La presidenta Claudia Bejarano debió enfrentar bloqueos de la comunidad en La Guajira, amenazas de huelga, caída de los precios y bajonazo en la producción.
Glencore, el único propietario de las minas a cielo abierto de Cerrejón en La Guajira desde 2022, cuando adquirió las participaciones de BHP Billiton y Anglo American, experimentó el año pasado las mayores pérdidas de su historia en Colombia. Carbones del Cerrejón Limited registró pérdidas de $773.134 millones, y Cerrejón Zona Norte S.A. perdió $470.976 millones, sumando un total de $1.244 miles de millones de pesos en pérdidas. Esta situación es complicada para la empresa, cuyos pasivos de $5.590 miles de millones representan el 37% de su patrimonio.
En 2024, Cerrejón sufrió 333 bloqueos en sus operaciones, afectando principalmente el transporte de carbón hacia el puerto y resultando en aproximadamente 135 días de interrupción. Además, se registraron cinco atentados contra la infraestructura de la línea férrea. El carbón de Cerrejón, que es principalmente carbón térmico utilizado para la generación de electricidad y en calderas industriales, sufrió una disminución de más del 30 % en sus precios internacionales en 2024 en comparación con 2023, cuando alcanzó los USD 300, estabilizándose alrededor de USD 80. A marzo de este año, el precio se ha mantenido entre USD 60 y USD 80.
El principal mercado de Cerrejón es Europa, América del Norte y Asia, con algunos envíos a América Latina. Europa ha disminuido su demanda, y el crecimiento se concentra principalmente en los mercados asiáticos. Esto implica que el carbón colombiano debe competir con puertos más lejanos, lo que, según la minera suiza, genera precios de transporte marítimo insostenibles. Anteriormente, también exportaba a Israel, con aproximadamente USD 269.7 millones en exportaciones en 2023; sin embargo, a mediados de junio de 2024, el presidente Petro canceló las exportaciones de carbón a Israel.
En los gremios mineros, se comenta que el presidente Petro ha buscado bloquear la expansión del yacimiento como parte de sus políticas de transición hacia energías verdes o renovables. Glencore, también propietaria del Grupo Prodeco, finalizó sus operaciones en el Cesar y en 2021 renunció a sus contratos mineros de las minas de Calenturitas y La Jagua. Actualmente, está llevando a cabo la entrega de la infraestructura minera a la Agencia Nacional de Minería (ANM), una situación que ha derivado en demandas por parte de la ANM debido a diferencias en la reversión de los bienes y el estado de una de las minas en el complejo de La Jagua.
Ante este escenario, la multinacional minera con sede en Suiza está preparando su salida del país. En julio del año pasado, se reunieron con el presidente Petro para avanzar en este proceso. En marzo, Cerrejón anunció que reducirá su producción en un 50 % debido a cambios en las prioridades del comercio mundial, los altos costos de transporte y las complicaciones operativas en La Guajira. En este departamento, Cerrejón aporta más de 12.000 empleos directos y el 45 % del producto interno depende de su operación.
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