“¿Cómo vamos a hacer para llegar a unificar el criterio que permita tener en consideración esas diferencias en las tasas cambiarias?”, continuó Garmendia al tiempo que explicó que ello dependerá “de la comprensión del problema y de quienes hagan las inspecciones que, en muchas casos, no suelen tener flexibilidad”.
Definió como “imposible” que la inflación de este año pueda estar por debajo de la del año pasado, “como consecuencia de esta sinceración del mercado cambiario que ha comenzado un proceso de cierta flexibilización”.
Manifestó que los programas de controles de precio “no suelen tener los objetivos a largo plazo que se le suele vender a la población en términos generales. Un control de precio pudiera tener justificación en una coyuntura, producto y circuntancias particulares”.