partido, le conozco las costuras. Porque Julio Borges ha enfilado, en su manera muy cobarde, detrás, a oscuras, contra los líderes de la oposición, incluyendo María Corina», afirma.
Sostiene que, desde hace bastante tiempo, no conversa con Borges.
«Para mí, en la política no vale todo. Hay principios, moral, ética y hay límites. Que el gobierno no los tenga, yo no me quiero parecer al gobierno. Hay mañas que se pegan y yo bien lejos con eso», puntualiza.
Resalta que sus afirmaciones van en el espíritu de proteger a la militancia y a la dirigencia de PJ.
El exgobernador de Miranda también reprocha el «linchamiento» del que dice fue objeto Eudoro González por sus gestiones para la salida del país de Edmundo González Urrutia, aspirante presidencial de la Plataforma Unitaria.
«A Eudoro lo linchan mediáticamente en España y luego pretendieron lincharlo aquí botándolo del partido», agrega.
–¿Las gestiones de Eudoro González para la salida de González Urrutia fueron conocidas por PJ?
-Fue solicitado por Edmundo González de manera personal. Yo no puedo estar de acuerdo con ser injusto. Todo esto por un cálculo de Julio Borges para ver cómo se mete en la política española y su confrontación con Rodríguez Zapatero.
En un trabajo publicado por TalCual, el 24 de septiembre, sobre la crisis en PJ, un integrante del partido descartó que lo ocurrido con Eudoro González haya motivado la renuncia de Capriles a la directiva. «De hecho, el que fue más crítico de la salida de Edmundo fue Henrique», asegura.
Por otra parte, Henrique Capriles fustiga a María Beatriz Martínez, presidenta de la tolda amarilla, por hacer uso del voto doble para expulsar del partido a Eudoro González y desempatar la votación.
«Eudoro lo único que hizo fue ayudar a Edmundo González, como era su deseo. Días después, Edmundo agradece a todos los que le ayudaron a llegar a España. Cuantos insultos, cuanta descalificación desde el gobierno, cuanto hostigamiento hacia Edmundo», indica.
-María Beatriz Martínez dijo que le sorprendió su renuncia a la directiva; Juan Pablo Guanipa señaló que usted también ha sido caudillo en el partido, y José Guerra le pidió reconsiderar su renuncia.
-Yo nunca he sido presidente del partido, ni vicepresidente, ni secretario general. Nunca he tenido un cargo dentro del partido. No era un simple militante, pero las decisiones no las tomaba yo. Era parte de un cuerpo colegiado, donde se debatía y trataba de construir consensos. Como los consensos dejaron de ser los que le convienen al partido y a la gente, y pasó a ser más importante la agenda de Borges, de allí viene mi fractura.
Incluso, quienes mencionas, bastante hicieron uso de mis campañas presidenciales, de mi trabajo como alcalde y como gobernador.
Subraya también que para ganarse los liderazgos, «hay que sudarse la camiseta».
A su juicio, la escogencia de María Beatriz Martínez como presidenta de PJ, fue parte del problema.
«María Beatriz Martínez, siendo presidenta sobre la base de un consenso, lejos de ocuparse en tratar de generar una calma, extender y hablar, se ha puesto de un lado, el de Borges. El balance que hago es que es mejor siempre ir a unas primarias», señala.
Concluye que, durante la reorganización de Primero Justicia, debió irse más al fondo que a la forma.
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