La historia entre el ex-presidente de Fogade, Rómulo Henríquez y el titular de hoy, Jesús Caldera Infante, no tiene fin. Es interminable. Es de nunca acabar. Lo último que ha denunciado Henríquez es que a un año de su salida no ha podido hacer entrega formal del puesto. Ha enviado cartas. Ha visitado Fogade. Ha solicitado entrevistas. Su gestión está recogida en 44 tomos. Y esos 44 tomos, para que tengan validez real de su gestión, debe llevar las firmas del funcionario entrante y del saliente. Pero ni Henríquez ha podido firmar, ni Caldera Infante ha hecho lo posible para que el acto se lleve a cabo.
El partido Fuerza del Pueblo manifestó que determinadas acciones y narrativas promovidas en el escenario…
El expresidente Danilo Medina expresó que la ciudadanía debe guiarse por las acciones y resultados…
El partido Frente Amplio expresó su valoración positiva ante la imposición de medidas de coerción…
El dirigente social Angelo Vásquez realizó un firme llamado a poner fin a la impunidad…
Con el discreto académico, economista, profesor universitario e hijo de exministro se conocieron en la…
Especialmente en las últimas semanas, se ha planteado con inusitada fuerza la narrativa de relativizar…