El optimismo de Wall Street se esfumó tan rápido como llegó. Las acciones estadounidenses retrocedieron este miércoles después de que el gobierno entrara en su primer cierre (shutdown) en siete años. Esta parálisis amenaza con poner en riesgo cientos de miles de empleos y miles de millones de dólares en producción económica, justo cuando un informe laboral crucial ya mostraba señales de alarma.
El sentimiento negativo se reflejó en los principales índices: el Dow Jones Industrial Average (^DJI) cayó alrededor de un 0.1%, el S&P 500 (^GSPC) perdió un 0.3%, y el tecnológico Nasdaq Composite (^IXIC) descendió aproximadamente un 0.4%.
La sesión bajista puso fin a una racha positiva que vio a las acciones cerrar el martes su trimestre más fuerte desde 2020. Sin embargo, el ambiente se ha agriado ante la inminente factura económica del cierre de gobierno.
Los analistas advierten que cuanto más dure el shutdown, mayor será el impacto negativo en el crecimiento del PIB. La interrupción no solo afecta a los empleados federales, sino que también golpea a las empresas privadas que dependen de los contratos y la producción diaria del gobierno.
El cierre se produce en un momento «más peligroso» que en ocasiones anteriores, dada la desaceleración del crecimiento y la fragilidad del mercado laboral.
La noticia del cierre se combinó con un desastroso informe laboral que intensificó las preocupaciones económicas. El informe mensual de empleo de ADP (un dato seguido de cerca por los inversores) mostró un declive inesperado en las nóminas privadas de septiembre.
Pérdida Neta: El sector privado perdió 32.000 puestos de trabajo el mes pasado, un resultado que se aleja dramáticamente de las expectativas, que anticipaban una ganancia de más de 50.000 puestos.Análisis: Esta pérdida de empleos se consideran la mayor caída desde marzo de 2023 y subraya la cautela de las empresas a la hora de contratar, según la economista jefe de ADP.
Con el inicio del cierre, las agencias federales han activado sus planes de contingencia. Cientos de miles de trabajadores federales no esenciales han sido enviados a casa con licencia no remunerada.
La Administración Trump ha elevado la tensión, con advertencias del Presidente de que podría haber «muchos» despidos permanentes si la situación se prolonga.
Una de las consecuencias más graves para Wall Street es la paralización de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS).
La BLS es la encargada de recopilar los datos económicos cruciales que la Reserva Federal utiliza para tomar sus decisiones de política monetaria. Su plan es «cesar completamente las operaciones» (a excepción de un solo empleado a tiempo completo).
Esto significa que el vital informe de Nóminas No Agrícolas (Nonfarm Payrolls) de septiembre, previsto para este viernes, tiene una alta probabilidad de ser retrasado, dejando a la Fed y a los mercados a ciegas.
El cierre de gobierno no es el único factor disruptivo. Este miércoles también marca la entrada en vigor de otra polémica medida de la Administración Trump: nuevos aranceles.
Las nuevas tasas incluyen:
Aranceles del 100% a una variedad de productos farmacéuticos importados.Aranceles del 25% a camiones de carga pesada y otros vehículos.
Estas medidas forman parte de la intensificación de la guerra comercial del presidente, generando inquietud sobre el aumento de costes para los consumidores y las empresas, especialmente en la cadena de suministro global.
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