Brics: La alta apuesta de Venezuela que resultó en intento fallido

El gobernante Nicolás Maduro viajó a Kazán, Rusia, el 22 de octubre, para asistir a la XVI Cumbre del grupo de economías emergentes BRICS, con la intención de unirse al bloque, pero su ingreso fue vetado por Brasil, a pesar de que días antes de la llegada de Maduro, la vicepresidenta y ministra de Petróleo, Delcy Rodríguez, junto al canciller, Yván Gil, habían aterrizado en Rusia con el fin de participar en la cumbre y ofrecer una cartera de inversiones a sus aliados

Autora: Carla Zambrano Caballero

Como «histórico» calificó el gobernante Nicolás Maduro su viaje a Rusia para participar en la Cumbre del grupo de economías emergentes Brics, donde pudo reunirse con varios mandatarios y representaba para Venezuela una apuesta para formar parte del bloque porque para el gobierno venezolano significa el «surgimiento de un nuevo orden internacional». Pero su posible entrada al bloque recibió el veto de Brasil, su aliado en el hemisferio. 

Días antes de la llegada de Maduro, la vicepresidenta y ministra de Petróleo, Delcy Rodríguez, junto al canciller, Yván Gil, llegaron a Rusia con el fin de participar en la cumbre y ofrecer una cartera de inversiones a sus aliados.

Además de la posibilidad de unirse a los Brics, la oportunidad de estar en la cumbre y poder reunirse con distintos mandatarios tras las cuestionadas elecciones del 28 de julio era indispensable para Maduro. Esta fue su primera salida del país desde el proceso electoral y se mostró junto a mandatarios como Xi Jinping, presidente de China; Vladímir Putin, de Rusia, y Narendra Modi, de la India.

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Aunque contaba con el apoyo de Rusia, con una enorme inestabilidad económica y falta de relevancia internacional, la aceptación de Venezuela dentro del bloque estaba cuesta arriba. 

El director de Ecoanalítica Alejandro Grisanti, en entrevista con Fedecámaras Radio, comentó que pese a tener grandes reservas petroleras y gasíferas, Venezuela ha perdido relevancia en el mercado internacional, la producción actual de petróleo es baja (800-900 mil barriles por día), lo que limita su influencia en el sector energético global. Para Grisanti, la economía venezolana se asemeja más a las economías centroamericanas o caribeñas que a las de países como Colombia o México.

Venezuela, aunque tiene oportunidades, aún no está preparada para unirse al grupo, pues tiene alta potencialidad para mejorar su economía, pues cuenta con recursos necesarios para desarrollar.

Esta alianza, según Grisanti, podría diversificar la economía y los compradores que tiene Venezuela en la producción petrolera, pero para el director de Ecoanalítica, el estar o no en los Brics no sería decisivo para Venezuela. 

Por añadidura, el profesor y exdiputado de la Asamblea Nacional, José Guerra, explicó que Venezuela no tiene los fondos necesarios para los aportes económicos que tienen que hacer las naciones que integran el bloque.

Las economías emergentes BRICS

Los Brics son una asociación, política, económica y social conformada inicialmente por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, en la que a inicios de 2024 se unieron oficialmente Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, y Etiopía.

Para 2023, los países que pertenecen a la alianza representaron el 24% del PIB global, el 16% de las exportaciones, el 15% de las importaciones mundiales de bienes y servicios y más del 42% de la población mundial. 

Uno de los pilares recientes de este grupo, principalmente por las políticas exteriores de Putin, ha sido la expansión del grupo. 

La cumbre celebrada en Kazán reunió a más de 20 líderes mundiales y al Secretario General de la ONU, Antonio Guterres y en ella se abordaron distintos temas, como el desarrollo de un sistema de pago internacional, el conflicto de Oriente Medio y posibles adhesiones. 

Este año se esperaba la postulación de 15 naciones, pero para que alguno pueda ingresar, todos los demás países que ya pertenecen a la Alianza deben llegar a un consenso.

Nicolás Maduro expresó que ofrecería un gran proyecto económico al grupo Brics, esperando poder unirse al bloque, aunque el gobierno brasileño, uno de los fundadores, ya se ha opuesto a esta adhesión.

Tensiones entre Venezuela y Brasil 

Aunque el presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, no viajó a Kazán por un accidente doméstico, Brasil estuvo presente en la cumbre y tras varias declaraciones, vetó el ingreso de Venezuela a la alianza. 

La oposición de Brasil no es un hecho aislado de la situación entre ambos países. Sobre esto, el asesor especial del mandatario brasileño, Celso Amorim, dijo al medio brasileño O Globo que Venezuela no ingresó porque hubo un «abuso de confianza» por parte de Venezuela hacia Brasil.

Brasil aún espera que se cumpla la promesa que le hizo el Palacio de Miraflores de publicar la data desagregada de las elecciones presidenciales del 28 de julio, promesa que, tres meses más tarde, no ha sido cumplida.

*Lea también: Celso Amorim: Venezuela no ingresó a los Brics porque «abusó de la confianza» de Brasil 

Sumado a esto, el ministro de Asuntos Exteriores brasileño, Mauro Vieira, aprovechó una cena organizada durante la cumbre para resaltar su preocupación por los opositores detenidos y pedir salvoconductos para los seis miembros del partido Vente Venezuela que están detenidos en la embajada argentina en Caracas, custodiada por Brasil, tras la expulsión de los diplomáticos argentinos.

Así, el gobierno de Lula da Silva, decidió mantener el veto aplicado por años por el expresidente Jair Bolsonaro, lo que empeora la ya tensa relación entre ambos países. Sobre esto, el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, Manuel Camilo González,  dijo para el medio El Colombiano que Brasil podría desistir de las negociaciones para lograr algún acuerdo diplomático.

Para Alejandra Martínez Canchica, analista político, Brasil está ejerciendo su rol de potencia dominante en el hemisferio y con este rechazo demuestra una estrategia más amplia de influencia en el continente.

A pesar del veto de Brasil, Venezuela espera seguir presionando para unirse en el futuro a la alianza, aunque el único ingreso que logró fue a TV Brics, la televisora perteneciente al bloque.

La Cancillería venezolana denuncia el veto como una agresión contra los intereses de la nación, declarándola en un comunicado como «una acción que constituye una agresión a Venezuela y un gesto hostil que se suma a la política criminal de sanciones que han sido impuestas contra un pueblo valiente y revolucionario. Ninguna artimaña o maniobra concebidas contra Venezuela detendrán el curso de la historia».

Este comunicado representa un traspaso de los límites de la cautela diplomática, reseña el analista, y puede incluso considerarse un chantaje para poner al presidente Lula «en la otra acera de la política interna justo dos días antes de la segunda vuelta de los comicios municipales en Brasil», resalta Martínez. 

A la larga lista de tensiones poselectorales con el país vecino se le une también, según apunta el analista José Gregorio Martínez en Panam Post, el acercamiento reciente de Maduro al Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra (MST), organización de extrema izquierda que tiene bajo tensión al presidente Da Silva.

También es importante recordar que el presidente brasileño fue quien promovió la entrada de Venezuela al Mercosur, pero que terminó con una suspensión indefinida. Para Brasil, Venezuela es un estorbo dentro de la alianza que Lula impulsa con la Unión Europea y este puede ser otro de los motivos por los que Brasil rechaza a Venezuela dentro de los Brics, según el analista Martínez.

Sobre las tensiones entre ambas naciones, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, dijo que su postura sobre el tema de Venezuela difiere con la de Da Silva y que espera que estas asperezas entre Venezuela y Brasil puedan resolverse pronto.

Esta alianza pudo ser vital para Venezuela, no tanto en lo económico, pero sí en lo político. «La decisión del gobierno de Lula sin duda fue un duro golpe para Maduro, que había evitado responder directamente a su antiguo aliado», afirma Martínez.

Tras las cuestionadas elecciones presidenciales en las que el CNE anunció el triunfo de Maduro y, tras la denuncia de fraude con más del 80% de las actas en mano por parte de la oposición, parte importante de la comunidad internacional desconoce el resultado. El grupo Brics representaba formar parte de un grupo de apoyo en contra del G7, especialmente de Estados Unidos.

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