Para todos ha sido una impresión muy fuerte la trágica muerte del presidente Sebastián Piñera, sobre todo, por las circunstancias y la forma en que, lamentablemente, murió. Lo primero es enviar a su familia y a sus amigos un mensaje de pesar. Creo que en una coyuntura tan complicada como la que vive Chile, la experiencia de Sebastián Piñera y el talante democrático mostrado hacen falta.
Tuve la suerte de conocer a Sebastián Piñera años antes de que fuera por primera vez presidente de Chile. Se trataba de las actividades de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), que dirige el expresidente del gobierno español, José María Aznar. Y, en aquel momento, pude ver a una persona que tenía la energía y el fuego en los ojos, así como la determinación de liderar Chile y llevar a cabo un plan, que en su visión significaba reformas económicas, modernización y seguir empujando a Chile a un camino de desarrollo. Hablaba y hablaba de sus planes y de sus programas y, finalmente, lo conquistó. Fueron muchas veces las que tuve la oportunidad de conversar con él y, en su segunda presidencia, tuve el honor de ser invitado a la toma de posesión y, en la recepción, tuvo palabras muy deferentes para mí.
No solamente estaba preocupado por el problema de Venezuela, sino ocupado. Cuando el primer día de su ejercicio como presidente le pidió a otro gran amigo, el canciller Roberto Ampuero, que se reuniera conmigo para ver todo lo que se podía hacer por nuestro país y la lucha por la democracia, el progreso, la justicia y los derechos humanos.
Creo que su propia vida demuestra el testimonio de alguien que sufrió embates muy duros, protestas de calle, el coronavirus y toda una ola muchas veces fabricada para destruir el sistema. Y sin embargo, en cada uno de estos episodios supo llevar con cultura cívica y con un sentido de estado las distintas crisis. No soy de los que piensan que la política está mejor en manos de empresarios, hay muchas situaciones que cuentan lo contrario, la política es para el hombre o la mujer volcada a la acción pública sin ningún tipo de atadura. Y en ese sentido, Sebastián Piñera supo hacer un tratado de límites entre su figura empresarial y su figura de Estado. Seguiremos luchando por una América Latina democrática y de progreso y, sobre todo, una Venezuela en la cual tantos compatriotas que estamos afuera y, especialmente en Chile, puedan regresar a reconstruir Venezuela. Ese es un homenaje para todas las personas y líderes que nos han ayudado estos años.
La entrada A Sebastián Piñera, un amigo que siempre luchó por la democracia venezolana se publicó primero en La Gran Aldea.
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