Nunca se verán banqueros tan impacientes como los de Pro-Vivienda. Durantes meses estuvieron esperando la decisión. Que si ya el BCV dio el visto bueno. Que si la decisión del Instituto Emisor pasó a manos del superintendente de Bancos. Que ya viene la decisión. Y vino. Irving Ochoa se las tenía reservada para una ocasión especial. Y ayer, en San Cristóbal, en plena fiesta de navidad, los Azpúrua de Pro Vivienda recibieron la noticia de que son banco universal. Ahora el instituto tiene nombre y apellido. Pro Vivienda, Banco Universal.
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